Doctor Alfredo Jadresic

Quiso el destino que el título del libro fuera “Historia de Chile en la vida de un médico”, y no “Historia de Croacia...”. Quiso bien, por cierto. Mejor para nuestro país. Porque su autor es el doctor Alfredo Jadresic, profesor emérito de la Casa de Bello y ex decano de la Facultad de Medicina para la época de la Reforma Universitaria. En sus páginas, repasa los acontecimientos más relevantes para la nación y para nuestra institución ocurridos durante el siglo XX, los cuales vivió como protagonista y con un sentido profundamente humano, a decir de los presentadores de la obra en su lanzamiento, realizado el 6 de septiembre de 2007.

Se refirieron al título el también profesor emérito de la corporación, Enrique Silva Cimma; la decana de la Facultad de Medicina, doctora Cecilia Sepúlveda; el Premio Nacional de Literatura, José Miguel Vargas y el gerente general de Editorial Catalonia, Arturo Infante.

El rector de la Universidad de Chile, profesor Víctor Pérez, manifestó su agradecimiento y cariño al autor, diciendo que “al leer estas páginas entendí una manera de ver la universidad mediante los ojos cristalinos de uno de los nuestros”.

Por su parte, Arturo Infante aludió al proceso de convertir los manuscritos del doctor Jadresic en el libro presentado, diciendo que “leerlo fue iniciar un viaje por los acontecimientos personales del autor, un texto de memorias hecho y derecho”.

Un universitario por sobre todas las cosas

Enrique Silva Cimma y doctor Alfredo Jadresic.

Enrique Silva Cimma recordó los inicios de su amistad con el doctor Alfredo Jadresic, nacida cuando ambos integraban el Consejo Universitario, en la década de los '60, época convulsionada en todos los frentes. Luego, sentenció que la “Historia de Chile en la vida de un médico” es “una bella obra, la vida de un ser humano caminando por los difíciles senderos sin dejar de mirar adelante y sin dejarse envenenar por el rencor, en la que deja un profundo sello humanístico y entra con paso firme en las convicciones que labraron su existencia”.

La doctora Cecilia Sepúlveda rememoró la labor como decano del doctor Jadresic, en la época en que ella era estudiante de Medicina, diciendo que él no era ni es un médico común y corriente, sino que, por sobre todo, es un universitario, comprometido con su institución y con el país. Por ello, se refirió a las contribuciones vitales que hizo el autor a la corporación, liderando la Reforma Universitaria en la Facultad de Medicina, participando en la formulación del nuevo estatuto, actualmente vigente, y en el área científica, con más de 200 publicaciones en su disciplina, la endocrinología. “En todas ellas destacó por su humanismo, siempre preocupado de los demás y agradecido del apoyo del trabajo colaborativo”.

La solidaridad y la humanidad

Arturo Infante, gerente general de Editorial Catalonia; profesor Enrique Silva Cimma, doctora Cecilia Sepúlveda, doctor Alfredo Jadresic, profesor Víctor Pérez y José Miguel Varas.

José Miguel Varas partió diciendo que el doctor Jadresic manifiesta en el libro sus dos mayores amores: “La medicina y la Patricia, no necesariamente en ese orden”, frase que remató añadiendo que otros de sus afectos son “la Universidad de Chile, el atletismo y la patria”. Respecto a lo literario, expresó que el texto “está escrito en una prosa comparable al bajo continuo de la música barroca, porque este es otro de los amores del autor, la literatura, pues su uso del lenguaje está acorde a la tradición de los mejores memorialistas”. Así, destacó el relato autobiográfico como un libro de valor histórico documental, y luego de recorrer diferentes episodios del título, terminó diciendo que “este es un libro excelente, conmovedor, profundo y bien escrito, de lectura deleitosa”.

Emocionado, el doctor Jadresic agradeció las palabras de sus predecesores; a quien prologó su libro, el ex Presidente de Chile, Ricardo Lagos y a los presentes, diciendo que el motivo para escribir esta obra fue el deseo de dejar testimonio de una época, “de un siglo denominado el más extraordinario de la historia en el que se destacaron avances notables en las áreas científica y tecnológica, imposibles de predecir; pero también fue un siglo de confrontaciones ideológicas, y si bien grandes sectores teníamos el ideal de construir una sociedad mejor, por el contrario, finalmente predominó el individualismo. Pero creo que se puede rescatar ello, el trabajar en términos solidarios y no competitivos. Si podemos recuperar un gran mensaje de los fracasos del siglo pasado es entender que la solidaridad no viene de los partidos, sino que es inherente a la condición humana”.

Cecilia Valenzuela