A una década ininterrumpida desde su implementación en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, y específicamente en el Departamento de Cirugía Oriente radicado en el Hospital del Salvador, el equipo docente creador de los Exámenes Clínicos Objetivos Estructurados –OSCE, por su sigla en inglés- continúa aplicando, exitosamente, esta prueba de competencias a sus estudiantes de cuarto año.
Una estudiante es evaluada por sus punciones venosas. |
Según explica el doctor Marco Bustamante, miembro de esta unidad, en las 20 estaciones instaladas en el Pabellón Argentino del recinto asistencial participan todos los académicos del departamento, oportunidad en la que 17 alumnos prueban sus habilidades clínicas en diversas áreas, desde la entrevista con un paciente ficticio –explicando las complicaciones de una cirugía estomacal debido a un supuesto cáncer, por ejemplo-, punciones venosas, manejo paro cardíaco, intubación, suturas y otras. Para ello, cuentan con diversos simuladores enfocados a tareas específicas y la colaboración de funcionarios y egresados, quienes actúan como enfermos para ser examinados por los jóvenes.
“No nos importa tanto cuánto saben teóricamente, los estudiantes: lo que queremos averiguar es el cómo lo hacen, todos ellos, sin excepciones. Por eso es que incluso se miden sus capacidades en cuanto comunicación, manejo de pacientes, conducta ética. Así, nuestro OSCE cumple con todos los objetivos planteados desde su creación”, añade el doctor Bustamante. Es cosa de ver a los alumnos: tan real es este test para ellos, que a varios les tiritan las manos cuando deben poner una inyección, aunque sea a un brazo... plástico.
Los resultados de este examen, explica el doctor Bustamante, los han presentado en diversos congresos y simposios mundiales de educación, “y una cosa que les llamó la atención a los españoles es cómo simulábamos piel, lo que hacemos con piel de cerdo o, en este caso, pechuga de pollo para las suturas”. A ello agrega la satisfacción, fundamentada en encuestas, de los estudiantes que pasan por esta prueba, quienes valoran su objetividad y pertinencia con el currículo.
A futuro, finaliza, espera la profesionalización de los pacientes simulados, “pero será difícil, puesto que alguna vez trabajamos con actores y no obtuvimos los resultados que queríamos, porque es complicado que internalicen los conocimientos que puede tener un egresado de medicina que ha hecho ese rol”.
Cecilia Valenzuela
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