Nº 314 - 15 de septiembre de 2014

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Iniciativas estudiantiles serán financiadas para incrementar la formación integral
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Documento de la Academia Chilena de Medicina sobre las relaciones entre los médicos y la industria proveedora en salud (parte I).
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El 4 de septiembre de 2014
17 años de ciencias biomédicas para Chile

  • Tres miembros del Programa de Fisiología presidieron el decimoséptimo aniversario del ICBM. Dos de ellos dejaron temporalmente sus respectivos laboratorios, ubicados en el zócalo del Pabellón G del Campus Norte de la Facultad de Medicina, para asumir, con semanas de diferencia, responsabilidades principales en la Casa de Bello. En esta ceremonia se reunieron para mostrar dónde está hoy la frontera del conocimiento para el diagnóstico patológico del sueño, como lo dio a conocer en base a las investigaciones de su equipo el rector de la Universidad de Chile, doctor Ennio Vivaldi; para aunar y articular voluntades tras la oportunidad de crecer como institución, como fue el llamado del decano de nuestro plantel, doctor Manuel Kukuljan, y para reconocer los esfuerzos diarios hechos para mover aún más allá los límites de la ciencia nacional, como hizo el doctor Benjamín Suárez, director de este claustro académico que, con 250 integrantes, lidera la investigación biomédica del país.

De esta forma, el doctor Suárez relevó algunos de los hitos más importantes alcanzados durante los casi cuatro años de su gestión, en materia de producción científica, de implementación de nuevas redes básico clínicas y de docencia de pre y postgrado. Respecto de este último punto, destacó la labor hecha para concretar el proceso de innovación curricular, añadiendo a los académicos de las ocho escuelas profesionales que “nos sentimos parte del esfuerzo de ustedes para haber logrado sus acreditaciones por los períodos máximos en esta etapa de su desarrollo”.


Doctor Benjamín Suárez

Posteriormente, saludó a los recientemente nombrados profesores eméritos de la corporación, doctores Raúl Fernández y Antonio Morello. Luego, agregó que “este aniversario nos encuentra con 24 nuevos académicos con grado de doctor, incorporados desde el año 2011, mediante concurso público; 128 proyectos concursables en ejecución, de los cuales 66 son Fondecyt Regular, 32 son Fondecyt de Iniciación y 26 de postdoctorado, además de seis Fondef, ocho Fondequip, y los logros de los Institutos Milenio de Neurociencia Biomédica y de Inmunología e Inmunoterapia”.

Asimismo, relevó los proyectos institucionales apoyados por la iniciativa U-Redes, propiciada por la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad de Chile, “tales como el Centro de Investigación en Cáncer, que representa 24 proyectos en ejecución; la Red de Biología y Medicina Computacional de Alto Rendimiento, Biomed-HPC, y el reciente proyecto de Microbiología Humana”.

Luego, explicó que uno de los grandes desafíos ha sido definir áreas de desarrollo de investigación básico clínica en temas prioritarios de salud, por lo que actualmente, y con el apoyo del doctor Jorge Allende, Premio Nacional de Ciencias, “trabajamos hoy en la organización del grupo interdisciplinario sobre envejecimiento de la Universidad de Chile, a solicitud de rectoría, en cuyas etapas iniciales han participado más de 30 académicos de las facultades de Ciencias Sociales, de Odontología y de Arquitectura; del INTA, del Hospital Clínico, de la Escuela de Terapia Ocupacional, la Escuela de Salud Pública, departamentos clínicos y el propio ICBM”. Por último, se refirió al decidido apoyo entregado por este claustro académico a la sólida formación en ciencias básicas y biomédicas que caracteriza a los profesionales de la salud que egresan de la Universidad de Chile.

Estos logros, relevó, son especialmente importantes cuando “las perspectivas de apoyos basales a las universidades públicas parecen salir de la incertidumbre de años anteriores y cuando el Estado ha comenzado a solicitarle a nuestra corporación su apoyo para abordar problemas nacionales de enorme relevancia y complejidad. Esa voluntad política es nueva. Creemos que no podemos mantenernos al margen de estos requerimientos pero los debemos abordar desde el marco de nuestra misión de generar conocimientos, enseñar y formar; es el cultivo de las ciencias del más alto nivel lo que garantizará la pertinencia y validez de las soluciones propuestas, así como de la independencia de nuestro quehacer”.

Articular el trabajo común


Doctor Manuel Kukuljan

Concordó con esta visión el decano de la Facultad de Medicina, doctor Manuel Kukuljan, refiriéndose a “la extraordinaria sensación de oportunidad que tenemos como corporación en este momento, la cual por décadas se vio nublada y con pocas esperanzas de materializarse y, ahora, parece estar al alcance de la mano”. Esta oportunidad se da, “en primer término, por la constatación nuestra enorme capacidad y potencial como grupo académico y humano; junto al Hospital Clínico somos más de 1.800 personas reconocidos como referentes en nuestro quehacer. Pero, además, está en el clamor social por una mayor participación de la Universidad de Chile en la solución de los problemas del país y en la contribución al desarrollo social y cultural de nuestra nación. Esta conjunción genera una responsabilidad, una oportunidad que no podemos dejar pasar, por lo que deseo manifestar nuestra voluntad de convocar y articular el trabajo de todos, desde lo individual a las grandes unidades, para que aprovechemos esta instancia con medidas concretas, a través de una mejor comunicación  entre los distintos componentes de nuestra institución y con un mayor compromiso, por parte de la dirección de la Facultad de Medicina, en el necesario apoyo para la realización del trabajo científico y docente, de manera que podamos responder a este llamado de la comunidad nacional por un mayor y mejor rol de nuestra casa de estudios en su progreso”.

Ciencia para el buen dormir

Por último, el también académico del Programa de Fisiología, doctor Mario Penna, presentó lúdicamente la conferencia que dictó su amigo y rector de la Universidad de Chile, doctor Ennio Vivaldi, explicando su título “Dormir, tal vez… respirar” en cuanto analogía del soliloquio de la obra de William Shakespeare, Hamlet, “Dormir, tal vez… soñar”, comparando el desafío de este ficticio príncipe danés con los retos que implicará la gestión a cargo de la Universidad de Chile a su nueva autoridad, con lo que arrancó las risas del aludido y de la audiencia.


Doctor Ennio Vivaldi

Así presentado, el doctor Vivaldi se refirió en primer término a los trastornos del sueño como la principal causa de diferentes situaciones y patologías que deterioran fuertemente la calidad de vida de quien los padece: somnolencia diurna –con la consecuente accidentabilidad-, erróneas consultas por depresión, hipertensión arterial, arritmias nocturnas y, en el largo plazo, hasta de infarto al miocardio o accidente vascular encefálico. Posteriormente, dio a conocer los avances alcanzados por el equipo de investigadores que integra el Laboratorio del Sueño y Cronobiología del ICBM, como es un método matemático que automatiza y mejora el análisis de las polisomnografías, examen que chequea durante toda una noche de sueño diferentes variables fisiológicas que pueden afectar el buen dormir del individuo.

Según explicó el doctor Vivaldi, esta nueva forma de procesamiento de la información se aplica a la señal respiratoria, tal como es captada por el transductor de presión aérea del polisomnograma, la cual se estudia mediante un procesamiento matemático sobre su envolvente, determinando cuánto difiere la respiración  observada de un patrón perfectamente regular. Así, se obtiene un valor para cada 30 segundos de registro, que indica cuán anormal está la respiración en ese momento. Esta medición se denomina Variable de Trastorno Respiratorio o RDV por su sigla en inglés, que mientras más cerca de cero esté significa que está más normal la respiración; mientras más se aleje de esa cifra quiere decir que está más anormal, y cierto umbral indica la aparición de apneas, mientras que otras manifestaciones más leves son indicadoras de síndrome de aumento de resistencia en vía aérea superior. El resultado final del análisis es una gráfica que, en una sola imagen, describe el curso temporal de toda la noche y los trastornos respiratorios que puede haber presentado el paciente.

Esta nueva metodología diagnóstica apunta a sustituir la detección de eventos por el cálculo automático de una variable continua, reduciendo además los altos costos de la polisomnografía, que en parte se deben a que su informe requiere la dedicación de mucho tiempo de un especialista.

Cecilia Valenzuela


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