“Después de haber experimentado el terremoto, que nos conmovió a todos, sufrimos otro remezón: teníamos que abandonar nuestra facultad, a nuestros amigos y el Hospital de Talca, ya que no había infraestructura donde pudiéramos hacer nuestro internado”, explica la alumna de VI año de Medicina de la Universidad Católica del Maule, Paz Ahumada.
Los alumnos de la Facultad de Medicina y de la U. Católica del Maule recibiendo su formación en el Hospital Exequiel González Cortés. |
La joven, junto a otros cuatro compañeros, actualmente está realizando su formación de Pediatría en el Hospital Exequiel González Cortés, Campus Clínico de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, plantel que ante la contingencia accedió a recibir jóvenes en formación no sólo de la Universidad Católica del Maule (28), sino también de las universidades San Sebastián (9) y de la Santísima Concepción (3).
“Estamos muy agradecidos, sobre todo porque, además, nos dieron una cálida acogida. La verdad sentíamos algo de incertidumbre porque la U. de Chile es un plantel muy prestigioso, sin embargo no hubo nada de hostilidad, al contrario, todos han sido muy amables, desde la secretaria, pasando por los internos y docentes, hasta el personal del servicio de salud”, dice Paz Ahumada.
Incluso, señala, en el hospital los llaman con cariño “los refugiados”, apodo que no dista mucho de la realidad porque, según comenta Paz Ahumada, no todos se manejaban en la capital, así que todavía están algo ansiosos con los traslados y las nuevas actividades. “Muchos nos habíamos planteado la posibilidad de venir a Santiago a estudiar o trabajar, pero eso es algo que uno planifica con tiempo y no con urgencia, de una semana para otra. Así que estamos muy contentos con la colaboración de todos quienes nos han ofrecido su apoyo porque eso ha permitido que este trance sea menos duro y complejo”, resalta.
Dra. Jimena Maluenda junto a la estudiante de la U. Católica del Maule, Paz Ahumada. |
En tanto, la académica del Departamento de Pediatría y Cirugía Sur de la Facultad de Medicina, doctora Jimena Maluenda, agrega que si bien son miles las personas que han colaborado construyendo casas o yendo como voluntarios a las zonas más afectadas por el terremoto y maremoto, la Universidad de Chile también ha llevado a cabo muchas acciones para prestar una ayuda concreta a las familias que están atravesando momentos difíciles. Una de esas actividades consiste en dar continuidad a la formación de los alumnos de medicina.
“Además, creo que esta ha sido una instancia de aprendizaje para nuestros internos. Me complace observar que ellos han brindado un trato muy cordial y generoso a los nuevos estudiantes lo que refleja, sin duda, el pluralismo y apertura que debe tener una universidad como la nuestra, enfocada a las necesidades del país y no sólo a formar individuos que poseen una profesión”, comenta la Dra. Maluenda.
La pediatra añade que los internos serán sometidos a evaluaciones, tal como si pertenecieran a la Casa de Bello y por tanto tiempo como sea necesario. Por lo pronto, se estima que estarán en los diversos campus clínicos al menos durante seis meses.
Cecilia Coddou |
