Nº 261 - 7 de mayo de 2013

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La innovación curricular dentro de las escuelas

  • La Facultad de Medicina de la U. de Chile se encuentra con los currículos innovados en régimen en todas sus escuelas de pregrado, fruto de un intenso trabajo que contó con una activa participación de académicos y estudiantes. Esto se traduce en un cambio significativo en la enseñanza a través de la incorporación de nuevas metodologías que se centran en el aprendizaje de nuevas competencias por parte del estudiante, de acuerdo al perfil de egreso de cada carrera. Quisimos conocer, en primer lugar, la labor desarrollada en esta materia en las escuelas de Enfermería y Tecnología Médica.

Dentro de las características generales de la innovación curricular están la implementación de mallas con seis y siete asignaturas por semestre; todas las carreras innovadas cuentan con un conjunto similar de asignaturas que se orientan a ciencias básicas, formación común, inglés y gestión; y en 5º y 8º semestre existirán cursos integrados para resolución de estudios de casos, con un enfoque multiprofesional.


Trabajo de grupo

Las escuelas de la Facultad de Medicina comenzaron a gestar este proceso en el año 2006, cuando se estableció la necesidad de una modernización del pregrado, impulsando así un proceso más reflexivo de los planes de formación de los estudiantes en cada una de las carreras. Esto, con el objetivo de lograr un perfil profesional coherente con el avance de las disciplinas involucradas y con las necesidades del país y de su sistema de salud.

Escuela de Enfermería

En el caso de la Escuela de Enfermería, después de un largo e intenso trabajo, en octubre de 2012 fue presentada y aprobada la malla innovada por parte del Consejo de Facultad, iniciándose de esta manera la etapa correspondiente a la implementación, por medio del desarrollo de fichas y programas de las asignaturas para el primer semestre de 2013, trabajo realizado muy coordinadamente entre los académicos de la escuela y del ICBM, y apoyado por la Red de Excelencia Docente, RED, de la Universidad de Chile.

Como comenta la profesora Amalia Silva, subdirectora de la Escuela de Enfermería y encargada de la comisión local de innovación curricular, “hay que destacar que en todo este proceso se constituyó en un pilar fundamental la habilitación docente y el compromiso del cuerpo académico. Entre el 2010 y 2012, más del 80% de los académicos han realizado el diploma de Docencia Universitaria basado en competencias, y más del 20% se han capacitado en tecnologías de la información y la comunicación (TICs). Asimismo, fue esencial la participación de los estudiantes, quienes colaboraron en todos los hitos del proceso de innovación curricular, con su mirada innovadora  en el análisis y reflexión de la propuesta del perfil de egreso y de la construcción de la  malla”.

En la generación de los programas de asignaturas, se contempló la utilización de metodologías innovadoras que fortalecieran la participación y el desarrollo de competencias por parte del estudiante, como protagonista de este nuevo currículum. Es así como en lo que va del año se han realizado seminarios, estudio de casos, ensayos, diarios reflexivos y dramatizaciones, entre otras herramientas, las que se están implementando no sólo en las asignaturas que imparten docentes de la Escuela de Enfermería, sino que también las que ofrece el cuerpo académico del ICBM. “Con esta nueva malla innovada, el estudiante es un activo partícipe de su propio proceso formativo, tanto en las ciencias básicas como en las tres asignaturas generadas en la escuela en el primer semestre”, dice la subdirectora.

Entre estas nuevas metodologías, se encuentra el referido al Aprendizaje Basado en Problemas  (ABP),  el cual  consiste en  el desarrollo de una situación contextualizada que facilita el aprendizaje activo del estudiante con la utilización de diferentes herramientas y habilidades, orientadas  a la resolución de problemas donde el docente cumple  sólo un rol de facilitador y orientador.

Por otro lado, las dramatizaciones  trabajan con el modelo “juego de roles”; por ejemplo, en la asignatura Fundamentos de Ética y Bioética se le asignan a los estudiantes situaciones  vinculadas a hechos reales, con el objetivo de analizar valores éticos y morales en un contexto cívico. “Una de esas dramatizaciones fue el reciente atentado en Boston, donde los alumnos tuvieron  que vivenciarlo para realizar, posteriormente, una reflexión al respecto”, agregó la profesora Silva.


Trabajo en la biblioteca

Además, enfatiza que “en esta malla innovada, con un currículum basado en competencias, se enseña al estudiante no sólo en el saber, sino que también en el hacer  con una serie de habilidades blandas o sociales que le permitirán desarrollarse integralmente. A su vez, en este nuevo proceso curricular, la Escuela de Enfermería adelanta la formación profesional  y en su primer semestre cuenta con  tres asignaturas, lo que ha incidido en un acercamiento del cuerpo académico con los estudiantes desde un principio. Esto se ha traducido en que los estudiantes conocen más profundamente su  disciplina y profesión, se sienten más empoderados e identificados con la carrera”.

Por otro lado, los estudiantes de esta disciplina también han percibido los cambios implementados por la innovación curricular. Carla Silva, quien es “remechona” –es decir, estudió con la malla del 2012 y ahora se cambió a la innovada de este primer año-, cuenta que le ha gustado bastante este nuevo aprendizaje. “Por ejemplo, el ramo de bioética se impartía en cuarto año y ahora es en primero. Creo que es muy importante tener estas asignaturas al principio de la carrera, ya que en el próximo semestre estaremos realizando prácticas clínicas, y era fundamental aprender antes este tipo de temas para tener un mayor acercamiento sobre nuestra carrera”.

En el mismo caso se encuentra Karina Aránguiz, quien en comparación con el año pasado destaca que “existe una diferencia clara en la carga horaria, además de que también en primer año ya no existe una formación basada sólo en las ciencias, sino que ahora es más integral entre lo que son los ramos humanistas con la base científica. Esto es un gran avance, porque te plantea desde un comienzo lo que es el deber y el hacer de la enfermera(o). Asimismo, las metodologías de enseñanza son más lúdicas, tenemos discusiones en grupo y existen más trabajos de investigación. Ahora nos sentimos agentes responsables de nuestra carrera desde el primer año”.

Escuela de Tecnología Médica

En cuanto a la Escuela de Tecnología Médica, un elemento clave también del proceso han sido sus académicos y del ICBM, además de los estudiantes que han participado durante todos estos años en el proceso. “Los primeros con su aporte reflexivo y experto, y los segundos con sus ideas innovadoras y comprometidas. Destacable es la habilitación y la voluntad de incorporarse a la innovación de los académicos, su motivación y compromiso con la carrera y sus estudiantes. Todo este contexto contribuyó al perfil de egreso definido para los tecnólogos médicos de la Universidad de Chile”, dijo la profesora Leonor Armanet, directora de la escuela.

Una de las estrategias más innovadoras es la inclusión del módulo integrador, una actividad cuyo objetivo es que el estudiante integre las distintas disciplinas que está cursando -e inclusive que aplique conocimientos de cursos anteriores- a través de la investigación y reflexión de un tema particular que motive a los estudiantes, “ya sea  por su cercanía con la realidad,  como lo ha sido el análisis de la contaminación ambiental en Puchuncaví, o por la fantasía, como el análisis de la película de ciencia ficción Avatar. Ambas situaciones son usadas como herramientas para analizar cómo se interrelacionan las diferentes disciplinas, su relación con el quehacer del tecnólogo médico, los aspectos sociales y éticos involucrados. El módulo integrador también ha permitido involucrar a los profesores del equipo encargado del curso y al equipo de docentes de la escuela”, expresa la directora.

Además de lo anterior, los cursos han debido considerar los tiempos de trabajo no presencial, tiempo que el estudiante dedica a la preparación de seminarios, lectura y estudio. La profesora Armanet dice que “esto ha requerido la habilitación de profesores en nuevas estrategias metodológicas, disminución de las clases lectivas y aumento de actividades prácticas y talleres. Esta habilitación e implementación de nuevas metodologías está aún en curso, es decir, es un proceso continuo que no acaba con la innovación”.

Los próximos pasos de la Escuela de Tecnología Médica son continuar con la habilitación de los profesores, socializar el nuevo currículum con los profesionales de los campos clínicos y, sobre todo, llevar a cabo evaluaciones continuas para hacer las intervenciones que sean necesarias y así asegurar los objetivos propuestos.

René Bustos


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