Portada
 
Nº 79 - 9 de enero de 2009

Exitosa matrícula de “mechones”
Leer más..

Sector no fumadores: el mito
Leer más..

Contamos con el liderazgo y apoyo de la Universidad de Chile
Leer más..

PULSACIÓN SEMANAL
 
 

Primer recinto asistencial pÚblico
con atenciÓn personalizada del parto

  • En el Hospital San Juan de Dios se atienden anualmente más de 4.000 nacimientos en condiciones similares a las clínicas privadas, ofreciendo para ello privacidad, afectividad y respeto a la familia.

La calidad de la atención a las personas que han dado a luz en el Hospital San Juan de Dios (HSJD) se hace notar. De hecho, el Servicio de Obstetricia y Ginecología es el más felicitado del recinto asistencial y esto se debe a que el equipo de salud ha trabajado arduamente desde hace varios años para ofrecer una atención integral y personalizada del parto.


Familia contempla al recién nacido en una de las salas individuales habilitadas
por el Hospital San Juan de Dios.

El año 2007 se hicieron reformas en infraestructura para instalar cinco salas de preparto individuales que han brindado privacidad a las pacientes y sus familiares. El espacio es lo suficientemente amplio como para que la madre pueda caminar si desea hacerlo, sentarse en un sofá si no quiere estar recostada, efectuar algunos ejercicios en el balón kinésico o esperar tranquilamente junto a su marido o acompañante el alumbramiento.

El nacimiento ocurre en la misma sala gracias a que está acondicionada con todos los equipamientos necesarios para monitorear a la paciente y su hijo, así como para llevar a cabo el parto. “Este es un momento muy especial para la familia que debe ser grato, feliz e inolvidable. En ese sentido nuestras pacientes han valorado mucho la intimidad que les estamos brindando y la atención personalizada del equipo”, señala el jefe del Servicio de Obstetricia y Ginecología del HSJD, doctor Pedro Ramírez.

El especialista resalta que la matrona que recibe a la madre está con ella hasta que nace su hijo. Este acompañamiento longitudinal seguriza a la embarazada y le permite establecer un vínculo estrecho con quien estará encargada de prestarle apoyo asistencial, darle confort, tranquilidad, relajarla y ayudarla a mitigar su dolor.


Doctor Pedro Ramírez y la matrona jefe, Raquel Honorato.

Asimismo, resalta que en la Maternidad se atienden alrededor de 17 partos diarios: “Estamos abocados a que el proceso sea lo más natural posible, de manera que la intervención médica sólo se efectúe cuando los casos lo requieran. Por eso, por ejemplo, ya no estamos aplicando suero para apurar el trabajo de parto, a no ser que sea estrictamente necesario, y la epidural, que está contemplada en el AUGE, se coloca siempre y cuando la madre la desee”.

Los logros del servicio están directamente relacionados con las capacitaciones que ha recibido el equipo en los últimos años, las cuales se inscriben en el concepto de parto humanizado o poco intervenido en que la mujer vive el nacimiento como un acontecimiento natural donde prima el afecto y la seguridad.

“Dentro de los recintos asistenciales públicos somos pioneros en brindar este tipo de atención y estamos muy contentos porque esto se enmarca en el programa transversal Chile Crece Contigo que se orienta a proteger al niño y ofrecerle un mejor futuro a las nuevas generaciones”, resalta el doctor Ramírez.

Los hitos del camino

En la década de los '90 se iniciaron las primeras aproximaciones del HSJD a los conceptos de atención personalizada, lo que estuvo relacionado con el programa mundial de la UNICEF conocido como Hospital Amigo. Ello sirvió para potenciar la lactancia materna, darle al padre un rol activo durante el parto, fomentar el apego e ir haciendo las primeras modificaciones físicas del recinto asistencial.

“Lo más importante es que todos quienes atendemos a la madre y su familia estamos en sintonía y, en ese sentido, me gustaría destacar el rol del doctor Miguel Puxant, actualmente director del Departamento de Obstetricia y Ginecología Occidente de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, quien supo sensibilizarse con el tema desde un inicio y apoyar nuestra capacitación generando cursos que fomentan la relación empática con la madre”, señala la matrona jefe del servicio, Raquel Honorato.

La profesional destaca que cambiar la actitud del personal ha sido un trabajo largo pero muy reconfortante, sobre todo, por los buenos resultados obtenidos. “Las clases que hemos recibido no sólo se han centrado en conceptos teóricos, han apelado a nuestras emociones y vivencias. Así hemos aprendido técnicas de relajación, los puntos específicos del cuerpo para mitigar el dolor, cómo hacer masajes a madres y niños, hipnosis, terapia corporal y la relevancia sicológica del vínculo”, comenta la matrona jefe.

Esto se ha logrado gracias al trabajo mancomunado de la universidad y el hospital, dos instituciones públicas que persiguen un mismo objetivo: darle una mejor calidad de vida a la población basados en la excelencia académica y asistencial.

Ver Más Detalles

Cecilia Coddou