Nº 245 - 4 de diciembre de 2012

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Se trata de las doctoras María Elena Santolaya y Milena Villarroel
Investigadoras chilenas participan de la nueva “Guía para el manejo de fiebre y neutropenia en niños con cáncer"

  • Este trabajo fue publicado en  Journal of Clinical Oncology de septiembre/2012.

Doctora María Elena Santolaya

Con el fin de llevar a la clínica los conocimientos generados por científicos de diferentes partes del mundo en la materia, ofreciendo información basada en  evidencia generada por sus propias investigaciones, un grupo multidisciplinario y multinacional de especialistas en oncología e infectología pediátrica, así como miembros de la comunidad en su rol de voceros de los pacientes, liderados por el doctor Thomas Lehrnbecher, de la Universidad Johann Wolfgang Goethe, Frankfurt, Alemania, crearon la “Guía para el manejo de fiebre y neutropenia en niños con cáncer". Las doctoras chilenas María Elena Santolaya, directora del Departamento de Pediatría Oriente de la Facultad de Medicina y jefa de la Unidad de Infectología del Hospital Luis Calvo Mackenna así como la Dra. Milena Villarroel, jefa de la Unidad de Oncología del mismo Hospital pediátrico, ambas  investigadoras de amplia trayectoria en la disciplina, formaron parte de este panel internacional de expertos, compuesto por investigadores de países como Alemania, Italia, Inglaterra, Turquía, India, Canadá, Estados Unidos, Brasil  y Chile.

Y es que la neutropenia febril (NF) – episodios de fiebre posterior a la quimioterapia relacionados a disminución de neutrófilos en la sangre-  es una complicación frecuente en niños durante  su tratamiento oncológico. Además, explican los autores, existen algunas  guías para el manejo de esta patología, pero ninguna a nivel mundial dedicada exclusivamente a los pacientes pediátricos, que integre los conocimientos generados por investigadores provenientes de países con tanta diversidad.

Respuestas y recomendaciones a preguntas clave

Según explica la doctora Santolaya, los miembros de este grupo fueron divididos en equipos de trabajo que integraron tres grandes secciones: Presentación inicial de la NF; manejo según evolución e indicaciones  de terapia antifúngica. Cada grupo desarrolló preguntas clínicas clave para ser direccionadas por la guía, hizo revisiones sistemáticas de la literatura publicada –en base a investigaciones propias y de otros autores- y recopiló la evidencia disponible. De esta manera, la primera sección incluye recomendaciones que responden preguntas, tales como ¿Qué signos clínicos y marcadores de laboratorio pueden ser usados para clasificar pacientes pediátricos con NF como de alto o bajo riesgo?; ¿qué elementos  clínicos, exámenes de laboratorio e imágenes son útiles en la presentación inicial de una NF para valorar la etiología del episodio y guiar el tratamiento futuro?, y ¿qué antibióticos empíricos son apropiados para niños con alto o bajo riesgo?.

La segunda parte da respuesta a las siguientes preguntas: ¿Cómo y cuándo debería ser modificada la terapia antimicrobiana empírica inicial durante el episodio de NF?, y ¿cuándo pueden ser discontinuados los antibióticos empíricos en pacientes con NF de alto y bajo riesgo?.  Finalmente, la última sección cuenta con los conocimientos avanzados que responden a cuestionamientos como ¿Qué parámetros clínicos pueden clasificar a los pacientes pediátricos con NF persistente en aquellos de alto o bajo riesgo de desarrollar una enfermedad fúngica invasora?; ¿qué signos clínicos, exámenes de laboratorio, imágenes y otros procedimientos son útiles para identificar la etiología fúngica en episodios de NF?, y ¿cuándo iniciar una terapia antifúngica empírica, qué agentes antifúngicos son apropiados y cuando es apropiado discontinuarla?.

La doctora Santolaya añade que participar de la creación de esta guía supuso tanto el reconocimiento a la calidad de la investigación clínica que se desarrolla en nuestro país, como el desafío de evaluar y seleccionar los conocimientos generados en diferentes grupos científicos con el fin de estimar su pertinencia en el marco guía establecido.  

"Trabajamos arduamente durante dos años, con dos reuniones presenciales de trabajo y el resto vía on line. El nivel de las discusiones fue muy exhaustivo; de hecho cada recomendación vertida en este documento fue ampliamente discutida, aportando las miradas de oncólogos e infectólogos con amplia experiencia en el manejo de niños con cáncer y NF, además de contar con el punto de vista de un grupo de representantes de los pacientes, cuyo análisis sin duda enriqueció las recomendaciones finales. Esta fue una experiencia multinacional y llena de diversidad, en la que Chile tuvo un espacio relevante de participación, transformando todo lo aprendido en recomendaciones prácticas para el mejor manejo de los niños con cáncer y NF".

Cecilia Valenzuela León

Si desea revisar esta publicación, siga este vínculo: http://jco.ascopubs.org/content/early/2012/09/13/JCO.2012.42.7161.full.pdf


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