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Nº 90 - 5 de mayo de 2009

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PULSACIÓN SEMANAL
 
 

SegÚn investigaciÓn realizada por Sodexho Pass y Universidad de Chile
Trabajadores chilenos no estÁn conscientes de su exceso de peso

  • Un estudio publicado en la Revista Médica de Chile revela que los trabajadores tienen una alta prevalencia de hábito tabáquico y de sedentarismo, además de una marcada subvaloración de su exceso de peso.

La obesidad y el sobrepeso afectan a más de 1.000 millones de personas en el mundo, tendencia a la que no está ajena la población chilena que consume alimentos poco saludables y que, además, es sedentaria. De hecho, en la Encuesta Nacional de Salud del año 2003 se mostró una alta prevalencia de obesidad, hipertensión arterial, hipercolesterolemia, intolerancia a la glucosa, síndrome metabólico y riesgo cardiovascular.


Doctor Eduardo Atalah

Por otra parte, Chile cuenta con una información limitada sobre el estilo de vida que caracteriza a su fuerza laboral, por ello profesionales de la empresa Sodexho Pass , asesorados por el doctor Eduardo Atalah, académico del Departamento de Nutrición de la Facultad de Medicina de la U. de Chile , realizaron un estudio en 1.745 trabajadores que se desempeñaban en las regiones Metropolitana y de Valparaíso.

Los participantes de la investigación pertenecían a 10 empresas privadas, mixtas y públicas. “Se propuso realizar a todos los funcionarios un control de salud estandarizado y gratuito, asegurando la confidencialidad de la información”, explica el profesor titular de la U. de Chile.

Asimismo, se estimuló al personal a inscribirse voluntariamente en un programa de promoción de la salud al interior de su empresa que consideraba una encuesta inicial, mediciones antropométricas, muestra de sangre y la posterior entrega de resultados a cada sujeto inscrito.

La encuesta, explica el doctor Atalah, incluía datos demográficos, antecedentes mórbidos, autopercepción de estado nutricional, tabaquismo (se clasificó en fumador o no fumador), sedentarismo (personas que realizaban actividad física menos de tres veces por semana durante media hora) y características de la alimentación, en que se añadieron consultas sobre hábitos alimentarios.

Sedentarismo y obesidad

Los resultados de la investigación indicaron que las personas estudiadas, con un promedio de edad de 38 años y que tenían un buen nivel de educación profesional o técnica, presentaban una alta prevalencia de sedentarismo y tabaquismo. “El 60% de los participantes tenía exceso de peso y más del 30% obesidad abdominal. En tanto, la presión arterial y la glicemia promedio se hallaban en un rango normal aunque el colesterol total era muy cercano al límite superior aceptable”, comenta el médico.

Por otra parte, la encuesta reveló que había una baja frecuencia en consumo de frutas, verduras, lácteos, pescados y leguminosas. En cambio, en todos los grupos se observó una elevada ingesta de pasteles y frituras. “A pesar de tratarse de una población relativamente joven se encontró una alta prevalencia de hipertensión arterial, hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia, la mitad de los cuales no estaba diagnosticada”, plantea.

Uno de los aspectos más significativos del análisis fue que más de un tercio de los encuestados mostró una apreciación equivocada sobre su estado nutricional . “Los errores más frecuentes se observaron en los obesos, el 70% de ellos no se consideró como tal y en los sobrepesos, el 26% estimó que su peso era el adecuado”, resalta.

En tanto, casi el 30% de las personas de peso normal también tuvo una percepción errada: las mujeres tendían a considerar que estaban excedidas y los hombres con déficit.

¿Cómo enfrentar el problema?

Frente a la altísima prevalencia de sedentarismo, el doctor Atalah plantea que deberían generarse iniciativas que fomentaran la realización de actividad física durante la jornada de trabajo, cuyos beneficios no sólo se reflejan en la salud, sino que también mejoran el clima laboral y refuerzan el vínculo con la empresa.

En tanto, el estudio también permitió constatar que el 17% de los trabajadores desayunaba menos de tres veces por semana, lo que se asocia a una disminución en la concentración, una baja en la capacidad para procesar información y en la productividad laboral, así como en el aumento de riesgos de accidentes.

“Dada la alta frecuencia de trabajadores que almuerza en los casinos de estas empresas, debiera aprovecharse ese tiempo para educar en una alimentación saludable. No hay que olvidar que la mitad de los encuestados sustituía la comida por una once, lo que implica que no incorporaba frutas ni verduras en la ingesta nocturna”, plantea.

El doctor Atalah añade que si esta conducta es habitual en los chilenos valdría la pena promover una once saludable que incluyera verduras, panes integrales, carnes magras o lácteos descremados. “Es más fácil mejorar un hábito que instaurar uno nuevo”, dice.

Finalmente, el académico plantea que estos resultados demuestran que es necesario implementar políticas públicas que promuevan estilos de vida saludables a través de todo el ciclo vital y que fomenten el chequeo médico anual en las empresas para prolongar la salud de quienes aún están sanos y mejorar las patologías de los enfermos. “Un trabajador sano es la base de una empresa sana”, puntualiza.

La investigación , publicada en la Revista Médica de Chile, fue desarrollada por Rinat Ratner, Jimena Sabal, Paulina Hernández y Dangella Romero.

Cecilia Coddou