Dr. Aníbal Llanos |
Si bien el monóxido de carbono (CO), gas incoloro, inodoro e insípido, es muy venenoso también tiene su cara amable, ya que actúa como vasodilatador y evita la remodelación vascular. Estas propiedades son particularmente relevantes en una patología muy severa y compleja denominada hipertensión pulmonar en recién nacidos que afecta a alrededor de uno a dos niños por cada mil nacidos vivos y cuya mortalidad es del orden del 11% sin una clara asociación a ninguno de los tratamientos actualmente disponibles, por lo que la búsqueda de nuevas terapias es una necesidad imprescindible.
De hecho, el doctor Aníbal Llanos, Profesor Titular del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, se adjudicó un proyecto Fondecyt Regular que denominó “Del mal gas al buen gas, tratamiento de la hipertensión arterial pulmonar del recién nacido con moléculas dadoras de monóxido de carbono e inductoras de la hem-oxigenasa 1”, que le permitirá estudiar en detalle las propiedades benéficas del CO.
Según explica, un niño puede sufrir restricción de crecimiento intrauterino por diversas causas, entre ellas déficit de oxígeno durante la gestación, que en un número significativo de los casos es ocasionado por la preeclampsia. Esta hipoxia crónica en el útero puede desencadenar hipertensión pulmonar, entendida como la presión arterial anormalmente alta en las arterias de los pulmones que lleva al lado derecho del corazón a esforzarse en exceso para irrigar esa zona. Esto está directamente relacionado con la estrechez de las arterias pulmonares producida por vasoconstricción y/o remodelamiento vascular.
Hasta ahora los niños con la patología, uno o dos de cada mil nacidos vivos a nivel del mar, cifra que se eleva considerablemente cuando la madre vive en altura, suelen ser tratados con óxido nítrico o activadores de la vía nitrérgica, así como con sildenafil, más conocido como Viagra, e inhibidores de la vía endotelina, que producen un efecto vasodilatador agudo siendo útiles sólo mientras se suministran.
Bioquímico Germán Ebensperger |
“Bajan la presión de la arteria pulmonar, lo que sin duda ayuda en la crisis, pero no detienen el remodelamiento de la arteria, que es fundamental para que no pierda flexibilidad y el lumen no siga disminuyendo. Por lo tanto, esta propiedad antirremodelante no se ha comprobado en los tratamientos utilizados en pacientes o en modelos animales, sólo se ha visto en estudios in vitro o en cultivos celulares. En cambio, utilizando hemina en modelo animal de oveja logramos demostrarla in vivo”, señala el bioquímico Germán Ebensperger, quien está culminando su tesis para el Programa de Doctorado en Ciencias Biomédicas, cuyos tutores son los doctores Llanos y Víctor Roberto Reyes.
De hecho, los estudios de Ebensperger le significaron obtener el primer premio entre los investigadores jóvenes que asistieron al VIII Congreso Mundial de Medicina y Fisiología de Altura, realizado recientemente en Arequipa, Perú, evento al que acudieron alrededor de 400 científicos de diversas partes del mundo.
Efectos de la hemina
La hemina es la molécula central en la síntesis de hemoglobina del grupo hem, al aplicarla en forma subcutánea se logra el deseado efecto vasodilatador pero, además, se consigue adelgazar la arteria, lo que hace que sus propiedades estructurales sean más duraderas. Entonces, la enzima hemo oxigenasa 1 recibe a la hemina metabolizándola y como resultado de ello se produce monóxido de carbono, que como ya se señalaba tiene propiedades vasodilatadoras y antiproliferativas. Asimismo, produce la biliverdina, que se transforma rápidamente en bilirrubina, un antioxidante que es antiproliferativo y antiinflamatorio. Además, tiene efecto sobre el ión ferroso que cumple roles antiproliferativos y antioxidantes.
“Es interesante porque el experimento nos permitió comprobar que el CO no es el único agente responsable de la vasodilatación y que, además, evita la remodelación de las arterias, los otros subproductos también ayudan a generar esta respuesta. Así, de acuerdo a las mediciones que realizamos en ovejas nacidas a 3.600 metros de altura, al aplicarles hemina durante 10 días se pudo reducir su presión en forma significativa y mantenerla en esa condición, aún cuando ya no se les suministraba el compuesto”, comenta Germán Ebensperger.
Si bien es aún es prematuro hacer predicciones, sobre todo porque aún faltan muchos estudios clínicos, la hemina podría ser una nueva alternativa terapéutica para la hipertensión pulmonar. Vale la pena recordar que la hipoxia fetal crónica, que produce esta patología en recién nacidos, también podría provocar en la adultez mayor propensión a enfermedades coronarias, diabetes tipo 2, hipertensión arterial sistémica y accidentes vasculares encefálicos. Por lo tanto, señala el doctor Llanos, éste es un problema de salud pública significativo.
El Profesor Titular, quien dirige el Centro Internacional de Estudios Andinos (INCAS) de la U. de Chile, que tiene una estación experimental ubicada en Putre, también está trabajando en otros proyectos relacionados con la hipertensión pulmonar con el fin de encontrar distintas vías de señalización que expliquen el por qué de la patología. La visión integrativa de su laboratorio, en que se complementan los estudios in vivo con la biología molecular, la genética, el cultivo de tejidos y la histopatología, ha permitido que se obtengan resultados prometedores que han sido publicados en revistas científicas de prestigio mundial.
 |
Así, además del Fondecyt sobre la hemina, está trabajando en uno sobre la enzima Rock que ante la hipoxia crónica (falta de oxígeno) produce vasoconstricción y remodelamiento vascular pulmonar neonatal. Otro proyecto de gran potencial se refiere a los canales iónicos y el uso de bloqueadores para disminuir la presión de la arteria pulmonar, cuyo investigador principal es el Dr. Roberto Reyes.
Finalmente, el doctor Llanos ha establecido importantes vínculos con otras universidades del país, de la región, Europa y Estados Unidos, que han potenciado el intercambio de los profesionales y la realización de investigaciones conjuntas.
Cecilia Coddou
|
