Una página de educación a la comunidad y un registro nacional de casos, son los nuevos instrumentos que se sumarán a la prevención del cáncer cervicouterino, enfermedad que cada año mata en Chile a 650 mujeres y que, paradojalmente, es una de los más fáciles de prevenir. Estas iniciativas se enmarcan en un proyecto FONIS desarrollado por la estudiante del Doctorado en Salud Pública Paola Salas, destinado a determinar la tendencia en la incidencia de lesiones preinvasoras e invasoras. El estudio también apunta a conocer su distribución geográfica, motivar a las mujeres a tomarse el examen de Papanicolau, dar seguimiento a los casos positivos y negativos, generar historiales y saber cuál es la sobrevida de las pacientes.
Estudiante del Doctorado en Salud Pública Paola Salas explica el proyecto |
Una de las primeras acciones fue la creación de la página http://controlcacx.med.uchile.cl , que busca reducir las inequidades existentes en el acceso a la información y poner ésta al alcance de toda la comunidad, incluyendo en ella a hombres, mujeres, niños y educadores. El sitio contiene información sencilla y respuestas a las principales dudas de la población frente al tema, además de una sección especialmente dirigida a los equipos de salud, con publicaciones científicas, foros y acceso a la base de datos. Por otra parte, se construyó un registro nacional de datos del sistema público de salud, con cerca de nueve millones de informes correspondientes a 3,8 millones de mujeres, que ya está en uso en doce servicios de salud. Para confeccionar este registro, se recopiló la información de los laboratorios de todo el país y se capacitó a las matronas de los consultorios en el uso de la web; estas profesionales, por su parte, diseñaron programas para desarrollar estrategias de intervención en la comunidad.
Al analizar los datos, se observó una baja en la tasa de mortalidad, desde 11,8 a 6,6 por cada cien mil habitantes en el período del estudio, que abarcó desde 1990 a 2004. La edad promedio del diagnóstico es a los 50 años, pero con tendencia a desplazarse a edades más tempranas. Se aprecia también un aumento en la cantidad de mujeres que anualmente se toman el Pap, examen que arroja un 2% de casos positivos. La sobrevida de quienes ya presentan un cáncer invasor es de aproximadamente cuatro años.
La matrona Paola Salas enfatizó la importancia de la prevención, puesto que al detectar la enfermedad en su etapa de lesiones preinvasoras, la recuperación es total. En este sentido, advirtió que las mujeres sanas no deben pensar que están exentas de riesgo. Entre los principales factores predisponentes, mencionó el inicio temprano de la actividad sexual (16 años o menos), el tabaquismo, las deficiencias inmunológicas, el haber tenido varias parejas sexuales y también la conducta e historia sexual de la pareja.
Daniela Araneda |
