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Nº 61 - 21 de agosto de 2008

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PULSACIÓN SEMANAL
 
 

InnovaciÓn Curricular: ad portas de un nuevo paradigma en enseÑanza

  • Plan de formación por competencias partirá el 2009 en las escuelas de Kinesiología, Nutrición, Obstetricia y Terapia Ocupacional, y el año siguiente en Enfermería, Fonoaudiología, Medicina y Tecnología Médica.

A punto de iniciar su primera etapa de implementación en cuatro carreras de la Facultad de Medicina se encuentra el proceso de innovación curricular basado en competencias, que en marzo de 2009 comenzará con los estudiantes de primer año que ingresen a las escuelas de Kinesiología, Nutrición, Obstetricia y Terapia Ocupacional. Así lo informaron las coordinadoras de la Comisión Central de Innovación Curricular, profesoras Zulema De Barbieri y Leonor Armanet, añadiendo que el proyecto completo será presentado para su aprobación oficial en la próxima sesión del Consejo de Facultad.

Para ello, las comisiones locales de estas escuelas están afinando las nuevas mallas curriculares, “en las que se articulan, mediante sistema de créditos flexible, la formación básica, general y profesional, para lo que se han determinado cargas académicas y niveles de logro esperados para las distintas subcompetencias, las unidades de aprendizaje y los dispositivos evaluativos, por ejemplo”, dice la profesora De Barbieri.

Otro ítem considerado es fomentar el trabajo conjunto entre los estudiantes de las diferentes carreras, para lo que se contempla una formación transversal y módulos integrados “que le darán el sello a nuestros egresados, como por ejemplo Atención Primaria y Salud Pública, entre otros, razón por la cual ambas unidades académicas integran la Comisión Central de Innovación”, añade.

Paralelamente, se está terminando el nuevo reglamento que regirá al pregrado –pues el actual, creado en 1997, es aplicable sólo a los planes de estudio vigentes-, introduciendo cambios debido a los nuevos sistemas de créditos, de evaluación, de ponderación de notas para el egreso, estableciendo normas que expliquen y determinen su vigencia.

La implementación de estos nuevos currículos será incremental, explican, tanto para hacer las modificaciones que surjan de la retroalimentación dada por docentes y estudiantado durante su aplicación, como para concretar los diversos cambios en infraestructura y refuerzo del cuerpo académico. Esto, posible gracias al apoyo del proyecto Mecesup “Currículum basado en competencias y resultados de aprendizaje para la formación de Profesionales de Salud en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile: Fase de gestión e implementación”, recientemente obtenido, así como de las autoridades de nuestro plantel.

Formación en competencias: saber actuar

Y es que, según apunta la profesora Armanet, el objetivo de la formación es competencias es preparar profesionales que sepan actuar en escenarios diversos, autónomos, capaces de tomar decisiones fundamentadas en el profundo conocimiento de las ciencias básicas y aplicadas de sus respectivas disciplinas.

Ese “saber actuar”, añade, tiene sus raíces en la medicina basada en la evidencia, e implica tener en cuenta el contexto de cada situación que se deba enfrentar, aquilatando conocimientos científicos y clínicos: “Por ejemplo, las características sociales, familiares y educativas del paciente y su entorno; los riesgos y beneficios del método diagnóstico o tratamiento que desea aplicar, así como la comunicación que hace de ellos, o las herramientas con las que se cuenta en el recinto asistencial en donde se desempeña”.

Es decir, la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile ve las competencias como el saber actuar en un contexto siempre distinto y dinámico, tomando decisiones asertivas para resolver problemas complejos. “Esto implica la capacidad de darle sentido a diversos factores, y eso lo preparamos, en nuestros nuevos currículos, a través de la articulación de cursos o módulos, para que el estudiante vincule con pertinencia conocimientos básico clínicos, aspectos éticos y sociales, elementos comunicacionales y otros; de manera que, a medida que avance en su itinerario de aprendizaje, complemente y aumente su competencia respecto de un determinado actuar”, dice la profesora Armanet.

“Esta solvencia tiene su respaldo, además, en que nuestros alumnos acceden a nuestros cinco campos clínicos durante toda su carrera, pues aprenden de pacientes y situaciones reales, y acceden, por ejemplo, a bases de datos con resultados de exámenes, de los cuales pueden inferir sus análisis”, acota la profesora De Barbieri. Por ello, apuntan, integrar equipos de salud tanto en la atención primaria como en hospitales de diversa complejidad construye en ellos saberes que, al momento de resolver, les garantiza un bagaje de experiencias previas en las cuales respaldar sus decisiones.

Por todo ello, explican que si Chile tiene hoy los más destacados indicadores de salud de América Latina, es gracias a que los profesionales de sus diversas disciplinas cuentan con una formación de pre y postgrado universitaria, por lo que no solo adquieren destrezas, sino que cuentan con una base metodológica, científica, ética y clínica que les permite construir su propio conocimiento, habilidad indispensable para mantener la vigencia a lo largo de toda la carrera laboral.

Cecilia Valenzuela