El 2 de octubre de 2013
Con la presentación de histórico libro se celebró Día del Tecnólogo (a)  Médico (a)

• Con el reconocimiento a destacadas personalidades se llevó a cabo esta significativa ceremonia,  que tuvo como hito transversal la presentación de la publicación Tecnología Médica: historia, innovación y desarrollo 1948 - 2013, texto que reúne antecedentes desde los orígenes de la carrera y expone las vivencias de relevantes profesionales que compartieron sus experiencias.

El 2 de octubre fue instituido como el Día Nacional del Tecnólogo Médico, porque es la fecha en que se inauguró (1948), en el Hospital San Francisco de Borja, la que sería la Escuela de Tecnología Médica de la Universidad de Chile. Este momento se convirtió en un reconocimiento a nivel nacional de la labor de este profesional en sus diferentes áreas de desempeño.

Dra. Cecilia Sepúlveda entrega el libro a la Sra. Lila Wolnitzky, primera subdirectora de la Escuela de Tecnología Médica

La actividad fue encabezada por la Dra. Cecilia Sepúlveda, decana de la Facultad de Medicina de la U. de Chile; el Dr. Alejandro Afani, director Académico del plantel; la profesora Leonor Armanet, directora de la Escuela de Tecnología Médica; el Dr. Carlo Paolinelli, director general del Hospital Clínico de la Universidad de Chile (HCUCH), y Marianela Cuneo, representante de los tecnólogos médicos del recinto asistencial institucional. Asistieron también autoridades académicas y universitarias, directivos de la Facultad de Medicina, directores, jefes de servicio y tecnólogos médicos del HCUCH, estudiantes, funcionarios y egresados de la corporación.

En la oportunidad, se leyeron saludos de distintas personalidades con motivo de la celebración, destacando el del profesor Jorge Abarca, tecnólogo médico y científico consejero de la Universidad de Lovaina (Bélgica). “Los que estamos lejos, y de algún modo representamos a nuestro país en el quehacer científico, nos sentimos honrados por este reconocimiento y el noble significado de reunir en una obra el importante aporte de nuestra profesión”, sostuvo el académico.

La Dra. Cecilia Sepúlveda felicitó a los tecnólogos y tecnólogas médicas este 2 de octubre de 2013, año –dijo- en el que se cumplen 65 años de historia en la enseñanza de profesionales de gran relevancia para los equipos de salud. “Son más de 50 generaciones que han sido formados al alero de la escuela. Quiero destacar, además, que el campo de acción de estos profesionales se ha ampliado en el tiempo, adquiriendo por tanto mayor autonomía”.

Reacreditación e innovación curricular

La Dra. Sepúlveda expresó estar muy orgullosa este día “y ahora más aún por la reciente reacreditación (por siete años) de la carrera y el inicio de una nueva malla curricular. A su vez, el Dr. Alejandro Afani también destacó el trabajo de la Escuela de Tecnología Médica en la innovación curricular, “proceso de modernización del pregrado instalado en nuestro plantel desde marzo de 2013”, dijo.

Esta situación también fue relevada por la profesora Leonor Armanet, quien manifestó que “esta celebración es un momento propicio para compartir la inmensa alegría de estar nuevamente acreditados como carrera por el plazo máximo. Este nuevo logro nos compromete a reflexionar sobre la responsabilidad que este resultado significa, en cuanto a los aciertos que debemos mantener y las mejoras que hay que incorporar con la participación crítica y concreta de los académicos, docentes clínicos, estudiantes y funcionarios de la Escuela de Tecnología Médica”.

“Por otra parte, a principios de 2013 hemos iniciado un cambio curricular importante para la formación de los futuros tecnólogos médicos de la U. de Chile. El nuevo perfil de egreso está basado en las necesidades del país, en el avance científico y en las diversas demandas que debe asumir el profesional. Para ello hemos definido líneas claras de aprendizaje que conduzcan al logro de competencias en este nuevo perfil, y que se concretan en cinco áreas: tecnología en biomedicina, investigación, gestión, educación y genérico transversal (este último pretende impregnar a los estudiantes de la impronta de la U. de Chile y de la carrera). Asimismo, un área nueva que se ha desarrollado es la formación humanista, para que el egresado tenga una visión más holística del ser humano y la sociedad”, subrayó la directora.

Después de este trabajo, la académica dijo que “lo que corresponde ahora es asumir un nuevo reto que puede marcar un punto de inflexión para la Tecnología Médica en la Universidad de Chile y el país: me refiero a la transición a departamento, con todas las exigencias académicas que nuestra institución plantea”.

Libro de lujo

En la oportunidad, la directora de la Escuela de Tecnología Médica saludó a todos los tecnólogos médicos y agradeció especialmente a dos personas: “a Amanda Fuller, quien fue el motor y le puso energía, cariño y pasión a la construcción del texto; y también a la señora Lila Wolnitzky, nuestra querida primera subdirectora de la Escuela de Tecnología Médica”. A su vez, agradeció la posibilidad de celebrar este día con el Hospital Clínico de la U. de Chile. En ese sentido, felicitó a los tecnólogos médicos y, en especial, a los que trabajan en los distintos servicios del hospital, el principal campus clínico de la escuela.

Al respecto, el doctor Carlo Paolinelli, director general del HCUCH, dijo que “la razón de ser del hospital es su Facultad de Medicina. Casi el 50 % de los alumnos de Tecnología Médica hacen rotación en el hospital. Es la carrera de la facultad que mayor cantidad de alumnos envía al establecimiento. A su vez, son más de 100 profesionales en el recinto, pilares fundamentales de muchos de nuestros servicios”.

El encargado de presentar el libro Tecnología Médica: historia, innovación y desarrollo 1948 – 2013 fue el doctor  Alejandro Afani, quien en primer lugar agradeció la posibilidad de estampar un saludo en la obra. “Tengo la convicción de que esta publicación es un hito para la Tecnología Médica en Chile. Es un texto de carácter histórico cargado de sentimiento y de hechos relatados por quienes han trabajado con gran compromiso y aportado de manera directa o indirecta al desarrollo de esta profesión en el país”.

Resaltó la importancia de registrar lo acontecido en tantos años de recorrido, así como también promover su difusión en la comunidad universitaria, y muy especialmente entre los nuevos académicos y estudiantes que ingresan a la Facultad de Medicina. “Sus autores se formaron al alero de esta casa de estudio y que, a su vez, pasaron a formar parte de ella. El gran valor que entrega el libro es justamente relatar desde lo construido por las propias personas a través del tiempo y no del relato realizado por otros”.

La publicación tiene 370 páginas, escritas por más de 50 personas. En su esencia, el libro está construido por tres grandes capítulos: el primero corresponde a la visión personal de los directores de área correspondiente a la cinco menciones; el segundo, definido por la trayectoria testimonial en Tecnología Médica; y el tercero destinado a invitados especiales. Al respecto, el director académico de la Facultad de Medicina, enfatizó que “hay relatos brillantes en torno al desempeño de destacados profesionales que se encuentran fuera del país, como Bélgica, Estados Unidos, Inglaterra, Australia y Brasil”.

El doctor aprovechó la ocasión de relevar el trabajo de lujo del libro “asociado al sello característico de su editora Amanda Fuller, quien coordinó la participación de cada uno de los autores de manera armónica”. También tuvo palabras para agradecer el trabajo del profesor Víctor Muñoz fallecido el 2011, y quien también es recordado en la publicación.

Por su parte, la decana de la Facultad de Medicina resaltó que está obra permitirá en el transcurso del tiempo que las nuevas generaciones conozcan cómo nació la carrera y cómo ha evolucionado. “Estoy segura que será una publicación que hará historia”.

Agradeció también la posibilidad de haber relatado en el libro su experiencia por décadas con los tecnólogos y tecnólogas médicas en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile. “Me abrieron las puertas del laboratorio de inmunología del hospital cuando llegué. No sería la misma sin el apoyo brindado por estas profesionales durante ese tiempo”.

El doctor Afani también comentó en lo personal que el contacto con los tecnólogos médicos ha sido desde lo asistencial a lo docente, y desde el aprendizaje a la enseñanza que data de 1988 en el laboratorio de Inmunología del hospital clínico. “Posteriormente, como jefe de servicio tuve una relación más estrecha en lo asistencial, investigación, docencia y gestión”.

Finalmente, la Escuela de Tecnología Médica quiso reconocer, a través de la entrega del libro, el aporte, dedicación y trayectoria de diferentes personalidades relacionadas con la profesión y a quienes estuvieron involucrados de una u otra manera en la construcción del libro.