Sabiduría, extrovertismo, alegría, sencillez. Esas son algunas de las descripciones con las que egresados de la generación 2007 de la Escuela de Fonoaudiología definieron a cada uno de los 35 jóvenes que el 27 de noviembre de 2008 recibieron su título profesional, en un bello diaporama con el que recordaron y concluyeron su etapa de formación.

La generación 2007 de la Escuela de Fonoaudiología.

En una ceremonia efectuada en el Aula Magna “Doctor Gabriel Gasic” de la Facultad de Medicina, la directora de la escuela, profesora Zulema de Barbieri, destacó el sello propio de la Universidad de Chile en la preparación recibida: “Este sello los destacará por ser profesionales capaces de actuar en escenarios complejos de manera pertinente, con compromiso ciudadano, y sus decisiones se sustentarán sobre la base de su formación científica y ética”.

Por su parte, la decana de la institución, doctora Cecilia Sepúlveda, resaltó la labor de la Escuela de Fonoaudiología, pues “ha afrontado con visión estratégica los desafíos de la disciplina y, en consecuencia, exhibe relevantes logros y altos estándares en sus actividades. Ad portas de iniciar un programa de postgrado de envergadura como es el Magíster en Trastornos de la Comunicación en Niños y Adolescentes, las expectativas de desarrollo son muy auspiciosas. Por otra parte, su destacada participación en el proceso de innovación curricular no sólo es un signo de compromiso institucional con el progreso de nuestras carreras de pregrado, sino también una muestra de la proactividad y liderazgo que la distingue.”

A nombre de los egresados, Consuelo Ramos agradeció la “desinteresada, sincera y dedicada manera de nuestros profesores de traspasarnos sus conocimientos y principios como auténticos maestros. Gracias por no conformarse sólo con enseñarnos, sino que buscar que tras cada lección existiese un aprendizaje que promoviera nuestra formación integral como personas”.

Finalmente, recibió el premio a la mejor egresada la fonoaudióloga Grace Ancares y fue recibido como nuevo docente el profesor Rodrigo Pérez.

Cecilia Valenzuela