Portada
 
Nº 113 - 23 de octubre de 2009

Facultad de Medicina construye su clima ético
Leer más..


Historias para no olvidar
Leer más..

Escuela de Nutrición finaliza proceso de aceditación
Leer más..

PULSACIÓN SEMANAL
 
 

En una iniciativa Única y pionera
Facultad de Medicina construye su clima Ético

  • El objetivo es transformar la convivencia cotidiana rescatando los valores fundacionales de la institución aunque redefiniéndolos de acuerdo a la realidad actual.

El jueves 15 de octubre se presentó formalmente el Proyecto de Etica Institucional de la Facultad de Medicina, una iniciativa pionera dentro del plantel gestada hace cuatro años gracias al trabajo de un grupo multidisciplinario de académicos interesados en promover  e instalar en la comunidad una cultura o clima ético.


Dr. Sergio Valenzuela.

En el Salón Lorenzo Sazie, ante la presencia del prorrector de la U. de Chile, Dr. Jorge Las Heras, y de la decana de la facultad, Dra. Cecilia Sepúlveda, el director del Departamento de Bioética y Humanidades Médicas, Dr. Sergio Valenzuela, explicó que el clima ético es el que define la manera en que se relacionan sus miembros y que, en consecuencia, orienta en forma permanente sus conductas. “En este caso nuestro esfuerzo se dirige a rescatar los valores fundacionales y aquellos que compartimos y declaramos explícitamente como universidad pública y referente cultural e intelectual del país”, planteó.

El médico señaló a la concurrencia que este grupo multidisciplinario, asesorado por expertos internacionales y en base a revisión de material bibliográfico, hizo un diagnóstico interno consultando a docentes, alumnos y personal de colaboración sobre las virtudes imperantes y faltantes, lo que dio origen a un documento preliminar de valores y principios que próximamente será devuelto a la comunidad, con el propósito de que los tres estamentos, mediante talleres específicos, lo enriquezcan y validen.

El director explicó que el nuevo código no pretende reemplazar los documentos ni declaraciones institucionales ya existentes, sino fundamentarlos en valores básicos acordados. “No establece sanciones ni procedimientos disciplinarios y su violación no implica un quebrantamiento de la ley, tampoco responsabilidad legal. El sentido de este esfuerzo compartido se mide en la toma de conciencia de que en aquello en lo que creemos y en lo que hacemos está lo que somos”, apuntó.


Decana Cecilia Sepúlveda junto a la profesora emérita Ana Escríbar.

Según destacó: “Tenemos una deuda con la facultad que nos cobija: la de transformar la convivencia cotidiana, aprender a ser más humanos, tener más paciencia y tolerancia y saber dialogar con todos. No queremos al hombre masa perdido en las instituciones, sino que esperamos recuperarlo junto al valor de la palabra empeñada, la responsabilidad por las acciones emprendidas y la vida con sentido, un sentido vinculado con la facultad a la que se pertenece”.

En tanto, la decana Sepúlveda felicitó al equipo que está trabajando para facilitar la reflexión y conducta ética de una comunidad heterogénea que requiere de ciertas pautas y objetivos. “La universidad ha sido desde siempre la institución encargada de formar profesionales y especialistas en diversas áreas del conocimiento. Hoy debería ser también la encargada de la formación de auténticos ciudadanos, responsables y comprometidos éticamente con la realidad social que los rodea. Confiamos que el paso que hoy hemos dado como facultad refuerce el convencimiento comunitario de que nuestra misión está en juego en este desafío”.

Decadencia o renacimiento

La profesora emérita de la Casa de Bello, Ana Escríbar, quien dictó la conferencia “Personalidad histórica de la Universidad de Chile, crisis y renacimiento” durante la ceremonia de presentación del proyecto, señaló que esta iniciativa es de la más alta importancia. 

En la presentación, la profesora Escríbar se refirió al sinsentido que afecta a la cultura occidental, en el cual se inscribe la crisis de los valores institucionales. Al respecto dijo que la U. de Chile, desde su fundación, ha tenido una identidad marcada por su carácter laico, nacional y público. “Nuestra universidad actualmente atraviesa una crisis que puede constituirse en el punto de partida, ya sea de una decadencia o de un auténtico y fructífero renacimiento”.

De ahí que la comunidad universitaria tendría que repensar cada uno de los rasgos que han determinado su identidad y redefinir el núcleo del compromiso con el país en ellos implicado: “No hay que renunciar a ellos, puesto que representan el fundamento de su excelencia y definen su misión, sino desarrollar el esfuerzo de traducirlos para hacerlos compatibles con una realidad que ha evolucionado (…) éste podría ser el punto de partida para que nuestra universidad alcance una renovada comprensión de sí misma y de sus posibles nuevos aportes al desarrollo humano del país”, planteó.

Cecilia Coddou