El rector electo de la Universidad de Chile, profesor doctor Ennio Vivaldi
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Todos quienes vivieron el 27 de mayo de 2014 en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo estaban allí para ser parte de un proceso de cambio. Parecía que la emoción no cabía en esas altas salas y, más allá de los pabellones amarillos de ese campus, Chile entero estaba a la espera del nombre del nuevo rector de su universidad, la primera del país. Y antes de que la prorrectora y presidenta de la Junta Electoral Central, doctora Rosa Devés, diera los resultados oficiales, desde un segundo piso se descolgaron dos pendones con el rostro y el nombre del académico que velará por el legado de Andrés Bello hasta el 2018: el profesor doctor Ennio Vivaldi.
Culminaron así cinco meses de campaña, y en sus primeras palabras como la primera autoridad de nuestra corporación, el doctor Vivaldi llamó a todo el cuerpo académico institucional a un “reencuentro de la universidad con su proyección al país y a la patria”. “Eso fue lo que entusiasmó primariamente de esta candidatura, ese fue nuestro punto de convergencia, y eso representa que nos hemos encontrado mirando juntos a la sociedad chilena. Esa mirada se posa definitivamente en aquellos niños que hoy se ven privados desde la cuna a la posibilidad de entrar a la universidad; en todo un sistema público de salud tan necesitado de cambios drásticos que permitan elevar la calidad de la atención que está recibiendo nuestro pueblo; en los grandes problemas que tiene el sector silvioagropecuario en Chile, en los desafíos de incorporar tecnología, en la modernización del sistema jurídico. Es a esas tareas a las cuales esta candidatura convocó y puso en primer plano, poniendo muy en claro que la universidad que ha de enfrentar y resolver esas grandes tareas, ella misma es la que tiene que cambiar y evolucionar”.
Por ello, añadió que “en eso estamos, en una universidad cuya rectoría tiene una presencia muy importante en la cotidianidad de la vida académica, pues tenemos que estar en la discusión de los temas políticos al interior de las facultades, en materias como el Consejo de Evaluación o el funcionamiento del Senado Universitario. Tenemos que ser capaces de generar instancias de conocimiento, de participación, para que los problemas de la universidad sean de todos nosotros y para que inventemos formas nuevas de relación a todo nivel, para que no sean anquilosamientos ni quedarnos en sistemas estructurales que, al final, terminan por enajenarnos”.
Doctor Ennio Vivaldi. |
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Ahondando en esta necesidad de cambio, el doctor Vivaldi sostuvo que “si hemos de enfrentar los grandes desafíos y plantearnos hacia la patria, necesitamos integrarnos y dejar de ser un archipiélago de facultades o de centros de costos. Tenemos que romper radicalmente con eso, entendiendo que un prerrequisito para esa integración es que sepamos compartir los bienes, la experiencia y los académicos que tenemos, porque más importante que sacar recursos de una facultad para pasárselos a otra es invitar a los académicos de aquellas unidades con mejor capacidad de desarrollar proyectos a trabajar paralelamente con otras en los problemas que el país necesita superar. Hay que generar una atmósfera distinta en la que no compitamos ni sintamos que cada uno se tiene que arreglar por sus medios, en la que entendamos que hay una tarea enorme por delante como es la responsabilidad de ser herederos de esta universidad”.
Mantener la llama y la luz de la Universidad de Chile
Luego, el rector electo de la Universidad de Chile saludó muy especialmente a todos los académicos que lo precedieron en el sillón de Bello desde el retorno de la democracia hasta ahora, “porque en situaciones muy adversas supieron mantener la luz y la llama de esta institución y, a pesar de las incomprensiones y de las tentaciones enormes de desvirtuar su espíritu, nuestra comunidad, guiada por sus autoridades, fue capaz de entregarnos hoy una universidad espiritualmente intacta, en la cual sus jóvenes siguen siendo idealistas maravillosos dispuestos a comprometerse con su patria y su pueblo, que tiene funcionarios de una entrega y una generosidad enorme, y que tiene un cuerpo académico, en todos sus rangos, que ha afirmado esta voluntad de hacer de esta casa de estudios lo que siempre fue: el gran motor de un país, en el que hacemos de la heterogeneidad ideológica un solo interés, que es el progreso y el desarrollo de la patria”.
El rector electo con el rector saliente, profesor Víctor Pérez Vera. |
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Por último, el doctor Vivaldi recordó a figuras académicas señeras que marcaron su formación profesional y docente, como son los doctores Alfredo Jadresic, Alejandro Goic y Fernando Monckeberg, y dedicó emocionados pensamientos Jorge Klein, Carlos Lorca, Enrique París y Fernando Ortiz, miembros de la institución y víctimas del golpe de Estado de 1973, recitando un verso de Neruda de “Alturas de Machu Picchu” que dice “una permanencia de piedra y de palabra”, porque esa idea traduce la tremenda solidez que es la Universidad de Chile. La imagen de una piedra sólida que puede soportar embates y que hoy está aquí prístina, intacta, dispuesta a emprender las grandes tareas que este momento histórico exige; y el concepto de palabra, que refleja el quehacer, el intercambio, las ideas. Por eso saludo a Klein, a Lorca, a Ortiz, a París: pensando que en ellos, en esta universidad, queda esta permanencia de piedra y de palabra”.
Resultados:
Doctor Ennio Vivaldi: 1.018 votos ponderados, que representan el 57, 99% del total.
Profesor Raúl Morales: 737, 38 votos ponderados, que representan el 42.01% del total.
Total de votos emitidos: 2.006, lo que representan 1.791,88 votos ponderados y el 63,44% del total del padrón electoral, compuesto por 3.162 votantes. |
