Víctor Valdés, del tercer  año E del Liceo de Aplicación, ganador del primer lugar y $150.000, dijo en su  texto que le gustaría “buscar sustancias combustibles que puedan ser  sintetizadas por bacterias para reemplazar los combustibles fósiles; podría  descubrir quizás alguna sustancia nueva o producir alguno de los alternativos  que ya existen, así se podría disminuir la huella de carbono, y por ser de bajo  costo podría ser accesible para las naciones”. 
                    
                      
                        
                            
                                
                                Doctora Catherine Connelly junto a los escolares Diego Ruz, David Parada y Carmencita Aguilera y al doctor Jorge Allende.  | 
                             
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                    Diego Ruz, del cuarto año  C del Instituto Nacional –que compartió el segundo lugar con otros dos jóvenes-  desearía usar las enzimas de restricción para estudiar células cancerígenas con  el fin de transformarlas y llevarlas a un estado normal de proliferación. David  Parada, del segundo año B del Colegio Cardenal Carlos Oviedo, en cambio,  crearía un ratón transgénico capaz de sintetizar una proteína que se active  cada vez que ingresa una droga estimulante al organismo, interceptándola para  enmascararla o degradarla, de manera que cuando llegue a las neuronas, estas no  decodificarían la droga y ésta no haría efecto en el cerebro. Por último,  Carmencita Aguilera, del Colegio Adventista, dedicaría sus investigaciones a la  manipulación genética a nivel embrionario, con el fin de superar enfermedades  que “hacen la vida tan miserable a muchas personas”.  
                    Estos sueños, este  interés por la ciencia, esta enorme curiosidad fueron los verdaderos premiados  por la Fundación Allende Connelly, precursora del programa de Laboratorios  Móviles que visitó una decena de establecimientos educacionales durante el año,  con el apoyo de estudiantes de doctorado de nuestro plantel, para que  profesores y escolares pudieran acercarse a tecnología a la que habitualmente  no tienen acceso y puedan, de esta forma, aprender cómo es que se genera el  conocimiento en el área de la biología molecular y genómica. 
                    
                      
                        
                            
                                
                                Doctora Catherine Connelly, Víctor Valdés y doctor Jorge Allende. | 
                             
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                    En el encuentro, el  doctor Jorge Allende dio a conocer los comienzos de esta iniciativa, apoyada  por la Red Latinoamericana de Ciencias Biológicas, según la cual se realizaron  cursos para profesores de enseñanza secundaria y se adquirieron equipamientos  móviles para ser llevados a los colegios de los docentes que participaron de  estos cursos. Con el financiamiento entregado por la Wellcome Trust del Reino  Unido, este proyecto se materializó en México, Costa Rica y Chile, y  actualmente está en desarrollo en Uruguay, gracias a la contribución de la  Unesco, y en proyecto en otros países del continente.  
                    Cecilia  Valenzuela 
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