Nº 224 - 26 de junio de 2012

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Doctor Leandro Carreño, ganador de Beca Pew:
“Retribuiré en la Universidad de Chile la formación que me ha dado el país”

  • Este bioquímico y doctor en Ciencias Biológicas con mención en Genética Molecular y Microbiología de la Pontificia Universidad Católica de Chile es actualmente parte del cuerpo académico del Programa de Inmunología del Instituto de Ciencias Biomédicas, pero se encuentra cursando su postdoctorado en el laboratorio del doctor Stephen Porcelli, del Albert Einstein College of Medicine de la Universidad de Yeshiva, en Nueva York, siguiendo una línea de investigación referida al sistema innato y adaptativo en enfermedades inflamatorias y alérgicas.

El doctor Carreño ha sido multipremiado desde etapas muy tempranas de su formación: hizo su tesis de pregrado en el Laboratorio del doctor Alexis Karlegis en la Pontificia Universidad Católica de Chile, por la cual fue distinguido por la Sociedad de Biología Celular; posteriormente, fue nombrado como mejor estudiante de doctorado por la Sociedad de Bioquímica, con la medalla Hermann Niemeyer. En ese proceso, trabajó como parte del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia, cuyas instituciones albergantes son la PUC y la Universidad de Chile.


Doctor Leandro Carreño

Recientemente, fue premiado con la Beca Pew, programa de becas muy competitivo destinado a posdoctorados latinoamericanos que pertenecen al área de las Ciencias Biomédicas y que desean incrementar sus conocimientos científicos en instituciones estadounidenses.

¿Por qué decidió iniciar una carrera como académico en nuestra Facultad de Medicina?

Iniciar una carrera en una institución diferente a la que me formó es una excelente oportunidad para ampliar redes, tan importantes hoy en día para la labor científica. Además, la gran calidad de la Universidad de Chile hace que sea un lugar muy atractivo para desarrollarme como académico. Por otro lado, debido a que cursé la Educación Media en el Instituto Nacional, baluarte de la educación pública y gratuita, siento el compromiso de apoyarla al ejercer mis labores académicas. He tenido el privilegio de contar con diferentes becas para financiar mis estudios, entre las cuales me gustaría destacar la Beca Padre Hurtado de la PUC, la Beca Juan Gómez Millas del Ministerio de Educación y la Beca Conicyt de doctorado. Siento que tengo el deber de retribuir lo que el país ha invertido en mi formación; en este sentido, el trabajar duro y, además, hacerlo en “la Chile”, creo que es contribuir con un grano de arena en esa dirección. Me siento honrado de integrar esta casa de estudios, y espero contribuir a realzar aun más su calidad.

¿Cuáles son los objetivos y desafíos?

Los desafíos y objetivos los veo siempre enmarcados en mis metas, las cuales son poder realizar una carrera exitosa y contribuir de forma importante al desarrollo científico nacional. Desafíos y dificultades por resolver siempre aparecerán en el camino, pero estoy convencido que con trabajo duro estos podrán ser sorteados. Además, es importante destacar que no estoy, no he estado y no estaré sólo en esta labor. El apoyo del Instituto Milenio y la red de inmunólogos que se ha formado en ese marco da una base sólida para construir una carrera científica. La colaboración entre los investigadores es fundamental para que la ciencia avance.

Usted eligió el laboratorio del doctor Porcelli, del Albert Einstein College of Medicine, el cual está abocado a estudiar las células T y la respuesta inmune: ¿Por qué ese laboratorio? 

El doctor Porcelli es un líder mundial en inmunología; elegí este laboratorio porque podré aprender aun más. Tengo una excelente oportunidad de ampliar mis conocimientos y adquirir habilidades nuevas, ya que es un laboratorio muy bien financiado y con tecnología de punta, además de ser muy competitivo.  Mi línea de investigación actual está centrada en la relación de células del sistema innato y adaptativo en enfermedades inflamatorias y alérgicas, en particular el rol de las células natural killer T.  El doctor Porcelli fue quien describió por primera vez el ligando reconocido por estas células en el año 1989, por lo que este lugar es el mejor para aprender sobre ellas. Estoy desarrollando un proyecto independiente por lo que podré continuar esta nueva línea de investigación a mi retorno a Chile, y he puesto especial cuidado en usar tecnologías que me permitan seguir allá. Sin embargo, el equipamiento en nuestro país ha mejorado enormemente los últimos años, por lo que las limitantes cada vez van siendo menores.

Hace unos pocos días, la Revista del Sábado publicó un reportaje en el que plantean el tema de la “fuga de cerebros” desde Chile en el área científica. ¿Cuál es su opinión al respecto?

Chile cuenta con extraordinarios científicos que han hecho aportes enormes a nivel mundial. Un ejemplo, entre muchos otros, es la investigación desarrollada dentro del Instituto Milenio de Inmunología, la cual es de alto nivel e impacto mundial. Asimismo, hay muchos otros ejemplos que se ven diariamente en nuestra facultad, tan solo caminando por los pasillos. Hacer ciencia en nuestro país ciertamente es más difícil que en países del primer mundo, pero más que nada por el financiamiento, ya que nuestro capital humano es muy bueno. Y respecto de la vinculación de las áreas básica y clínica, creo que hemos avanzado enormemente en esa dirección en las últimas décadas; la colaboración entre clínicos y científicos de laboratorio cada día es más fluida.

Cecilia Valenzuela


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