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Nº 55 - 7 de julio de 2008

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Académico Adrián Fuente es el primer PhD en Audiología
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PULSACIÓN SEMANAL
 
 

Profesor AdriÁn Fuente, de la Escuela de FonoaudiologÍa
AcadÉmico de la Facultad de Medicina
es el primer PhD en AudiologÍa del paÍs


Profesor Adrián Fuente

El primer PhD en Audiología de Chile es el profesor Adrián Fuente, académico de la Escuela de Fonoaudiología de la Facultad de Medicina, quien recibió este doctorado en investigación en la Universidad de Hong Kong, luego de cuatro años y medio de formación y realización de un contundente estudio en el área.

En este proyecto el profesor Fuente demostró, con trabajadores chilenos, que la exposición a solventes orgánicos como el xileno, tolueno o estireno pueden afectar la vía auditiva central así como la cóclea, verificando que perjudican algunas de las funciones auditivas.

“La audición no sólo se relaciona con la detección de los sonidos, sino que además está involucrada con la localización y lateralización de los sonidos, así como también con la discriminación del habla. Una persona puede tener audición normal y no ser capaz de entender lo que le dice otro en una sala con más personas hablando, por ejemplo, o no distinguir de dónde proviene una voz. Estos problemas pueden ser causados por exposición a solventes orgánicos, como es la que pueden presentar los trabajadores de fábricas de zapatos, pinturas, plásticos, muebles o determinados laboratorios clínicos”, explica.

El estudio evaluó a 100 trabajadores chilenos seleccionados de empresas de los rubros mencionados: “Para conformar la muestra, realicé audiometrías y timpanometrías, que sirven para descartar algún patrón de alteración auditiva no relacionada con la exposición a solventes. Luego de este descarte, apliqué una batería de pruebas, como son las emisiones otoacústicas, la Hearing-in -Noise Test, o HINT, que mide la discriminación del habla en condiciones normales y con ruido de fondo; la de dígitos dicóticos, que ve alteraciones en vía auditiva central; o la de habla filtrada, que estudia la capacidad de distinguir palabras a las que se les ha alterado su espectro frecuencial, porque aunque se pierda información acústica, uno tiene que poder “completar” lo que falta para reconocer la palabra, entre otras”, añade.

Del grupo estudiado, detectó a dos trabajadores con pérdidas auditivas por las que, incluso, consultaron a especialistas sin encontrar los factores causales de su hipoacusia, “y que estaban en contacto diario con xileno”, explica Fuente, añadiendo que uno de ellos obtuvo una indemnización legal por ello. Asimismo, halló a un alto porcentaje de personas con alteraciones del procesamiento auditivo central, aun presentado umbrales audiométricos normales, y que estaban expuestos principalmente a xileno y tolueno.

Tras la detección temprana

Y es que investigaciones internacionales realizadas en animales revelan que los solventes afectan las células ciliadas externas del oído. Por otra parte, debido a que estas sustancias son estructuras altamente lipofílicas, tendrían la capacidad de penetrar fácilmente a través de las fibras nerviosas, entre ellas las auditivas, y de ahí el daño que provocan. “Asimismo, hay un problema paralelo: quienes están expuestos a solventes, la mayoría de las veces también lo están a altos niveles de ruido, y se ha demostrado en diversas publicaciones que existe una sinergia entre ambos, siendo el perjuicio que provocan mucho más que su suma. En la actualidad, existe consenso entre quienes investigan en el tema que el daño auditivo que provocan los solventes se debe a una combinación de oto y neurotoxicidad”.

Estos avances los complementa con otros proyectos que tiene en curso, con investigadores de la Universidad de Yale, en los que el objetivo es encontrar pruebas diagnósticas que faciliten la detección temprana de este daño, “herramientas de fácil manejo y bajo costo. Hemos estado probando emisiones otoacústicas, audiometría tonal liminal, audiometrías de alta frecuencia y algunas pruebas de procesamiento auditivo central, para ver si nos indican estas pérdidas en sus etapas iniciales”, informa.

De vuelta en la Facultad de Medicina, y con miras a un próximo postdoctorado, el profesor Fuente cuenta que espera analizar la factibilidad de crear en su escuela un laboratorio de Audiología, con miras no sólo a realizar otras investigaciones, sino también para impartir cursos en el área y, a futuro, “quizás poder dictar en Chile un PhD en esta disciplina, formar una masa crítica de investigadores en la materia, porque nos falta mucho aún”.

Cecilia Valenzuela