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Nº 102 - 3 de agosto de 2009
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a la salud entre hombres y mujeres
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PULSACIÓN SEMANAL
 
 

U. de Chile investiga sus efectos en la disfunciÓn auditiva central
Trabajadores expuestos a solventes
orgÁnicos sufren pÉrdida auditiva

  • Los más afectados son quienes se desempeñan en la industria de la pintura, calzado, limpieza de ropa e imprentas.

La comunidad científica mundial ha comprobado que los solventes pueden producir pérdida auditiva. De hecho, muchos países desarrollados ya comenzaron a legislar sobre esta materia en consideración a la acción ototóxica que tienen los compuestos orgánicos empleados por la industria.


Adrián Fuente, académico de la Escuela de Fonoaudiología de la U. de Chile y PhD de la
U. de Hong Kong.

“El problema está en que la gran mayoría de las empresas multinacionales relacionadas con la utilización de solventes, como la textil y de calzado, han trasladado sus fábricas a los países en desarrollo, principalmente de Asia, ya que allí la mano de obra es más barata y la legislación vinculada con la salud ocupacional es débil”, señala Adrián Fuente, académico de la Escuela de Fonoaudiología de la U. de Chile y PhD en Audiología de la Universidad de Hong Kong.

El docente se adjudicó un proyecto Fondecyt de Iniciación el año 2008 que le permitirá analizar el daño auditivo central asociado a la exposición a solventes orgánicos. Para ello estudiará a 100 personas expuestas laboralmente a los compuestos y a 100 que no lo están.

“Estudios previos han mostrado que los solventes, además de inducir la pérdida auditiva, pueden dañar las células del oído interno cuando se produce exposición simultánea, tanto a compuestos como ruidos, ya que se genera una acción sinérgica entre ambos agentes”, resalta el fonoaudiólogo.

Si bien los solventes causarían daño auditivo a nivel central, es decir, más allá del oído interno, aún no existe claridad sobre el tipo de disfunción o las pruebas clínicas más sensibles y adecuadas para evaluar a los posibles afectados. De ahí que Adrián Fuente iniciara esta investigación destinada a establecer marcadores electrofisiológicos probables que den cuenta del problema. “Nos interesa instaurar procedimientos preventivos de evaluación clínica, monitoreo y screening auditivo en aquellos trabajadores expuestos a solventes”, resalta.

A las personas enroladas en el estudio se les hará una batería de pruebas audiológicas y un cuestionario en el que se explorarán distintas variables que pueden estar relacionadas con una disfunción auditiva como, por ejemplo, antecedentes médicos y exposición previa a ruidos u otros.

También se medirán los niveles de ruido a los cuales los trabajadores están expuestos y se obtendrán muestras de orina para cuantificar, a través de marcadores biológicos, el efecto de los solventes.

Prevención

“Los estudios previos muestran que las empleados que trabajan con estos compuestos pueden escuchar menos, tener dificultades para entender lo que otras personas dicen cuando hay ruido de fondo y para localizar la fuente sonora. Nuestro interés es determinar en forma temprana cualquier afección, antes de que la sintomatología aparezca y no la podamos remediar”, apunta el fonoaudiólogo.

Adrián Fuente añade que los solventes más comunes a los que la gente está expuesta son estireno, tolueno y xileno que, en el caso chileno, se usan principalmente en la industria de la pintura, calzado, limpieza de ropa e imprenta. Para hacer frente al problema, la fábrica podría regular las fuentes de emisión y los tiempos de exposición de acuerdo a la normativa internacional, así como usar solventes a base de agua que, eso sí, exigen un cambio en la tecnología. También se recomienda al personal usar elementos de protección (ropa especial, mascarillas y guantes que debieran ser lavados por la misma empresa para no contaminar la casa de los operarios) y exámenes preventivos periódicos.

“Este Fondecyt representa una gran oportunidad para continuar con mi línea de investigación, a la que he estado abocado durante los últimos cinco años y con la cual he desarrollado un trabajo colaborativo con las universidades de Hong Kong y Yale y con el Nofer Institute of Occupational Health de Polonia”, comenta Adrián Fuente.

Agrega que los fondos permitirán mejorar el equipamiento del laboratorio de Audiología perteneciente a la escuela y generar otras investigaciones en el área.

Cecilia Coddou