En medio de una dura polémica porque este año se redujo el financiamiento de los proyectos Fondecyt de Iniciación, los investigadores de la Facultad de Medicina de la U. de Chile se adjudicaron seis de los 134 que se repartieron en todo el país y que les permitirán fortalecer distintas áreas vinculadas con los ámbitos de la genética, farmacología, fisiología, biología celular, biología del desarrollo y salud pública.
Dr. José Suazo |
El año en curso 13 científicos de la facultad, de hasta 40 años, postularon a estos Fondecyt, logrando un porcentaje de aprobación del 46%. Esto es particularmente relevante si se considera que a nivel global y en comparación al 2008 el número de proyectos aceptados disminuyó del 52% al 31%. “La mantención de la tasa de aprobación de nuestros jóvenes científicos (el año pasado alcanzó al 61%) es indicativa de la calidad de sus propuestas y de las condiciones internas que nos permiten el desarrollo de la investigación”, comentó la decana de la Facultad de Medicina, doctora Cecilia Sepúlveda.
La decana añadió que la reducción en los porcentajes de aprobación es una señal preocupante que plantea la necesidad de contar con una política científica nacional que considere diversas estrategias para aumentar el número de investigadores en el país, de manera que la ciencia chilena sea más competitiva. “No es lógico potenciar la formación de doctores y la renovación académica sin prever los mecanismos necesarios para su inserción en las casas de estudio”, dijo.
Los planteles que obtuvieron más proyectos este año fueron la Universidad de Chile (29), Pontificia Universidad Católica (15), Universidad de Concepción (12), Universidad Austral (10) y Universidad Andrés Bello (8).
En el caso de la facultad, cinco de los investigadores que se adjudicaron los fondos pertenecen al Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM): Dr. José Suazo, del Programa de Genética Humana; Dra. Pamela Romanque, adscrita al Programa de Farmacología Molecular y Clínica; Dr. José Luis Valdés, miembro del Programa de Fisiología; Dra. Alejandra Espinosa, académica del Programa de Biología Celular y Molecular y Dra. Alicia Colombo, integrante del Programa de Anatomía y Biología de Desarrollo. A ellos se suma el Dr. Pablo Ruiz, quien es parte de la Escuela de Salud Pública.
En tanto, la decana señaló que la facultad, a través de la Dirección de Investigación y Tecnología, ha trabajado para difundir entre las jóvenes promesas las alternativas de los concursos y sus convocatorias, asimismo los ha orientado en forma personalizada, ha revisado sus proyectos cuando lo han solicitado y les ha ayudado en la traducción al inglés de las propuestas. Otro tanto ha hecho el ICBM. “La estrategia es lograr las mejores condiciones de desarrollo de los nuevos académicos para atraerlos y mantener un cuerpo docente de excelencia”, apuntó la doctora Sepúlveda.
Dra. Pamela Romanque |
Respecto a la relevancia del concurso la decana valoró estos proyectos porque permiten generar líneas de investigación propias a las nuevas generaciones y expandir la masa crítica del país. Sin embargo, recalcó que los montos asignados (el máximo es de 25 millones de pesos anuales por un máximo de cuatro años) es insuficiente si se considera que muchos de estos jóvenes deben implementar sus laboratorios.
Validando buenas ideas
Por su parte, el tecnólogo médico y doctor en Ciencias Biomédicas, Dr. José Suazo, destacó que los proyectos Fondecyt de Iniciación son una apuesta por la gente joven y sus buenas ideas. “Para quienes estamos iniciándonos en nuestras carreras este concurso nos permite cierto grado de independencia que es difícil de lograr en otras iniciativas y, más allá de los resultados, creo que postular es un excelente ejercicio”.
El académico se abocará a estudiar aspectos genéticos de la fisura labiopalatina: “Es un tema de salud pública. Esperamos que nuestros estudios ayuden en la consejería genética”, explicó.
En tanto, Pamela Romanque, médico y doctorada en Ciencias Biomédicas, con un postdoctorado en Suiza, estudiará los efectos que tiene el protocolo de resucitación hormonal de Papworth en el hígado: “La idea es que este órgano llegue en las mejores condiciones al receptor manteniendo sus reservas energéticas y capacidad de regeneración para que tolere mejor el trasplante”, dijo.
Cecilia Coddou
