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Nº 63 - 4 de septiembre de 2008

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PULSACIÓN SEMANAL
 
 

En estudio clÍnico realizado por cientÍficos de la U. de Chile
UsarÁn medicamento contra la
diabetes para tratar el Alzheimer

  • Investigadores emplearán un fármaco hipoglicemiante que tendría propiedades antiinflamatorias y que mejoraría la memoria de las personas que padecen la enfermedad neurodegenerativa.

Doctor Gonzalo Farías

La Rosiglitazona, un medicamento que se utiliza en pacientes con Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2), podría ayudar a tratar la enfermedad de Alzheimer. Así lo indican estudios internacionales que motivaron al médico Gonzalo Farías a realizar su tesis doctoral en esta materia.

Según explica, el hipoglicemiante, que actúa en el metabolismo del azúcar, también cumple funciones antiinflamatorias que ayudarían a revertir o retardar la enfermedad neurodegenerativa que afecta a más de 20 millones de personas en todo el mundo.

El médico comenta que el Alzheimer es una patología que se gatillaría por múltiples causas, algunas de las cuales pueden ser inflamatorias y metabólicas, es decir, respondería a alteraciones bioquímicas en el control de lípidos y metabolismos glucídicos.

“Estudios previos, aún preliminares y en desarrollo, indican que la Rosiglitazona tendría efectos en la memoria de los pacientes con Alzheimer. Nosotros creemos que puede ser útil porque este fármaco actúa sobre ciertos receptores para activar la expresión de varios genes relacionados con el metabolismo de grasas, azúcares y regulación de la inflamación. Ello porque todos estos elementos han sido implicados en la aparición de la enfermedad”, explica el doctor Farías.

El médico, junto al neurólogo Manuel Lavados, académico de la Facultad de Medicina de la U. de Chile del Campus Oriente y al doctor Ricardo Maccioni, quien dirige el Laboratorio de Biología Celular, Molecular y Neurociencias de la Facultad de Ciencias de la Casa de Bello, realizará sus indagaciones en 15 pacientes que se atienden en el Hospital del Salvador y que están aquejados por la enfermedad.

Estudios bioquímicos y neuropsicológicos

A las personas seleccionadas, todos en la etapa inicial o medianamente avanzada de la patología, se les realizarán pruebas neuropsicológicas y estudios de marcadores bioquímicos, es decir, se les efectuará una punción para medir dos proteínas presentes en el líquido cefalorraquídeo: TAU y beta amiloide. Asimismo, se les extraerá sangre con el propósito de determinar otros marcadores.

“Esto nos ayudará a efectuar un diagnóstico más certero y, muy importante, nos permitirá hacer un seguimiento de los enfermos destinado a evaluar su respuesta al tratamiento”, indica el doctor Farías.

Además, de constatarse que los marcadores sanguíneos son útiles, se podrá evitar que los pacientes tengan que someterse a una punción lumbar para chequear su condición neurológica. “En este momento no contamos con marcadores debidamente validados en sangre, por lo tanto, no es posible diagnosticar la enfermedad por esta vía”, acota.

Quienes accedan a participar en el estudio recibirán el fármaco gratuitamente durante seis meses y serán sometidos a una evaluación antes de iniciarse el tratamiento y al finalizarse el mismo. De igual manera, serán examinados durante todo el semestre para chequear que no presenten complicaciones colaterales .

“La Rosiglitazona puede causar edema o retención de líquido y en algunos casos descompensación cardíaca, por eso habrá que descartar patologías cardiovasculares previas en quienes decidan ser parte de la investigación clínica”, añade el doctor Farías.

En tanto, los investigadores también llevarán a cabo estudios en cultivos celulares para analizar directamente los efectos del medicamento en células de estirpe neuronal.

De comprobarse las propiedades del fármaco se podría abaratar el costo de los tratamientos disponibles para el Alzheimer y ofrecer una nueva alternativa terapéutica para esta enfermedad que sólo en Chile afecta a alrededor de 200.000 personas, la mayoría de las cuales son de tercera edad.

“Esperamos darle más autonomía a los enfermos para así ofrecerles una mejor calidad de vida, aunque no sabemos cuán efectiva será la terapia, es decir, si vamos a enlentecer el proceso, si revertiremos la patología o si habrá mejoría”, señala el doctor Farías.

El médico, quien junto con cursar la especialidad de neurología está realizando estudios en el área básica para obtener el grado de doctor en Ciencias Médicas, resalta que con su tesis pretende ayudar en la neurorehabilitación de todas aquellas personas aquejadas por una de las enfermedades más temidas por los senescentes.

Cecilia Coddou