Doctor Hugo Amigo |
De esta manera, un equipo compuesto por académicos del Departamento de Nutrición, la Escuela de Nutrición y Dietética y la Escuela de Salud Pública del plantel, en conjunto con el Centro de Microdatos de la Facultad de Economía y Negocios de la misma corporación, será el encargado de conformar una muestra de 3.500 hogares en cuatro macrozonas del país –norte, centro, sur y metropolitana-, seleccionar en ellos a un entrevistado y aplicarle dos encuestas: “la primera, un recordatorio acerca de lo consumido en las últimas 24 horas, muy detallado; y la segunda, que describe las tendencias de hábitos de consumo en los últimos 15 días”, explica el director técnico de este proyecto, doctor Hugo Amigo, académico del Departamento de Nutrición.
Esta investigación, añade, es un reconocimiento “a nuestra consolidación en las áreas de nutrición y salud pública, y nos posiciona como un referente nacional en la materia”. Por la magnitud y extensión de este trabajo, “aportará antecedentes para la formulación y evaluación de políticas públicas en el área de salud y nutrición en nuestro país, tales como los programas de alimentación, la entrega de productos suplementados y muchos otros, y en un desafío de este nivel de aporte una universidad del Estado no podía estar ausente, pues debe preocuparse de los problemas prioritarios de su población”.
La complejidad de este estudio, explica el doctor, será alta debido a varios factores: los alimentos actuales, que no existían hace tres décadas, como las variedades de leche, los endulzantes artificiales, o el amplio abanico de marcas de productos, cada uno de distinta composición. Además, costumbres que han llevado al aumento de la obesidad, como el consumo de comida rápida.
Uso de tecnología
En todo caso, la realización de estas entrevistas estará en manos de personal vinculado a la salud especialmente entrenado para ello, en un proceso de recolección supervisado por nutricionistas, “para el que esperamos ya no usar encuestas de papel, sino que incorporar tecnologías de comunicación electrónica”. Se llevará a cabo, probablemente, entre los meses de mayo y junio de 2010, previa confección y validación de los instrumentos a utilizar, y considerando variables como el índice de masa corporal del encuestado, mediante la toma de medidas antropométricas, “de manera de poder establecer una asociación, aunque no es determinante, entre la información de hábitos que recojamos, y el estado nutricional de los entrevistados”, añade el académico.
Los datos serán recolectados por el Centro de Microdatos de la Facultad de Economía y Negocios, y el doctor Amigo señala que esperan poder presentar el informe final antes de que finalice el Bicentenario.
Cecilia Valenzuela
Conocer los hÁbitos de
diferentes grupos poblacionales
Según explica el doctor Giorgio Solimano, director de la Escuela de Salud Pública de la Facultad de Medicina, “la realización de encuestas de consumo alimentario es algo que en el mundo se viene haciendo por mucho tiempo, pues entrega cada vez más y mejor información, sobre todo por lo que ha significado el cambio en los patrones de alimentación para la salud de las personas y las poblaciones. En el caso de nuestro país, desde la perspectiva de la salud pública, incluyendo los aportes de la epidemiología, esta tendencia de cambio se asocia al aumento de las enfermedades crónicas no trasmisibles, en que los nuevos estilos de vida son factores de riesgo cada vez más importantes”.
Por ello, añade, “realizar esta encuesta tiene para nosotros una gran importancia, porque nos va a permitir no sólo saber cuanto y la calidad de lo que comemos, sino cómo se comportan diferentes grupos poblacionales, desde los niños muy pequeños hasta los adultos mayores, los hombres y las mujeres, información que valoramos tremendamente”.
Es por esto que, informa, los encargados de este proyecto han estado en contacto con el Minsal y con otras instituciones como Junaeb, Junji y Servicio Nacional Adulto Mayor para aprovechar esta encuesta y obtener el máximo de provecho, “especialmente si ellos tienen interés en obtener información más específica sobre los grupos poblacionales que atienden, para lo que se requerirían submuestras de ellos. Eso es de gran importancia para evaluar estos programas, que son muy extensos, de modo de saber cuál es la situación alimentaria de estos grupos específicos de población”. |
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