Se trata de  una edición especial de esta publicación, la más antigua del continente en  habla castellana, homenajeando la versión conmemorativa de 1910, durante el  Centenario de la República,  con materias históricas que restituían los tiempos de la Independencia. 
              
                
                  |  La doctora Cecilia Sepúlveda dijo que “A   través de las páginas de Anales se puede observar la construcción de la ciencia   y de la cultura en nuestro país".
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              La obra,  titulada “La Universidad  de Chile piensa a Chile”  contiene una  compilación de textos emblemáticos de la producción cultural, humanista y  científica originada en la Casa  de Bello, ya publicados por la Revista   Anales entre 1846 y fines del siglo XX. Así, -y agrupados  bajo tres ejes: Pensar Chile; Pensar la Universidad y Pensar las Disciplinas- revisa diversas épocas de la vida estudiantil,   cultural y republicana del país, como fue  la reforma universitaria de los años ‘60, y las dificultades de la década de  los ‘80, en disciplinas tan distintas como la sismología, la medicina, las  letras o la antropología, y protagonistas como Andrés Bello, Barros Arana,  Amanda Labarca y Manuel Manquilef, entre muchos otros. Estos artículos, luego  de ser seleccionados, fueron comentados por académicos de diferentes facultades  de la corporación, como lo es la doctora Cecilia Sepúlveda, decana de nuestro  plantel.
              También con ojos de niños
               El  lanzamiento se realizó el 8 de septiembre de 2010, en un encuentro presidido  por el rector de la institución, profesor Víctor Pérez; la vicerrectora de  Extensión y Comunicaciones, profesora Sonia Montecino; la doctora Cecilia  Sepúlveda y el escritor Carlos Franz. 
               Según dijo  la profesora Montecino, directora del comité editorial de este volumen, “la  idea era realizar un número de la Revista Anales como deber y deuda con la  tradición de la   Universidad de Chile y busca revisitar y también  desclasificar temas, problemas y escrituras, pues (...) las universidades y en este caso la nuestra  atesoran los mayores bienes culturales de la nación y es un deber difundirlo”. 
               Luego, el  escritor Carlos Franz presentó la obra, desde la perspectiva de dos niños  presentes en la revista: Diego Barros Arana, quien en su infancia tuvo el  privilegio de presenciar la ceremonia de fundación de esta casa de estudios,  así como el discurso inaugural de Andrés Bello, ocasión de la que tiene  singulares recuerdos, y el profesor Manuel Manquilef, que dejó su niñez y  crianza con su abuela mapuche para aprender “palabritas chilenas”. Así,  revisitó la poética de sus palabras, su habilidad narrativa y la concatenación  de sus aportes, como los de otros varios autores reunidos en el volumen.  
              
                
                  |  La doctora Sepúlveda recibió un homenaje por su   participación en la edición del texto y su copia de la Revista Anales.
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              El aporte de las mujeres
               Posteriormente,  la doctora Cecilia Sepúlveda recorrió parte de la historia de la revista,  señalando que durante su centenaria existencia ha cubierto temas de diversa  naturaleza y de interés público, cubriendo todas las ciencias y disciplina que  se estudian en la corporación. “A través de las páginas de Anales se  puede observar la construcción de la ciencia y de la cultura en nuestro país,  reemplazando el cultivo de la tradición escolástica de la universidad colonial  por el cultivo de las ciencias exactas y naturales”.
                Pero, además, destacó la participación que tuvieron las  mujeres académicas en esta publicación. “Por cierto que su incorporación-  nuestra incorporación- fue tardía; recién a fines del siglo XIX e inicios del  siglo XX, comenzamos a tener una participación más destacada en el ámbito  científico, cultural y académico del país. Entre estas mujeres podemos mencionar,  entre otras, a Eloísa Díaz, Inés Echeverría, Elena Caffarena, Irma Salas y  Amanda Labarca, que fueron pioneras y revolucionarias para sus tiempos. Son  ellas quienes abrieron el camino a las mujeres en nuestro país para su  incorporación a la academia y al mundo de la cultura”. Por último, señaló que  “cientos de los mejores académicos, investigadores, científicos, escritores, e  intelectuales del país han estado presentes en sus páginas por cerca de 170  años, entregando su apreciado conocimiento y saber al conjunto de la sociedad. La cultura  pertenece a los pueblos, es lo que el oxígeno es a las personas. Sin ella no  existe vida, desarrollo e identidad, que es lo que finalmente nos permite  construir nuestra propia historia”. 
               Para  finalizar el encuentro, el rector Víctor Pérez destacó que esta  publicación “es una verdadera enciclopedia de los imaginarios mutantes de la República y de la universidad  (...) ha resistido al paso del tiempo y los avatares de las épocas, y siempre  ha mantenido su dialogo permanente con la sociedad”. Agregó que “fue el fruto  del trabajo de un comité editorial compuesto por Premios Nacionales de Chile,  un ex Presidente de la   República y destacados académicos que unieron sus sabidurías  para generar esta antología que nos da cuenta de la evolución que ha tenido  nuestra historia, así como la identificación de necesidades que, con el pasar  de los años, aún siguen pendientes”. Culminó sentenciando que “es una  invitación a continuar con la reflexión del proyecto de país que deseamos  heredar para el Tricentenario”. 
              
                
                  | El lanzamiento de esta revista se realizó luego de la hermosa  y atractiva inauguración del proyecto de la Vicerrectoría de  Extensión y Comunicaciones “Ventanas a Chile”, compuesto de seis pantallas  gigantes dispuestas en el frontis de la Casa   Central de la corporación, en las cuales durante dos días  consecutivos el público general pudo apreciar imágenes, videos, cortometrajes y  otras expresiones de diferentes actividades culturales, artísticas, científicas  y académicas de la   Universidad de Chile. | 
              
              Cecilia Valenzuela