El Departamento de Formación y Acreditación del Colegio Médico realizó, entre el 27 y 28 de mayo de 2009 un seminario sobre “Calidad y pertinencia de la formación médica”, encuentro en el que participaron representantes de las universidades nacionales, la Academia de Medicina, la Asociación de Sociedades Médicas, Conacem, Asofamech y los ministerios de Educación y Salud.
Doctor Héctor Gatica. |
En la ocasión, se debatió sobre la situación actual de la formación médica de pre y postítulo, así como los mecanismos existentes para asegurar su calidad y congruencia con las necesidades de la sociedad puesto que, según explicó el doctor Octavio Enríquez, presidente del departamento organizador, “hoy, el escenario presenta oportunidades y amenazas que deben ser analizadas en profundidad para proyectar la preparación de los nuevos médicos en el mediano y largo plazo”.
De esta forma, académicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile integraron las diferentes mesas redondas que se realizaron durante el encuentro. Una de ellas, titulada “Cuántos y qué tipo de médicos tiene y necesita Chile, y su proyección vinculada al desarrollo del país”, fue integrada por los doctores Andrés Heerlein, académico del Departamento de Psiquiatría Norte, en su calidad de presidente de Asocimed; Carlos Montoya, de la Escuela de Salud Pública, y Héctor Gatica, subdirector de Programas de Título de Especialista de la Escuela de Postgrado de nuestro plantel. Además, participaron los doctores Patricio Rojas, vicedecano de la Facultad de Medicina de la Universidad Diego Portales; Vicente Valdivieso, profesor emérito de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Jaime Peña, presidente de la Asociación de Estudiantes de Medicina de Chile.
Reforzar la atención primaria
Los panelistas coincidieron en que tanto el nivel de calidad de la atención, como la determinación del número de especialistas –en las diferentes disciplinas médicas- que necesita el país depende de diversos factores de análisis, particularmente del tipo de sistema de salud vigente, pues, por ejemplo, en Cuba hay cinco médicos por cada 1.000 habitantes, cifra que en nuestro país es de 1,5X1.000. Así, por ejemplo, el número “ideal” podría variar si disminuyera la exigencia de atenciones por hora para los médicos de los centros asistenciales público, o disminuir si el modelo de trabajo reforzara la labor preventiva de profesionales de la salud como las enfermeras o las matronas.
En ese punto, la ponencia del doctor Gatica demostró los resultados contrapuestos que pueden mostrar dos modelos distintos para predecir la cifra necesaria de médicos en una misma población, por lo que es necesario considerar variables como las decisiones normativas por tomar –en materias como el impacto de las nuevas tecnologías, provisión de cuidados médicos y no médicos que se ofrecen, expectativas públicas sobre la salud-, la productividad médica que se considerará como aceptable y el nivel de salud poblacional deseada. Añadió que las universidades deben estudiar modelamientos posibles que puedan ayudar a estimar, con un grado de incertidumbre acotado, la cifra de médicos que requiere el país.
Por ello, todos los expositores concordaron en la necesidad de reforzar los equipos de salud en la atención primaria con todos los profesionales de la salud, de manera que puedan ser resolutivos y, así, no sólo ofrecer un mejor servicio a los pacientes sino que la posibilidad de descongestionar las urgencias y los hospitales, con un mejor uso de los recursos financieros y humanos.
Cecilia Valenzuela
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