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Nº 128 - 22 de marzo de 2010

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Realizan estudio interdisciplinario de  somnolencia y mal dormir en altura
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PULSACIÓN SEMANAL
 
 
Realizan estudio interdisciplinario de  somnolencia y mal dormir en altura
  • En base a un proyecto Fondecyt Regular académicos de las universidades de Chile, Concepción y Antofagasta analizarán si la hipoxia (falta de oxígeno en relación a la demanda de energía) altera los relojes biológicos afectando el ciclo sueño-vigilia y con ello la calidad de vida y el rendimiento laboral.

El 80% de las grandes faenas mineras de Chile se ubican sobre los 3 mil metros, un ambiente “no habitual” para el ser humano. Aunque el individuo sea sano, incluso un deportista, puede tener intolerancia a la altura y dificultad para desempeñarse laboralmente en ella. Entre los efectos a esta exposición se incluyen la somnolencia y fatiga durante el trabajo, así como problemas para dormir mientras se está en reposo, lo que puede traducirse en una mayor tasa de accidentes,  ausentismo laboral y menor calidad de vida.


Dr. Claus Behn

Científicos de las Universidades de Chile, Concepción y Antofagasta, en colaboración con el Proyecto ALMA (Atacama Large Millimeter/Submillimeter Array), llevarán a cabo durante los próximos cuatro años un proyecto de investigación Fondecyt liderado por el Dr. Claus Behn, académico del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Casa de Bello. Utilizando tecnología de punta, desarrollada para el monitoreo de astronautas, se registrarán las señales electrocardiográficas de los operarios que manejan los camiones de 28 ruedas que transportan ida y vuelta las descomunales antenas de alta precisión entre el área de mantención (OSF), instalada a 3 mil metros, y la zona del gran telescopio de radioastronomía, ubicada a 5.050 metros en el Llano de Chajnantor, al interior de San Pedro de Atacama.

Además del registro continuo del electrocardiograma con un holter, que aportará datos sobre la fatiga del músculo cardíaco y también  sobre los movimientos respiratorios, se analizarán los movimientos de los globos oculares, de los párpados y pupilas. “Los equipos que usaremos in situ, de pequeña magnitud y no invasivos, se aplicarán durante el sueño y también mientras los operarios están en plena actividad, sin afectar su reposo ni desempeño laboral. Esto nos permitirá recabar información primordial para determinar  mecanismos involucrados en la generación de la somnolencia durante el trabajo y la falta de sueño durante el reposo”, apunta el doctor Behn.

La falta de oxígeno por menor disponibilidad del gas en altura se ve acrecentada por un aumento en la demanda energética que ocurre debido a procesos de reparación celular. Estos son necesarios y están vinculados con el “stress oxidativo” producido por un incremento en la generación de especies reactivas de oxígeno, entre ellos los radicales libres. “La hipoxia, un estado que tiende a autosustentarse es, por lo tanto, susceptible de ser corregido, al menos en parte, mediante la disminución en la demanda de energía”, comenta el médico.

Los secretos de la luz azul

La hipótesis de los investigadores de la U. de Chile es que en altura no se duerme bien a causa de un defecto en la sincronización de ritmos biológicos, causado posiblemente por una falta en la percepción de la luz. Esto estaría relacionado, a su vez, con el “stress oxidativo” inherente a la hipoxia.

El doctor Behn explica que el ser humano es rítmico y está programado genéticamente para despertarse o dormir de acuerdo a la rotación de la Tierra, es decir, en respuesta a la luz o la falta de ella. En los últimos años se ha descubierto que los relojes biológicos son sincronizados, entre otras señales, por la luz de longitud de onda más corta, específicamente la luz azul. Esta suprime la melatonina, hormona que prepara al organismo para un  buen dormir y que durante el  trabajo, realizado ya sea de día o de noche, debiera estar reducida.

Sin embargo, la supresión de la melatonina por efecto de la luz azul a gran altura ocurre en forma deficiente. De hecho, el defecto en la percepción de esta luz se puede objetivar en base al registro de los movimientos de la pupila, que se contrae ante el estímulo luminoso. Ahora bien, cuando previamente se ha aplicado luz azul y cesa el estímulo, la pupila permanecerá cerrada por más tiempo.“Si en los operarios con problemas para dormir y tendencia a la somnolencia durante el trabajo se constata una percepción inadecuada de la luz azul, se corroboraría la hipótesis sobre el origen de las alteraciones del ciclo sueño-vigilia a gran altura”, comenta el fisiólogo.

En el estudio participan, además del Dr. Claus Behn, los doctores Ennio Vivaldi y María Serón-Ferré de la U. de Chile y los doctores Raúl Jiménez, de la U. de Concepción, y Juan Silva, de la U. de Antofagasta.

Cecilia Coddou