Los estudios indican que la excesiva intervención en el parto ha promovido su enorme instrumentalización y aumentado los gastos en salud asociados al embarazo, ello al subestimarse o desconocerse la importancia que tienen los aspectos psicológicos en los procesos biológicos. Aún más, se ha constatado que la educación y preparación de la embarazada y la adecuada protocolización del nacimiento disminuyen la tasa de cesáreas, intervenciones que en Chile registran una de las cifras más altas del mundo.

De ahí que la Escuela de Obstetricia y Puericultura de la Universidad de Chile haya diseñado un Diploma en Atención Personalizada del Proceso Reproductivo que comenzará a impartirse el 25 de agosto y que se enmarca en el sistema de protección integral de la primera infancia, impulsado por el Estado a través del Programa Chile Crece Contigo.

La actividad de postítulo, en la que participarán 40 matronas de distintos hospitales del país, tiene como objetivo humanizar las experiencias del embarazo y muy particularmente del parto.

“Es muy importante que las mujeres tomen decisiones informadas y que se cuiden apropiadamente en la gestación, así como también es fundamental que sean un elemento protagónico durante el parto y postparto, cosa que no ocurre si hay una enorme intervención técnica que deja a la madre como una simple paciente espectadora del proceso”, resalta la matrona Marcela Gurovich, quien es la coordinadora del diploma.

La especialista explica que esto se logra si la mujer recibe un adecuado soporte y contención en el ámbito psicológico que sea de carácter continuo, para así reducir su estrés, miedo y ansiedad.

En este sentido, añade, es muy relevante que la pareja de la embarazada o la persona significativa que ella elija para que la acompañe, le dé sostén no sólo durante el parto, sino también en el período de preparación del mismo.

Por eso es importante que las matronas conozcan técnicas efectivas de manejo del dolor que puedan implementar con dinámicas, posición y trabajo corporal antes y durante el parto para, por un lado, disminuir el dolor y las alteraciones en el proceso y, por otro, favorecer el apego temprano entre la madre, el recién nacido y su familia.

“Este diploma viene a actualizar los conocimientos de las matronas de acuerdo al nuevo paradigma de atención personalizada que incorpora la participación activa del padre y grupo familiar, junto con racionalizar el uso de la tecnología”, resalta la académica.

El diploma tiene cuatro módulos: técnicas de contención y relajación, bases fisiológicas de la atención del parto humanizado, protección integral del desarrollo neonatal y, por último, desarrollo de un proyecto de implementación que permite aplicar los conocimientos aprendidos en el lugar de trabajo de cada una de las matronas.

Los cursos son teóricos y prácticos, con análisis de casos y talleres que emplean simuladores y pacientes estandarizados. “Se enseña a las matronas conceptos como conciencia corporal muscular y ósea, comunicaciones sutiles y contención, y también se capacita en técnicas psicocorporales aplicables al trabajo con la embarazada”, añade Marcela Gurovich.

Todo ello mediante diferentes ejercicios, entre otros los de respiración, que proporcionan oxigenación, conciencia corporal y bienestar durante el embarazo y seguridad en el trabajo de parto.

Cecilia Coddou