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Nº 142 - 1 de julio de 2010

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PULSACIÓN SEMANAL

 

El Pulso
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Quiénes somos

Prevención frente a desastres de cualquier tipo requiere precisamente de esto:
Hay que escuchar a los que saben

  • Por lo que expuso el doctor Alberto Maturana frente a estudiantes de la Universidad de Harvard, es mucho lo que nos queda por hacer en Chile para enfrentarnos de mejor forma a tragedias como la que azotó al país en febrero pasado. 

El encuentro entre quien fuera por 12 años director de la ONEMI y los alumnos de pre Med del plantel norteamericano –insertos en el programa Health & Spanish Immersion program (HSI) del David Rockefeller Center for Latin American Studies- se realizó el 24 de junio de 2010, ocasión en la que el académico de la Escuela de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile dictó la conferencia “Riesgo sísmico y decálogo de una emergencia: (¿una lección aprendida?)”.


El doctor Maturana se refirió a las medidas que deben tomarse antes y después de un desastre natural, tanto a nivel estatal como privado.

En su presentación, el doctor Maturana dio a conocer su extensa experiencia en organismos continentales que abordan estas temáticas y luego se refirió a los conocimientos que debe adquirir una nación, así como los avances que deben tener sus entidades públicas y privadas, tanto para prevenir que una posible crisis lesione a la comunidad y a sus bienes, como para evitar que esos daños sean de una envergadura mayor a la debida.

Así, recordó a los jóvenes norteamericanos la ineficiencia gubernamental frente al daño que provocó el huracán Katrina en la ciudad de Nueva Orleáns, misma que ocurrió en Chile luego del terremoto recientemente acaecido, la cual él atribuye, en nuestro caso, al vacío que dejaba el inminente cambio de coalición en el poder.

Decálogos para “antes” y “durante”

Luego de una serie de revisiones históricas de catástrofes –tanto naturales como de falta de pericia para enfrentarlas-, el académico ahondó en lo que, junto a sus estudiantes, ha formulado como el decálogo de la prevención, estableciendo “tips” como estudio de las amenazas posibles; de las vulnerabilidades frente a ellas; de los recursos para hacerles frente; labor de gestión integral del riesgo, que sea permanente en la agenda pública y privada; transferencia de riesgo a terceros –como aseguradoras-; fuerte institucionalidad basada en la experiencia y recomendaciones nacionales e internacionales; marco legal adecuado; autoridad intersectorial garantizada por ley; autonomía técnica y presupuesto adecuado, y servicio público nacional descentralizado.

Con ello, explicó, se podría estar mejor preparado para hacer uso del segundo decálogo que propuso, el de las Emergencias: con acopio de información adecuada para la toma de decisiones; telecomunicaciones seguras, con respaldo energético y alternativas; alerta y alarma validadas; búsqueda y rescate concentrados en sectores amagados o de alto riesgo; control de seguridad y orden público; rehabilitación de los servicios vitales y preocupación por la psicología y salud mental de la población afectada y el impacto ambiental.

Los estudiantes norteamericanos se mostraron altamente impresionados por la conferencia del doctor Maturana, puesto que su primer afán al llegar al país fue informarse acerca de las consecuencias del sismo recientemente vivido, por lo que comentaron con gran interés las propuestas del doctor Maturana y las dificultades para materializar su implementación.

Cecilia Valenzuela