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Nº 138 - 2 de junio de 2010

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PULSACIÓN SEMANAL
 
 

Tema será abordado en curso impartido por la U. de Chile
Incorporación tardía de utensilios para
alimentarse afecta la salud de los niños

  • También es perjudicial el uso extendido de la mamadera más allá de los dos años y medio y la comida en base a papilla sobre los 12 meses de vida.

Profesora Pía Villanueva

Una de las derivaciones más frecuentes que hacen los odontólogos a los fonoaudiólogos corresponde a la deglución atípica, en que se altera el paso del alimento desde la boca al estómago, lo que se hace bastante evidente porque la persona cecea, es decir, pronuncia la “s” como si fuera una zeta.

Este síntoma, característico del Desorden Miofuncional Orofacial (DMO), puede prevenirse en general con medidas muy simples que están relacionadas con la incorporación oportuna de utensilios destinados a que el niño aprenda a comer solo y con alimentos dotados de cierta consistencia que permiten el correcto crecimiento y desarrollo del complejo maxilofacial.

“Hay niños que usan mamadera después de los dos años y medio, que comen sólo papilla pasados los 12 meses, período en que ya tienen molares y podrían masticar, y que usan la cuchara pequeña, plana y de plástico después de los ocho meses, etapa en que debería ser reemplazada por la de té metálica”, explica la académica de la Escuela de Fonoaudiología de la U. de Chile, Pía Villanueva.

Si a esto se suma que al menor no se le permite alimentarse por sí mismo, emplea sólo cucharas pequeñas y continúa tomando los líquidos con mamadera, bombilla o vaso con tapa y boquilla, entonces la deglución de bolos grandes y la instauración de la posición labiolingual definitiva (labios juntos pero no apretados y lengua pegada al paladar) se retardará”, explica la fonoaudióloga.

Estas prácticas, que suelen ser involuntarias y causadas por el desconocimiento de los padres, producen malos hábitos orales de succión o interposición, variaciones del modo respiratorio (para inspirar los niños emplean la boca en vez de la nariz) y alteraciones del reposo labiolingual (mantienen sus bocas abiertas y la lengua, en vez de estar pegada al paladar, permanece abajo).

Aprendizaje progresivo

Añade que la alimentación es una instancia muy motivadora para un niño menor de dos años que irá incorporando utensilios y consistencias en forma progresiva. “Es normal que el primer día que recibe comida triturada, que no es papilla, la escupa, por lo tanto, tendrá que pasar por un proceso para desensibilizarse y adaptarse paulatinamente a la nueva consistencia. Lo mismo ocurre con los vasos o las tazas, que al comienzo suelen dar vuelta, así que hay que tener paciencia”, apunta.

Como se observa, cada paso es importante, incluido el uso del cuchillo, aunque sea plástico, y la posición en que el niño es instalado para recibir su alimento. “Lo primero que evaluamos son los movimientos masticatorios, después la capacidad de tragar y hablar. De hecho, los casos más graves se detectan por la pronunciación incorrecta de los fonemas”, dice.

Lo importante entonces es prevenir, de tal manera que no se instauren los malos hábitos que son bastante más usuales de lo que se quisiera y que generan una disfunción de los músculos, sobre todo de mejillas y labios. “Muchos niños se meten lápices a la boca, se chupan los cordones de los polerones o, en el caso de las niñitas, el pelo y las uñas, otros succionan su dedo pulgar hasta que comprimen el paladar haciendo que se desarrolle una mordida abierta que, asimismo, provoca que los dientes de arriba se vayan hacia delante y los inferiores hacia atrás”, aclara.

El ortodoncista se preocupará de arreglar los dientes y cerrar la mordida, el fonoaudiólogo, en tanto, se encargará de poner la lengua donde corresponde y de educar en la correcta articulación de la palabra.

Para ahondar sobre este tema, las fonoaudiólogas Pía Villanueva y María Angélica Fernández dictarán el curso “Incorporación de utensilios en la alimentación del niño: herramienta eficaz en la prevención de malos hábitos orales”, dirigido a profesionales del área, odontólogos, profesores, padres y a la comunidad en general.

Para mayores detalles de la actividad que se llevará a cabo el 10 de julio, consultar en el teléfono: 978 6688 o en www.medichi.cl

Cecilia Coddou