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Nº 104 - 19 de agosto de 2009
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PULSACIÓN SEMANAL

elpulso@med.uchile.cl

AyudÓ a disminuir las tasas de desnutriciÓn y mortalidad infantil
Facultad de Medicina despide a uno
de sus mÁs grandes maestros

  • A los 97 años dejó de existir el profesor emérito de la Universidad de Chile, Premio Nacional de Ciencias y Premio Nacional de Medicina, doctor Julio Meneghello Rivera. El destacado académico y pediatra hizo incomparables aportes a la salud infantil del país y a la formación de decenas de generaciones de médicos y especialistas, gracias a sus connotadas investigaciones, publicaciones y textos de estudio.

Doctor Julio Meneghello Rivera

El doctor Meneghello es considerado uno de los pioneros de la pediatría chilena. Ingresó en 1928 a la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile, y mientras aún realizaba sus estudios inició su vida académica, puesto que se desempeñó como ayudante desde el cuarto año lectivo. En 1936 obtuvo su título profesional, luego de lo cual recibió una beca que lo llevó a perfeccionarse en las universidades de Harvard, Johns Hopkins y Cornell, en Estados Unidos.

A su regreso, en 1943, comenzó a trabajar en el Hospital Manuel Arriarán, durante veinte años; con el mismo equipo se trasladó hasta el Hospital Roberto del Río, donde se desempeñó por casi el mismo tiempo. Fue junto a ellos que el doctor Meneghello trabajó para mejorar la situación de la pediatría y de la salud de los niños chilenos. La publicación del libro “La desnutrición del lactante mayor”, en 1949, despertó la preocupación internacional por el tema y fue el inicio de un trabajo que cambiaría la manera de enfocar la pediatría.

En 1950 contribuyó a establecer el Laboratorio de Investigaciones Pediátricos en 1950, el cual originó el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos, INTA. Cinco años después realizó uno de sus aportes más trascendentes para la salud de los niños en el mundo, al impulsar la técnica de hidratación oral en menores con cuadros diarreicos. Además, junto a su equipo de trabajo halló la composición ideal de estos sueros hidratantes, que luego de ciertas modificaciones serían recomendados por organismos como la OMS y Unicef para el manejo de estos pequeños pacientes. La importancia de este trabajo científico y pedagógico fue reconocida por la revista The Lancet, en 1978, como uno de los avances médicos más importantes del siglo para los países en desarrollo.

Estos y otros conocimientos los plasmó en su libro “Pediatría”, publicado por primera vez en 1972 y que hoy cuenta con cinco ediciones, el cual es estimada como clásica en la especialidad y llamada entre los estudiantes, simplemente, como el “Meneghello”.

Doble Premio Nacional

Toda su labor en el campo científico, la formación de numerosos especialistas y sus numerosas publicaciones –más de 260-, son consideradas fundamentales en la pediatría latinoamericana, por lo que en 1995 la Academia Americana de la disciplina le otorgó la distinción Pediatric Education Lifetime Achievment Award –considerado el Nobel estadounidense-, ocasión en que por primera vez se entregó a un profesional no nacido en ese país.

En Chile se consideró que la desaparición de la desnutrición y la caída de la mortalidad se debieron, en gran medida, a su trabajo; esa fue una de las razones por las que obtuvo el Premio Nacional de Ciencias Aplicadas en 1996 y el Premio Nacional de Medicina en 2002.

Desde 1982 presidió la organización privada sin fines de lucro llamada Fundación de Docencia en Salud del Niño, FUDOC –ligada al Colegio Médico- con el propósito de desarrollar un proceso de educación continua destinado al perfeccionamiento científico y técnico de los profesionales que se desempeñan en los programas de salud del niño y la familia, privilegiando los aspectos relacionados con el nivel primario de la atención de la salud. Asimismo, creó y dirigió la revista “Pediatría al día” durante más de dos décadas.

Cecilia Valenzuela