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Nº 48 - 28 de abril de 2008

Financiamiento
y negocio en la
educación superior
en Chile
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PULSACIÓN SEMANAL
 
 
Financiamiento y negocio en la
educaciÓn superior en Chile
  • Historia, lucro, ideologización, empobrecimiento intelectual: algunos de los conceptos que se dieron cita en el primer debate 2008 de la Facultad de Medicina.

Interesantes y polémicos aportes a la actual contingencia nacional en la materia hicieron los panelistas participantes en el primer debate 2008 de la Facultad de Medicina, que el 23 de abril abordó el tema “Financiamiento y negocio en la educación superior en Chile”. En el encuentro, dieron a conocer sus puntos de vista el doctor Ennio Vivaldi, vicedecano de la Facultad de Medicina y vicepresidente del Senado Universitario; el rector de la Universidad Diego Portales, Carlos Peña; la profesora Olivia Monckeberg, autora del libro “El negocio de las universidades en Chile, y el doctor Jorge Las Heras, prorrector de la Casa de Bello. Todos ellos, moderados por el doctor Carlos Valenzuela, académico del Programa de Genética del Instituto de Ciencias Biomédicas y uno de los organizadores de la iniciativa.


Los panelistas del debate, doctores Ennio Vivaldi y Jorge las Heras,
junto a los profesores Carlos Peña y María Olivia Monckeberg.

Abrió los fuegos el abogado y profesor Carlos Peña, quien haciendo una breve reseña histórica de las últimas tres décadas, afirmó que el sistema de educación superior ha transitado desde un enfoque elitista que atendía al 4% de los egresados de la enseñanza media, a un sistema de masas, que atiende al 40 % de los jóvenes entre 18 y 25 años. Por lo mismo, cuando atendía a un sector minoritario de la población, se financiaba con cargo a las rentas generales, y en la actualidad se costea con cargo a las rentas actuales o futuras de los estudiantes. Respecto al lucro, señaló que todas estas instituciones necesitan sistema de financiamiento, y que la molestia pareciera que se fundamenta en que en algunas de estas entidades las ganancias no son reinvertidas en educación sino que se las apropian quienes tienen el control de ellas. “Si ese es el punto, hay que decidir si tenemos un sistema universitario que tolere la existencia de universidades como sociedades comerciales o no, en cuyo caso hay que disponer las cosas para que esto no suceda. Hoy se han prohibido los fines de lucro, pero no se fiscalizan adecuadamente esas normas, y en los hechos los controladores se quedan con los excedentes generados. Entonces, creo que un camino puede ser el que si se acepta la existencia de estas instituciones, ellas den cuenta pública de esta actividad, mediante una regla de trasparencia en la que den a conocer sus utilidades y, así, el Estado vea si las apoya o no con sus políticas de financiamiento universitario. De lo contrario, los recursos públicos deben ser concursables para todas las universidades que no tengan estos fines. Finalmente señaló “este es un problema regulatorio, que si se resuelve no mejorará todo el sistema de educación superior”.

Empobrecimiento intelectual

El doctor Ennio Vivaldi inició sus palabras diciendo que este es un tema totalmente político, y planteando en su particular e irónico estilo una serie de preguntas que instaban a la concurrencia a una mirada histórica: “¿qué logramos juntándonos a debatir? ¿quién desde la política escucha?”. En este sentido, para el vicedecano Vivaldi la nueva Ley Médica es un ejemplo de la sordera con que se están implementando ciertas políticas públicas. Luego, continuó ofreciendo una panorámica de situaciones acontecidas durante la década de los '90, durante la cual la coalición en el poder hizo escasos esfuerzos para revertir el empobrecimiento intelectual producido durante 17 años de gobierno militar, como la proliferación de las universidades privadas que han ampliado la matrícula por la lógica del negocio rentable, preguntándose si realmente ofrecen un ámbito formativo comparable al que imparte la Casa de Bello. Y, finalmente, señaló que “lo peor del empobrecimiento intelectual es que vivimos en una particular forma, según la cual en Chile se cree entender que la modernidad y la globalización son propias de la iniciativa privada, cuando en todos los países del mundo se complementan y armonizan el rol de lo público y lo particular”.

Construcción de realidades


La estudiante de Medicina Izkia Siches.

Por su parte, la periodista María Olivia Monckeberg inició con un análisis semántico del informe final del Comité Asesor Presidencial para la Calidad de la Educación, señalando que consideraba “tremendamente economicista” la postura de Carlos Peña. Posteriormente, profundizó en la situación caótica que a su parecer se ha producido con el constante aumento de planteles privados, “que ha generado un mercado poco trasparente, que aprovecha subsidios estatales, exenciones tributarias y franquicias a donaciones”. Pero, a su juicio, “lo peor es que es un negocio en varios sentidos, como el ideológico, porque son universidades orientadas a formar la que ellos quieren que sea la élite del país; por ello, el rol de las instituciones públicas, y en especial de la Universidad de Chile me parece fundamental, porque todo lo que se luchó en contra de la dictadura no tiene sentido si no se afianza la democracia, y la debilidad de las universidades estatales va en contra de eso”.

El lucro en la Universidad de Chile

La última ponencia estuvo a cargo del doctor Jorge Las Heras, quien explicó que el lucro que le preocupa “es el de la Universidad de Chile, que se basa en que los grandes paradigmas de la dictadura, como son la salud, la previsión y la educación, se han mantenido durante los gobiernos de la Concertación, porque es cómodo que otros se hagan cargo de estos temas”. A ello añadió que “el Estado nos da recursos que cubren el 20% de nuestro presupuesto”

Por ello, dijo, el problema es nuestra Universidad de Chile, “y debiéramos estar embarcados en esta batalla, para que se reconozca en el nuevo trato que somos “la” universidad del país, exigiendo que se reconozca la importancia de contar con una universidad que responda al pensamiento laico, tolerante, crítico y pluralista”.

El encuentro finalizó con una respuesta general de los panelistas a una pregunta formulada por la estudiante de Medicina Izkia Siches, fundamentada en su visión que son los estudiantes, y no el mundo académico, quienes han mostrado verdadero compromiso en esta crucial temática. Esta inquietud concitó acuerdo y discrepancia entre los panelistas, quienes insistieron en la necesidad de más instancias de debate y discusión, de un mayor apoyo del Estado a nuestra corporación y de mantener la preocupación en la expansión de los planteles privados.

Cecilia Valenzuela