La aprobación se realizó el martes 4 de marzo de 2014, luego de que representantes de los colegios profesionales de titulados de las carreras de Enfermería, Fonoaudiología, Kinesiología, Nutrición, Obstetricia, Tecnología Médica y Terapia Ocupacional presentaran el pasado 21 de enero frente a los legisladores datos clave que sustentan esta moción que impide que los institutos profesionales que las impartan, y que estaba pendiente de tramitación en el Congreso Nacional desde el año 2005.
Profesores Mauro Tamayo y Eduardo Lillo. |
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Así lo explicaron los profesores Eduardo Lillo, de la Escuela de Obstetricia y Puericultura, y Mauro Tamayo, de la Escuela de Kinesiología, quien además representó a su respectivo colegio profesional frente a la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, en calidad de vicepresidente. “Este fue un proyecto que ya había sido aprobado por el Senado hace nueve años, pero que por indicaciones de los diputados de la Unión Demócrata Independiente, se había entrampado su tramitación hacia la Cámara de Diputados”, añadieron.
Por intensas gestiones de los respectivos colegios profesionales, desde diciembre de 2013 fue posible que estas asociaciones pudieran presentar sus argumentos a favor de la formación con exclusividad universitaria. “Y para esa ocasión, las directivas de los colegios profesionales nos solicitaron ayuda como académicos, en cuanto a la preparación de esta ponencia”, agregó el profesor Lillo. Para ello, los docentes de la Facultad de Medicina de la Casa de Bello no sólo contaron con el apoyo de sus respectivos claustros, sino que, además, con la colaboración de otros planteles de educación superior.
Cabe destacar que en el desarrollo de la última sesión de la Comisión de Educación de la Cámara, la diputada PPD Cristina Girardi propuso una indicación para entregar acreditación obligatoria a todas las carreras de la salud, al igual que en el caso de Medicina y las pedagogías; sin embargo, esta iniciativa no contó con los votos suficientes para su aprobación. Al no haber consenso respecto de las distintas carreras, las votaciones se realizaron por separado, dando como resultado que todas las carreras, con distintos grados de aprobación, fueron aceptadas como de formación de exclusividad universitaria.
El profesor Mauro Tamayo durante su exposición, junto a la diputada Girardi. Más atrás, el director de la Escuela de Enfermería, profesor Juan Vielmas. |
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El profesor Tamayo añade que el paso siguiente es que “este proyecto pase a votación al pleno de la Cámara de Diputados, donde probablemente se apruebe por su amplio y transversal respaldo”.
Razones de peso
Los fundamentos presentados frente a la comisión, para solicitar la exclusividad universitaria de las carreras de la salud, se basaron en que la calidad de esta formación contribuye al aseguramiento de la calidad en las prestaciones de la salud de las personas. Y esto es posible gracias a que los estudiantes universitarios cuentan con un mayor número de horas de prácticas clínicas; que sus respectivas casas de estudios tienen convenios docentes asistenciales con diferentes recintos sanitarios gracias a su acreditación, y a que es en la universidad donde se produce conocimiento pertinente al avance tecnológico e innovaciones en los continuos cambios y mejoras en procesos clínicos.
Además, argumentaron que el proceso de licenciatura permite la profundización en ciencias básicas y disciplinares, para un mejor desempeño profesional; que el Ministerio de Salud establece normativamente la exigencia de formación universitaria en las profesiones de la salud para contrataciones en sus dependencias y que, al haber disponibilidad de formación en dos establecimientos diferentes –institutos y universidades- se generan cohortes de egresados de menor empleabilidad laboral.
Los profesores Eduardo Lillo y Mauro Tamayo junto a los representantes de los colegios profesionales, luego de la presentación frente a la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados. |
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Un tema relevante destacado por el profesor Tamayo en su exposición a la Comisión de Educación fue la importancia en el trabajo de equipo conformado por pares, donde la labor colaborativa interdisciplinar sea “la clave en las distintas intervenciones en salud”.
¿Qué pasará con los jóvenes que se están formando en alguna carrera de la salud impartida en un instituto profesional actualmente?
El proyecto de ley contempla dar facilidades para que cursen el grado de licenciatura en alguna universidad que reconozca sus estudios; lo mismo pasará con quienes ya estén titulados de esos institutos.
A ello añaden que la posible indicación de que sea necesario la acreditación previa de las universidades para impartir estas carreras “también va en beneficio de resguardar la calidad de la docencia y de la futura atención en salud que los profesionales darán a la población. Es otro paso más en esa dirección”, explica el profesor Lillo.
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