La aprobación de este diseño, que se viene trabajando desde el 2006 con un fuerte apoyo de las autoridades y participación de académicos y estudiantes, significa un hito para la Facultad de Medicina.
Al respecto, la Facultad de Medicina dio un paso muy importante en este sentido, porque es la única facultad dentro de la Universidad de Chile que cuenta con todas sus mallas de pregrado innovadas. Sin embargo, esta situación también representa un enorme desafío, porque requiere poner en marcha un conjunto de cambios en la estructura y forma de gestión que hoy tiene la institución.
Avances en las mallas curriculares
Actualmente, todos los cursos al interior de las mallas innovadas son semestrales. Asimismo, las mallas innovadas no tienen más de siete asignaturas por semestre, lo que favorece un mejor control y carga de estudio por parte del estudiante.
Asimismo, resulta muy importante la existencia de un sistema de créditos, los cuales se determinan por la cantidad de horas que la Facultad de Medicina le asigna a cada curso. En este sentido, cada crédito considera un 50% de tiempo que se dedica a clase presencial y otro 50% para trabajo no presencial; es decir, se valoriza el tiempo fuera de las aulas que el estudiante debe considerar para alcanzar los conocimientos y habilidades en cada uno de los cursos. Con este nuevo enfoque se pretende que el alumno sea protagonista y responsable de su proceso educativo a través del uso de su propio tiempo.
En lo que se refiere a la formación común, este es un espacio curricular protegido que responde a la convergencia surgida del análisis de los perfiles de las diferentes escuelas, y que potencia el sello y la identidad de los profesionales de la salud de nuestra universidad. En las nuevas mallas, la formación común está constituida por tres ámbitos: inglés, requisito indispensable en un mundo globalizado en el que un alto porcentaje de la literatura académica está escrita en ese idioma; los Módulos Integrados Interdisciplinarios Multiprofesionales (MIIM), que vinculan a equipos de estudiantes provenientes de las diferentes carreras de la Facultad para la generación y resolución de proyectos, problemas o casos, y que deben ser abordados por medio de un trabajo multidisciplinario. Estas asignaturas se imparten en el 5to (MIIM 1) y 8vo semestre (MIIM 2); y los cursos de formación general, donde los estudiantes logran una alta vinculación y relación entre las diferentes escuelas.
Unidades al servicio de la innovación curricular
Con este trabajo, la Facultad de Medicina espera que, teniendo como horizonte el perfil de egreso de cada carrera –que es uno los elementos centrales de la innovación curricular-, y durante el transcurso de su malla curricular, los estudiantes logren alcanzar sus respectivas competencias.
¿Y cómo se alcanza este objetivo? Primero, hay que señalar que se tratan de poner en sintonía las necesidades de aprendizaje con las capacidades del docente, una tarea que nuestro plantel está asumiendo por medio de la creación y desarrollo de distintas unidades de trabajo.
En primer término, la Unidad de Desarrollo Docente se ha planteado la necesidad de revisar los programas de estudios considerando las nuevas mallas curriculares, con el propósito que el académico reexamine sus programas en relación a los desafíos de los estudiantes y los créditos que tiene destinados cada curso. La finalidad es que mejore el aprendizaje con metodologías diferentes.
En segunda instancia, se creó la Unidad de Enseñanza y Aprendizaje (UDEA), con la finalidad de que la institución enfrente de buena manera el camino de formación que los estudiantes recorrerán a lo largo de su educación profesional. Al respecto, la Facultad de Medicina debe hacerse cargo de perfiles diversos en las carreras que imparte y, en ese sentido, cuenta con psicopedagogos que trabajan en la formación de herramientas para mejorar el aprendizaje de los estudiantes. La primera actividad significativa de esta unidad fue la realización de las pruebas de diagnóstico de Química, Física, Matemáticas y Biología, además de la Prueba de Competencias Discursivas de Comprensión y de Escritura (CODICE) de la Casa Central de la Universidad de Chile, con el objetivo de construir un perfil de los estudiantes que ingresan a la facultad para lograr focalizar sus necesidades más emergentes.
En tercer lugar, existe la Unidad de Evaluación Curricular. En la actualidad, el plantel realiza evaluaciones parciales y semestrales por intermedio de los Profesores Encargados de Curso, PECs. Sin embargo, la Facultad de Medicina quiere dar un gran salto al generar un modelo de evaluación basado en competencias; este es un gran desafío, ya que se trata de ir logrando evaluaciones más ligadas con las competencias que se comprometen en el perfil de egreso, y no exclusivamente con conocimientos respecto de una asignatura específica. La intención es evaluar cómo los cursos aportan a la construcción de competencias profesionales y académicas. Por ello, a fines de abril la unidad presentará al comité directivo de INCURR una propuesta del modelo, y posteriormente, se analizará su aplicación en cada una de las escuelas.
Por último, se encuentra la Unidad de Gestión Curricular que, en conjunto con la Secretaría de Estudios, analiza la gestión curricular a partir de los procesos que se realizan en cada una de las escuelas, a través de una perspectiva más integral y sistemática.
Por otro lado, cabe destacar la participación activa de los estudiantes de todas las carreras de pregrado en este proyecto. De esta forma, al comité directivo de INCURR concurre semanalmente un representante del Consejo de Estudiantes de la Salud; sin embargo, se requiere que, en forma paralela, los alumnos continúen colaborando en cada una de las escuelas, tanto en los consejos de innovación curricular como en los comités de implementación. Con ese fin, la facultad solicitó que el alumnado pueda participar en las diferentes etapas de cada una de las unidades mencionadas.
René Bustos
|
