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Nº 89 - 27 de abril de 2009

Conversaciones con Hipócrates
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PULSACIÓN SEMANAL
 
 

Nuevo libro del doctor Alejandro Goic,
presidente de la Academia Chilena de Medicina

Conversaciones con HipÓcrates

  • Este título completa una tríada de obras del autor dedicada a reflexionar acerca de la ética y el humanismo en el saber y la práctica médicas.

En épocas en que las cadenas farmacéuticas se coluden para fijar los precios de los medicamentos para luego admitirlo sin pedir disculpas y estableciendo un impenetrable sistema de compensaciones; en semanas en las que diversos prestadores de salud presentan diferencias injustificables en sus exámenes de laboratorio, aduciendo el normal funcionamiento del mercado; en un país en el que la perspectiva correcta para analizar estos hechos pareciera ser sólo la económica y no la moral, el doctor Alejandro Goic, Premio Nacional de Medicina, presentará su libro “Conversaciones con Hipócrates”.


Doctor Alejandro Goic

Este título completa una tríada que partió con el libro “El fin de la medicina” –en el cual el autor analiza el aspecto ético del ejercicio profesional como un pilar indispensable que sustenta el saber en este oficio-, y que continuó con “Grandes médicos humanistas”, en el que recopila el ejemplo de figuras históricas connotadas que sobresalieron por el sentido humano y social que dieron a esta vocación, como el doctor Albert Schweitzer.

“Conversaciones con Hipócrates” nace de la profunda inquietud del actual presidente de la Academia Chilena de Medicina respecto a la falta de comprensión que detecta, no sólo en las nuevas generaciones de médicos, respecto de los profundos valores que propugna el juramento que consagra esta profesión. “Y en razón de que ha habido mucha discusión pública sobre problemas de ética médica estos últimos años, decidí indagar en los escritos y tratados de los hipocráticos aquellos juicios relativos a la clínica y a la ética que pudieran dar fundamento a la afirmación que señala que todo lo que hacemos hoy frente a nuestros pacientes, en lo esencial, tiene sus orígenes ciertos en la Grecia antigua”, explica.

Conversando con el doctor Goic

A su juicio, el juramento hipocrático pone de relieve valores éticos que antes de su tiempo no existían en esa expresión formal, pero que siguen teniendo validez hasta hoy, como el respeto a la vida humana, expresado en las frases de “a nadie daré droga mortal aunque me la pida” y en “a mujer alguna colocaré un pesario abortivo”, temas centrales de la discusión ética actual. “Y mi segundo pensamiento fue buscar la forma de presentar de manera más atractiva estos temas, que en general son densos y difíciles, sin perder fidelidad ni fuerza. Por eso elegí escribirlo a modo de un diálogo imaginado, bajo la suposición que Hipócrates está al tanto de todos los avances científicos de la medicina, así como de las reflexiones que ha habido en el campo de la ética médica hasta hoy, de modo tal de establecer esta conversación en los tiempos modernos”, añade el doctor Goic.

De esta manera, el autor y el padre de la medicina dialogan acerca de diversos tópicos científicos y valóricos, situando cada encuentro verbal en algunos de los lugares geográficos en los que se supone que Hipócrates ejerció su profesión.

- ¿Cómo se analizan los dilemas que pueden surgir en casos excepcionales, como el el aborto de una mujer violada y el respeto a la vida?

- En el juramento hipocrático están los principios generales, como es el respeto a la vida humana, de los cuales se derivan muchos otros que se hacen carne en las situaciones particulares, por lo que un médico, enfrentado a un caso excepcional, tiene que analizarlo en su propio mérito y en sus propias circunstancias. Ese análisis no es fácil y existen circunstancias límites en los que no es posible emitir un juicio moral categórico sobre la decisión que adopte una mujer en la situación que usted plantea. Pese a lo deleznable de una violación, está en juego el principio del respeto por la vida de un ser humano en gestación que no tiene culpa en el hecho y sus consecuencias. Fue una de las reflexiones más difíciles, porque es un asunto éticamente muy complejo. La solución aparentemente fácil es el aborto, pero sabemos que, por una parte, éste es riesgoso aunque se lleve a cabo en las mejores condiciones sanitarias y técnicas y, por otra, añade un estrés psicológico y emocional para la mujer que ya sufrió el agobio de una violación y del subsecuente embarazo. ¿Qué pasa cuando la victima de violación es una niña en que el embarazo es de alto riesgo o una mujer que no está en pleno uso de sus facultades mentales? Hay elementos de análisis difíciles de resolver éticamente. Cada caso particular merece un cuidadoso examen en el marco de principios éticos generales.

En la misma materia, pero abordando el aborto terapéutico, el doctor Goic señala que los tratados hipocráticos no hacen referencia al tema, pero que el sentido clásico del término, entendido como la interrupción del embarazo que se hace por el riesgo de vida de la madre y el niño, es éticamente legítimo: “si un médico no actúa frente a un embarazo tubario complicado, por ejemplo, estaría faltando a su deber profesional. Pero lo que ocurre es que hay quienes se quieren apropiar del término “aborto terapéutico” para incluir otras circunstancias y condiciones que no tienen que ver con su sentido original; esa ambigüedad es la que ha generado posiciones encontradas”.

- ¿Alguna vez Hipócrates lo contradijo, o él a usted?

- La verdad es que no lo contradigo, pero sí a veces lo pongo en jaque; por ejemplo, mostrándole los argumentos de algunos autores que dicen que los médicos hipocráticos ejercía una medicina paternalista, pero él me responde, contra argumentando con citas textuales de los tratados hipocráticos que, a su juicio, desmienten esa aseveración.

Proyección del saber sobre un fin ético de carácter práctico

Al finalizar “Conversaciones con Hipócrates”, el doctor Goic plantea un contraste “entre lo que podríamos llamar la medicina de inspiración hipocrática y la de inspiración tecnocrática, en la cual se cree que la atención médica y de salud es un tema netamente administrativo, técnico y económico, que lo es, pero se omite que también es un tema moral”. Así, recuerda una frase del texto perteneciente a un estudioso de la cultura griega, que dice que la medicina es “una proyección del saber sobre un fin ético de carácter práctico”. “Eso es lo que trato de enfatizar: que la ética no es un adorno, sino que es consustancial al ejercicio de nuestra profesión y que los médicos, quiéranlo o no, en su práctica profesional se van a ver enfrentados a dilemas éticos que deberán resolver. Esa raíz ética y asistencial de la medicina presente en la Grecia antigua, en Hipócrates y su escuela, es lo que se echa de menos en la actual organización de la atención de salud que parece más bien inspirada en criterios tecnocráticos”.

Cecilia Valenzuela