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Nº 56 - 15 de julio de 2008

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PULSACIÓN SEMANAL
 
 

Las bibliotecas de Medicina,
una ventana al mundo del conocimiento

  • La mayor de todas, acorde a los avances tecnológicos y a las necesidades de académicos y estudiantes de nuestro plantel. Orgullo de todos sus integrantes.

Son un equipo al servicio de todos quienes integran la Facultad de Medicina. Una vocación que los encuentra atendiendo a público 13 horas diarias y otras diez los sábados. Con una capacitación permanente y sistemática, pues la información se encuentra, cada vez más, en formato virtual, ellos se han transformado en facilitadores de este conocimiento, entregando herramientas a sus usuarios para que se aproximen de manera certera al vasto mundo del saber.

Los 34 funcionarios de nuestras bibliotecas, tanto Central como las ubicadas en los campus, saben de cambios, explica su directora (s) Edith Celis. Primero, al adaptarse constantemente a las nuevas tecnologías, las cuales mejoran continuamente para facilitar la búsqueda bibliográfica en internet, pero representan el desafío de aprender a discriminar la calidad y confiabilidad del material, que emerge y queda obsoleto a la misma velocidad. Luego, acomodándose a los requerimientos de académicos y escuelas, que ven como indispensable que los estudiantes manejen las herramientas para una búsqueda eficaz de información en la red, por lo que incorporan talleres dictados por los bibliotecarios profesionales –quienes asumen, entonces, un rol docente- a sus asignaturas. Finalmente, y debido a todos estos avances, acostumbrándose a ya no ver tanto a sus usuarios en fila frente a sus mesones, sino que en sus pantallas, en cientos de correos electrónicos.

“Ya no hay fronteras entre el mundo virtual y el físico, por lo que nuestras propuestas se tienen que entrelazar. El saber ya no está sólo en un libro, internet nos da múltiples formas de acceso. Y hoy, además, las personas se están transformando en grandes fuentes de conocimiento: también allí está nuestra labor, registrando y documentando los aportes y legado de destacados académicos e investigadores”, sentencia Edith.

Todos estos avances, comenta, han ido aparejados con un cambio de mentalidad que los orienta a dar un servicio de excelencia en cada uno de los ámbitos de su responsabilidad, el cual se inicia con procesos de inducción en cuanto un funcionario ingresa a la red de bibliotecas, aprendiendo desde lo técnico hasta las complejidades de nuestra institución, tanto en lo académico como en lo científico. “Cada uno de los requerimientos, desde el más simple al más complejo, debe ser atendido con amabilidad, eficiencia, rapidez y adaptándonos a la necesidad tanto del académico como del estudiante”, añade.

La mayor y mejor de todas

El gusto por el trabajo bien hecho es la característica tanto de la Biblioteca Central como de las unidades presentes en los otros cuatro campus. “Nuestro plan de acción apunta a homologar con ellas tanto la infraestructura como la colección bibliográfica y proporción de personal. Por eso, si aún faltan recursos, están preparados para cumplir con las solicitudes al contactarse con nosotros en Norte para que coordinemos su pronta solución, ya sea desde un libro hasta la realización de un taller. No hay justificación para un “no”, para nadie”.

Por todo eso, y por el orgullo de ser la mayor biblioteca de las 49 que tiene la Universidad de Chile, tanto por su número de personal, su amplísima colección y la gran comunidad a la que atiende –que Edith Celis describe como “altamente exigente, actualizada y movediza”-, en el día del Bibliotecario(a) fueron visitados por la decana del plantel, doctora Cecilia Sepúlveda; el doctor Ennio Vivaldi, vicedecano, el director académico, doctor Alejandro Afani, la directora de la Escuela de Medicina, doctora Christel Hanne y el director económico y de gestión institucional, Carlos Lazcano. Un emotivo encuentro, en el que la decana agradeció y destacó la labor realizada por cada uno de los miembros de este equipo. En la oportunidad, el doctor Vivaldi apuntó que fue en la Biblioteca de la Facultad de Medicina en donde se implementó la primera conexión a internet del ámbito universitario. Por su parte, la directora, además de agradecer y valorar la sorpresiva visita, recordó a una de las grandes gestoras de estos logros: Carmen Loewenstein, quien pronto estará de vuelta con nosotros.

Cecilia Valenzuela