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Nº 94 - 1 de junio de 2009
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PULSACIÓN SEMANAL

elpulso@med.uchile.cl

DespuÉs de 47 aÑos de trayectoria cientÍfica y acadÉmica.
Una ovaciÓn de pie para los doctores Allende y Connelly

  • El Premio Nacional de Ciencias 1992 y actual vicerrector de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Chile, junto a su esposa, cierran su laboratorio en la Facultad de Medicina, pero seguirán sembrando el amor por la investigación en el corazón de los niños.

Tres visiones para un solo legado. Colegas y discípulos, una profesora agradecida, su familia. El doctor Jorge Allende y su esposa, la doctora Catherine Connelly, cerraron el que fuera su laboratorio científico en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile por 47 años y ésta, su casa, les hizo un homenaje para reconocer y agradecer su aporte a la ciencia y la educación nacionales, encuentro que se realizó el 29 de mayo de 2009 en el Aula Magna del plantel.


Doctores Norbel Galanti y Jorge Las Heras; profesor Víctor Pérez, rector de la Universidad de Chile; doctores Catherine Connelly, Cecilia Sepúlveda, decana de la Facultad de Medicina; Jorge Allende y Jorge Babul.

Quienes trabajaron con ellos encontraron al mejor representante en el destacado doctor Gordon Sato, investigador en el área de biología celular e integrante de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos. Era una sorpresa para los homenajeados pero, en realidad, fue un regalo para todos los asistentes; sus palabras, sencillas, dieron en el clavo al decir que los doctores Allende y Connelly podrían haber hecho mucho por la ciencia y por sí mismos en alguna prestigiosa institución norteamericana, pero que, al venirse a Chile, hicieron mucho por la humanidad, dada la grandeza de su aporte. Y él sabe de renuncias: el doctor Allende, emocionado, recordó que el doctor Sato dejó un prestigioso puesto en Estados Unidos para irse a Eritrea, en África, a sembrar un millón de manglares, para alimentar a las cabras y así mejorar la situación de esta población en extrema pobreza.

El Programa de Enseñanza de Ciencias Basada en la Indagación , ECBI, encontró la poesía y la justicia a sus méritos en boca de la profesora Soledad Huaiquiñir, docente de la Escuela Ignacio Carrera Pinto, de la comuna de Lo Prado, pues comparó la educación con un viaje en barco, que requiere de un especial valor, pero que llevará a un niño muy lejos sobre las aguas. Pero también reconoció sus iniciales inquietudes respecto a la búsqueda de mejores herramientas formativas; su cautela frente a esta nueva estrategia de enseñanza y, por último y por siempre, su continua comprobación de las ventajas de este método ya que, ante todo, entrega una nueva visión de vida a los escolares.


Profesora Soledad Huaiquiñir, docente de la Escuela Ignacio Carrera Pinto, 
comuna de Lo Prado.

La sangre y el corazón

Su familia ocupó las voces de uno de sus hijos, el también científico, doctor Miguel Allende biólogo y director del Núcleo Milenio Centro de Genómica de la Célula , quien recordó las ranas blancas en una bañera de su infancia y la gen – ética consanguínea, simplemente un sentido ético que traspasa todo quehacer- y la de una emocionada esposa, madre y colega, la doctora Connelly, agradecida por toda una vida de labor junto a “una gringa como yo”.

Su otra familia, la de la Universidad de Chile, designó al doctor Galanti, director del Instituto de Ciencias Biomédicas, para recordar toda una trayectoria dedicada no sólo a la investigación, sino a la formación de nuevos científicos, la divulgación del conocimiento y a consolidar iniciativas de intercambio de experiencias. Pero también a la doctora Cecilia Sepúlveda, decana de la Facultad de Medicina, para reconocer en ellos a quienes soñaron con utopías posibles, mezclando visión, esfuerzo y perseverancia, por lo que celebró también a la institución, por ser capaz de convocar a ejemplos como los suyos. Y, por último, al profesor Víctor Pérez, su rector, quien destacó en los doctores Allende y Connelly su capacidad para buscar y mostrar nuevos senderos de la ciencia y de la vida a discípulos y a escolares.


Doctores Catherine Connelly, Gordon Sato, Jorge Allende y Marc Van Montagu, presidente de la Federación Europea de Biotecnología.

Ya el doctor Allende no tenía mucho que decir. Después de otros recuerdos de sus colegas, como el doctor Jorge Babul, presidente del Consejo de Sociedades Científicas de Chile, y la doctora Marta Gatica; y de sus tesistas, como los doctores Adela Tarragó y Juan Olate, sólo quedaba confirmar que su autobiografía está esperando las palabras finales, aquellas que dedicará, de ahora en adelante, a seguir sembrando el amor por la ciencia en los niños.

Cecilia Valenzuela