El Premio Nacional de Ciencias, doctor Jorge Allende, le tiene envidia a los adolescentes. No de su lozanía ni de su desparpajo, sino de que tienen toda la vida para aprender y participar de los nuevos avances que la biología hará al conocimiento de la vida humana, así como él lo ha hecho en las últimas décadas.
El doctor Jorge Allende respondió todas las inquietudes de los asistentes. |
Lo admitió en el tercer punto de su conferencia “Visión y experiencia personal de la historia de la biología molecular”, realizada el 6 de marzo de 2009 en el marco de las actividades de bienvenida a los nuevos alumnos de la Facultad de Medicina que organiza la Dirección de Asuntos Estudiantiles. En los puntos previos demostró, con hechos y cifras, el por qué nuestro plantel es el mejor del país en la formación de profesionales de la salud, así como las razones que explican que los últimos 50 años se conozcan como la edad de oro de la biología molecular y la medicina.
“Ustedes ingresaron a una institución de excelencia de la que deben sentirse orgullosos. Uno de los indicadores que demuestra la calidad de una universidad es el nuevo conocimiento que produce, porque así sus académicos no se remitirán a repetir conceptos aprendidos en libros, sino a transmitir sus avances respecto de lo que no se sabe, aquello sobre lo que se están buscando respuestas”, explicó en la primera parte de su clase, llamando a los jóvenes a cuestionar todo y no aceptar dogmas.
Por eso, reafirmó sus dichos informando que el 31% del total de artículos ISI publicados en el país entre los años 2003 y 2008 pertenecen a investigadores de la Universidad de Chile; que el 31,6% de los proyectos Fondecyt aprobados en la última versión son de nuestra casa de estudios y, específicamente, el 61% del total de proyectos del área de Ciencias Médicas son de autoría de académicos de nuestra facultad. Que ese resultado se traduce en un altísimo índice de impacto en cuanto a número de veces que es citada una publicación, por lo que estamos en el lugar 27 de todo el mundo.
Viaje en la línea de la ciencia
Doctor Jorge Allende, Premio Nacional de Ciencias. |
Ya en el motivo central de su conferencia, el doctor Allende recordó los hitos más relevantes en los últimos 50 años de la biología molecular, desde 1944, cuando Oswald Avery descubrió que el ADN es el portador de la información genética; conocimiento básico para que, poco después, se descubriera que el ADN codifica para RNA, el cual sustenta la formación de proteínas. Así, realizó un viaje en el que recordó no sólo hechos estos avances, y otros, que llevaron a fines de la década de los ' 60 quedaran instalados los cimientos conceptuales que posibilitarían la ingeniería genética. Todo esto salpicado con sabrosas anécdotas del doctor Allende con los insignes científicos que hicieron posible este conocimiento, varios de los cuales –como Watson, uno de los descubridores de la doble hélice del ADN- hicieron sendas conferencias en nuestra Facultad de Medicina.
De este modo, llegó a los ‘80 y los primeros ratones y plantas transgénicas, la invención de la técnica del PCR como amplificadora infinitas veces del ADN y el inicio de lo que sería la secuenciación del genoma humano, el cual se concretaría el 15 de febrero de 2001. “En 60 años la biología ha avanzado en la tarea de entender la vida, bajo la premisa griega de “conócete a ti mismo”. Por eso hoy tenemos ya escrito un libro de 3.000 millones de páginas ya escrito, que podemos leer pero no entender. Así nos enfrentamos a un cambio de paradigmas, pasando de un reduccionismo extremo a un enfoque holístico, que nos desafía a enfrentarnos a una apabullante complejidad, por lo que se necesitan quienes, con una visión amplia, integren esta información en algo que haga sentido”.
Al momento de las preguntas, los “mechones” no se quedaron atrás. Inquietudes como el rol de los priones en el dogma central del ADN –que codifica el RNA- o cuánto del porcentaje del ADN humano se sabe para qué sirve. Buenas interrogantes para un envidioso, que respondió con la generosidad de un Premio Nacional.
Cecilia Valenzuela |
