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Nº 108 - 15 de septiembre de 2009

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PULSACIÓN SEMANAL
 
 

CÁncer de huesos que afecta principalmente a niÑos y adolescentes
Chilenos investigan nuevos marcadores para osteosarcoma

  • Ello permitiría afinar los protocolos de atención de los pacientes al predecir qué niños tendrán más posibilidades de hacer metástasis y diseñar nuevos medicamentos que combatan vías alternativas, de manera que se pueda reducir el deceso de los menores.

Dr. Mario Galindo

El osteosarcoma es el tercer cáncer más común en niños y adolescentes afectándolos, principalmente, durante la segunda década de la vida. Uno de sus mayores inconvenientes es que no presenta manifestaciones visibles o palpables, más bien se expresa por molestias o dolores que aquejan las extremidades del menor. Muchas veces eso impide un diagnóstico oportuno, favoreciendo la metástasis hacia otros órganos, particularmente los pulmones.

Los pacientes son sometidos a quimioterapia para evitar que el tumor avance y a un tratamiento local que implica cirugía conservadora y la utilización de endoprótesis de titanio. Esto implica que crecen junto con el niño, evitando que se le opere cada vez que la extremidad se desarrolla.

Ahora bien, las estadísticas mundiales indican que el éxito de estos tratamientos bordea el 70%, una cifra que, lamentablemente, se ha estancado en las últimas décadas y que preocupa a los especialistas. “En los congresos y reuniones científicas internacionales sobre osteosarcoma se ha manifestado el interés porque las ciencias básicas asuman un rol más activo en esta materia, de manera que podamos aumentar la sobrevida del otro 30%”, explica el Dr. Mario Galindo, académico del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la U. de Chile.

El académico, con un posdoctorado en la University of Massachussets Medical School, se ha abocado a este tema en los últimos años, gracias a sus estadías en el extranjero y al financiamiento de dos proyectos Fondecyt. “El que culminó recientemente nos permitió estudiar un factor de transcripción, denominado RUNX2, encargado de la diferenciación ósea y de la formación de huesos, hallazgos que fueron publicados en prestigiosas revistas”, dice.

El científico explica que el hueso tiene células que generan preosteoblastos, un tipo de células proliferativas que aumentan en número para producir la matriz ósea. Estas derivan en osteoblastos, que se caracterizan por estar más diferenciadas y hacerse cargo de generar a su alrededor complejos minerales de calcio y fosfato, dándole solidez al hueso. Ahora bien, la evolución del osteoblasto no culmina ahí, se hace aún más diferenciado al quedar rodeado del hueso mineralizado, etapa en que pasa a llamarse osteocito.

“En los niños con osteosarcoma la proliferación se encuentra desregulada, en otras palabras, algunas células fallan en su capacidad de diferenciarse, lo que hace que se mantengan proliferativas y generen tumores”, plantea.

El factor RUNX2 cumple la función de diferenciar a la célula hasta su estado terminal (osteocito) pero, además, inhibe la proliferación. “Por lo tanto, lo lógico habría sido que los niveles de este factor antiproliferativo estuviesen bajos en osteosarcoma, sin embargo nuestros estudios indicaron que estaban elevados. ¿Cómo podríamos explicar esto? Por un lado, se ha demostrado que en algunos pacientes con osteosarcoma hay una amplificación del gen RUNX2, esto significa que tienen más genes que producen este factor y, por otro lado, RUNX2 jugaría un rol en la progresión tumoral en otros tipos de cáncer que hacen metástasis en huesos”, dice.

Según lo anterior, los pacientes con osteosarcoma que expresan bajos niveles de RUNX2 serían los que están en una etapa inicial de crecimiento del tumor, mientras que aquellos que expresan altos niveles del factor tenderían a la metástasis. Es justamente a eso a lo que se está dedicado el Dr. Galindo en la investigación actual, en la cual también participan los doctore Julio Tapia del ICBM y Milena Villarroel, Emma Concha, Jesús Ortega y Juan José Latorre del Hospital Luis Calvo Mackenna (HLCM), centro de referencia nacional en cáncer óseo infantil.

Nuevos marcadores

“Estamos investigando el nexo funcional entre la vía WNT canónica que en ciertos tipos de cáncer, incluido osteosarcoma, está sobreactivada y la sobreexpresion de RUNX2  y su función en progresión tumoral. En este caso RUNX2 activaría más bien a genes relacionados a progresión tumoral y no a aquellos vinculados con diferenciación ósea. Esto haría proliferar el tumor y facilitaría la propagación del foco canceroso”, detalla.

Para ello harán un screening sobre el estatus y nivel de expresión de la vía WNT y de RUNX2 utilizando biopsias de pacientes que se atienden en el HLCM y empleando líneas celulares que se adquieren en bancos internacionales. “Un resultado concreto podría ser que predijéramos el comportamiento de los niños afectados de manera que, por ejemplo, los pacientes con RUNX2 elevado y la vía WNT sobreactivada al momento del pronóstico recibieran un tratamiento más fuerte, ya que sus posibilidades serían menos favorables”, comenta.

Además, de comprobarse el rol de RUNX2/WNT quizás se podrían identificar nuevos blancos quimioterapéuticos para el desarrollo de fármacos innovadores.

Cecilia Coddou