Doctor Otto Dörr. |
Desde que el doctor Otto Dörr regresó a Chile en 1981, tras haber permanecido en Alemania como profesor invitado de la Universidad de Heidelberg durante tres años, no ha dejado de viajar al extranjero, ya sea para asistir a congresos, dictar conferencias o impartir clases durante períodos más extensos. De hecho, el año pasado fue profesor visitante de la Universidad de Leipzig durante un semestre.
El reconocido psiquiatra señala que ello le permite representar a la Universidad de Chile en el extranjero y así mantenerla vigente en el mundo. “Además, esto nos ayuda a generar lazos para hacer investigaciones conjuntas con otros países y abre posibilidades para que nuestros becados puedan especializarse al extranjero, tal como ha ocurrido con varios de ellos”, resalta.
El doctor Dörr, quien es Maestro de la Psiquiatría Chilena, estuvo a fines de marzo en Heidelberg participando en un simposio sobre enfermedades del ánimo realizado en honor del doctor Christoph Mundt, quien jubiló como catedrático de ese plantel. En el Aula Magna, que data del siglo XVIII, se llevó a cabo el encuentro donde se dieron cita importantes especialistas de Europa, Latinoamérica y Estados Unidos. De este último país asistió, por ejemplo, el doctor Hagop Akiskal, quien fue calificado por el profesor Dörr como el “investigador más reconocido en el campo de las enfermedades del ánimo”.
Rilke y la melancolía
En la oportunidad el doctor Dörr dictó la penúltima conferencia del simposio que tituló “Sobreponerse: el camino de Rilke para superar la melancolía”. Según explica, los episodios depresivos en los genios son distintos a los que se desatan en la enfermedad propiamente tal, pues no presentan alteración de los ritmos ni ideas suicidas; ellos se caracterizan fundamentalmente por el apagamiento de la fuerza creativa, lo que provoca en el genio gran desesperación y sufrimiento . A través de su poesía Rilke propone una actitud de resistencia, así como la necesidad de sobreponerse a la melancolía ya que, a su entender, después de los momentos oscuros siempre se produce un vuelco y aparece la luz en el horizonte”, dice.
Asimismo, el poeta señalaba que este vuelco no era espontáneo ni permanente, sino que debe ser de algún modo “trabajado” por el propio sujeto, quien debería estar dispuesto a superar la melancolía tantas veces como ella se presente.
Logopatías y timopatías
En tanto, durante su visita a Madrid, efectuada a mediados de abril, el doctor Dörr impartió la conferencia “Logopatías y timopatías: hacia una nueva conceptualización de las enfermedades endogénas en psiquiatría”, en el marco del simposio internacional Evidencia y Experiencia en Psiquiatría.
“La medicina basada en evidencia es importante, no cabe duda, pero no hay que olvidar la otra medicina, ya que no todo es cuantificable, particularmente en psiquiatría, donde es difícil medir lo inmedible”, apunta el doctor Dörr.
El especialista ha estado trabajando durante los últimos años en agrupar las enfermedades endógenas, caracterizadas por carecer de una base orgánica demostrable, en dos grandes áreas: logopatías, en las cuales se ve afectado el pensamiento y lenguaje, muy propio de las esquizofrenias, y las timopatías, vinculadas con los trastornos del ánimo, tales como la psicosis maniaco depresiva o enfermedad bipolar, las distintas formas de depresión monopolar y los trastornos ansiosos.
“El síntoma fundamental de la esquizofrenia es la perturbación del pensamiento y del lenguaje y lo interesante es que la enfermedad surge como una modificación genética contemporánea de la mutación que permitió al hombre el acceso a la palabra . Ahora, visto desde la ontología fundamental de Heidegger, la esquizofrenia aparece como una perturbación de uno de los dos modos fundamentales de estar el hombre en el mundo, cual es la comprensibilidad, la interpretación como apropiación de lo comprendido y el lenguaje como la articulación de ambas”, acota el doctor Dörr.
Cecilia Coddou
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