La doctora Marisol Prado considera su experiencia como presidenta de la Fech como indispensable para lo que será su labor como directora de Asuntos Estudiantiles. |
Y lo mejor de este movimiento telúrico, explica, “es que desde hace mucho tiempo buscábamos cómo conectar a los estudiantes con su realidad social. Era una preocupación que conversamos con la decana Cecilia Sepúlveda, con la doctora Ximena González, con distintos académicos, porque veíamos a este alumnado algo aletargado, ensimismado, un poco egoísta, y no es así como uno quiere sentir a este corazón que respira con la sociedad chilena y lo que uno espera de estudiantes de esta Casa de Bello.
Este terremoto nos dejó claro que ese corazón estaba dormido, pero que cuando se lo remece un poco –aunque esto fue un poco más que harto-, despierta con unas ganas infinitas de ayudar. Y aunque fue bastante caótico al comienzo, como los tiempos que se dieron, ahora en un nivel más de descanso están esperando a una autoridad que asuma su rol como ellos quieren que lo haga también la universidad y la facultad”.
¿Cuáles son sus planes para la DAE?
Este terremoto echó por tierra toda la actividad que la DAE venía desarrollando todo este tiempo, cambiando el rol que había asumido. Por eso pienso que áreas como los fondos concursables podrían cambiar su giro. La verdad es que ha sido una entrada brusca, porque los planes que estaban hechos cambiaron de un día para otro, y porque la actividad de la DAE, de la Facultad de Medicina, de la Universidad de Chile y del país ya es totalmente distinta, por lo que el rol que vamos a cumplir es diferente.
La agenda post terremoto es distinta...
La agenda de esta dirección la tiene que dar el pulso del estudiantado. Nuestra labor es canalizar todas las inquietudes que vayan de la mano de la ayuda solidaria y voluntaria que vamos a prestar en las comunidades ya definidas, como son Lolol, Llico y Parral, entre otras, pero también pienso que en adelante la DAE tiene que seguir jugando un rol canalizador de las inquietudes de nuestros jóvenes. Tengo la impresión de que este terremoto también va a cambiar el perfil que la DAE ha tenido todo este tiempo, y eso va a significar una reformulación de su agenda en muchos aspectos que no tengo definidos, y que tienen que ver con el pulso que la universidad, la facultad y los estudiantes vayan a tener.
En este rol nuevo, ¿cuánto peso tiene el papel que desempeñó como la primera presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile en 1997?
Creo que la experiencia ha sido fundamental. Nosotros debimos reinventar los trabajos voluntarios una vez que se refundó la federación y me tocó tener esa vivencia en primera persona, con los errores y los aciertos que tuvo y que va a seguir teniendo. Tener un rol social importante y primordial dentro de la organización estudiantil ha sido fundamental en estos primeros momentos, porque dura toda la vida, como creo que va a ser este voluntariado para los alumnos de hoy.
Para ello, ¿tiene pensado ya a su consejo directivo?
Me planteé el desafío de fijar los objetivos y la visión que estimo que debería tener la DAE, y en ese sentido todavía no he pensado en las personas que podrían y querrían integrar el grupo. Pero, por otro lado, creo que es importante darle protagonismo a las unidades que dependen de esta dirección, como la de deportes, música o bienestar estudiantil, escuchando sus propuestas antes de conformar un equipo.
Y es que, añade, una de las metas fundamentales en las que quiere trabajar es en el abrir puertas para que se den a conocer las innumerables iniciativas promovidas por los estudiantes basadas en su vocación social, “porque es un deber que tenemos como país, el poder generar espacios para que nuestra sociedad respire y vea a través de la universidad”.
Cecilia Valenzuela
Complementando vidas
La doctora Marisol Prado es médico cirujano de la Universidad de Chile, doctora en Psiquiatría y Psicología Clínica de la Universidad Autónoma de Barcelona, gracias a una beca de la Fundación Ford. Primera mujer en asumir como Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), cargo que ejerció entre los años 1998 y 1999. Cuenta que le gustó el programa de la institución española “porque muy parecido al que hay acá, ya que tiene la posibilidad de hacer la especialidad en el Hospital Vall d’hebron y hacer práctica, además de la investigación para la parte doctoral, pero preparan en el área clínica para poder trabajar como siquiatra. Luego la vida me trajo hasta acá, porque primero a mi esposo –que es ingeniero dedicado a la astronomía- le ofrecieron un trabajo en Hawai y nos fuimos para allá, alcancé a dar clases en su universidad; pero después por un tema familiar decidimos regresar a Chile, y conversando con la doctora Sepúlveda se dio esta oportunidad, y era justo lo que yo buscaba, porque siempre quise complementar lo que había sido mi trabajo gremial universitario con la medicina y con la facultad, y siento que este lugar me da las posibilidades de hacer docencia, de adscribirme a la clínica para trabajar como médico o de hacer investigación y también de estar en contacto con los estudiantes, que siempre ha sido un motor fundamental en mi vida”. |
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