Portada
 
Nº 63 - 4 de septiembre de 2008

Paciente recupera la visión
Leer más..

Los peligros del sushi: infecciones parasitarias
Leer más..

La realidad actual de los derechos humanos
Leer más..

PULSACIÓN SEMANAL
 
 

Las mÚltiples caras de la innovaciÓn

  • El proyecto “Investigación, tecnologías de la información y capacitación local para apoyar a la autoridad en la toma de decisiones sanitarias en mareas rojas”, desarrollado por el Laboratorio de Toxinas Marinas de la Universidad de Chile, fue incorporado en una importante publicación del Ministerio de Economía. El Dr. Benjamín Suárez, director del proyecto, junto con aquilatar los méritos de la iniciativa, aborda los temas que por estos días preocupan a la comunidad científica nacional: política de financiamiento de la investigación, innovación y transferencia tecnológica.

Doctor Benjamín Suárez

Con sorpresa y satisfacción recibió la noticia de la inclusión de su trabajo en el libro “70 Casos exitosos de investigación científica y tecnológica" producido por la División de Innovación del Ministerio de Economía. Con cinco mil copias distribuidas en organismos nacionales e internacionales, sus editores buscan difundir buenas prácticas y experiencias exitosas de desarrollo científico y tecnológico, con miras a reducir la brecha que separa a la sociedad de los avances en estas materias.

El Laboratorio de Toxinas Marinas dirigido por el doctor Benjamín Suárez, académico del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) ha obtenido tres proyectos Fondef (Fondos de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico) relacionados con la marea roja. El documentado por la referida publicación tiene como objetivo principal la construcción de un sistema Informático (mr-SAT) para el análisis eficiente y oportuno de la información ambiental y toxicológica para asegurar alertas tempranas de brotes tóxicos y una oportuna toma de decisiones sanitarias. Contempla adicionalmente innovaciones tecnológicas y organizacionales para perfeccionar la calidad de la información sobre el fenómeno de marea roja y la transmisión de las alertas a los afectados.

Un proyecto de convergencias

¿Cuál es el valor que usted le asigna a la inclusión de su trabajo en esta publicación?

Lo considero muy positivo pues pone en justo relieve el trabajo que hemos desarrollado desde hace diez o doce años. Nuestra línea de investigación ha conseguido imbricar aspectos técnicos aplicados, de ciencia fundamental y también de formación de recursos humanos, áreas que forman parte del corazón de nuestra actividad académica. Además, los proyectos tienen una orientación que converge con los ejes de la modernización del Estado en el tema de la regulación sanitaria. Creo que es bueno mostrarlo porque hay resultados concretos y la transferencia a los usuarios –que son las agencias del Estado- no ha sido fácil.

¿Cómo se materializa la transferencia y la intersectorialidad en el caso de esta área de investigación?

Nuestra contraparte es el Servicio Nacional de Pesca y desde el año 2007 trabajamos también con el Departamento de Alimentos y Nutrición del Ministerio de Salud. Como parte de ese trabajo y de la experiencia acumulada, se nos pidió hacer un estudio que ayudara a reformular el plan nacional de vigilancia de intoxicaciones alimentarias por mareas rojas, que data de 1995. Ese estudio generó una versión preliminar del nuevo plan oficial del Ministerio, que está en proceso de revisión. Uno de los productos de nuestro proyecto de marea roja es un sistema informático que facilita la intersectorialidad (mr-SAT) porque el instrumento es ubicuo, está en la red: usted está en un cybercafé de Roma y si usted es el regulador sanitario del ministerio o de Serna pesca puede revisar qué está pasando, si es necesario resolver contingencias, si hay que tomar decisiones, etc.

¿Cuál es el futuro académico de esta línea de investigación en la Facultad de Medicina?

En el ámbito de la formación de recursos humanos queremos que esta interfaz temática donde se relacionan regulación sanitaria, metodología y estudios ambientales, nos permita construir un diplomado acreditado en el tema de las mareas rojas, para más adelante implementar un programa de postgrado.

Políticas de investigación e innovación: la importancia de los actores

¿Qué opinión tiene de las políticas de financiamiento de la investigación actualmente vigentes?

Hay una desvinculación creciente entre las políticas de un Ministerio de Educación y las prioridades del Ministerio de Economía. Aún cuando las distancias entre los enfoques de ambas carteras venía en un proceso de acercamiento, las decisiones políticas que se están tomando separan definitivamente el apoyo a la ciencia fundamental del otro aspecto que debería estar unido de manera estrecha, como es la formación de recursos para la aplicación de la investigación, es decir, para mejorar el nivel del capital humano en las empresas, en los servicios y en el Estado.

¿Cómo evalúa el rol de las universidades en la discusión de estas políticas?

Es decepcionante constatar que en la formulación de una política científica se invite a todo el mundo, menos a los que trabajan en eso. Para decirlo claramente, vamos a hacer una revolución en la fabricación de zapatos, y para ello traemos al encargado de marketing, al contador y al que cría las vacas, pero a los zapateros, es decir a los diseñadores de ese objeto, no se les invita: los zapateros no tienen nada que decir en torno a la revolución del zapato del siglo XXI. Esto no es aleatorio, es un proceso de carácter político. No ha existido una política corporativa por parte del gobierno que apunte a perfeccionar la intersectorialidad, que se declara en todos los meetings de programas estratégicos.

¿Ha tenido oportunidad de estudiar el Planteamiento sobre políticas nacionales de Ciencia, Tecnología e Innovación , documento presentado por el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH)?

Me parece bueno, aunque tiene algunas omisiones. Es un paso muy importante en el contexto del difícil consenso entre 25 entidades. En el fondo lo que se está solicitando es participar, mejorar las confianzas. Sin embargo, esta acción tan importante en mi opinión se ejecuta en una cancha rayada: a partir de una definición tecnocrática, con prescindencia y desconfianza en los actores.

La comunidad científica valora los instrumentos de financiamiento de investigación implementados en los últimos años. ¿Cree usted que su formato permitirá dar “el salto cualitativo” de cara al bicentenario?

Los instrumentos en sí son los menos criticables pero el problema es la falta de una política de Estado . En Conicyt ha habido gran cuidado en la rigurosidad en la selección y en el mejoramiento continuo de los procedimientos y en la gestión de los fondos. Más atrás está Corfo, pero avanza en ese sentido. Lo proyectos Milenio también son de selección rigurosa. Conicyt con su sistema Fondecyt garantiza que el investigador con sus estudiantes tenga los fondos para trabajar con el fin de publicar y formar “capital” humano, es decir “personas”. Los Fondef agregaron una conexión con la realidad nacional. Los fondos de Corfo Innova dieron un salto más cercano a la aplicación. Los instrumentos son exitosos pues distinguen los elementos de ciencia básica y de transferencia tecnológica en sus múltiples etapas, tal como lo exige la modernidad, pero pertenecen a entidades diferentes sin articulación intersectorial fina.

Según Oscar Guillermo Garretón, “innovación es la capacidad de transformar la realidad, dando vida a novedades palpables, medibles y capaces de autosustentarse” y agrega que no hay garantía de que la innovación se haga entre probetas, retortas y títulos de postgrado…

Lamentablemente, hay mucho lamento y actitudes pasivas que alimentan el prejuicio que usted cita. Hay una parte nuestra que es extraordinariamente conservadora. Existe una parte importante del mundo académico, que es fundamentalmente docente, que sólo quiere el statu quo y retirarse en paz. La generación nueva, que empuja fuerte en investigación, tiene dificultades.

La percepción de Garretón constata una parte de la realidad y eso no debe ofender. Pero los que estamos en este oficio sabemos que la innovación tiene múltiples caras y primeramente ocurre entre retortas y probetas formando personas en programas de postgrado. Lo que han planteado importantes investigadores como el Dr. Jorge Allende o el Dr. Norbel Galanti es lograr la tríada completa: proyectos de investigación financiados a través de instrumentos estatales y contrapartes privadas científico tecnológicas en un marco estable de políticas de Estado.

Miguel Vélez S.M