Doctor Oscar Herrera |
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La intervención se realizó durante marzo de 2012, y fue protagonizada en el Hospital Luis Calvo Mackenna por los doctores Óscar Herrera, especialista broncopulmonar del Departamento de Pediatría y Cirugía Infantil Oriente de la Facultad de Medicina; Hernán Sepúlveda, también académico de la unidad, y Robert Wood, experto del Hospital de Niños de Cincinnati, Estados Unidos, el cual es centro de referencia mundial para esta patología, por lo que ha acumulado la experiencia de más de 25 casos de todo el orbe.
Según informa el doctor Herrera, la proteinosis alveolar es la acumulación de material lipoproteico en los alvéolos –donde se produce el intercambio gaseoso entre el aire inspirado y la sangre-, por lo que el paciente sufre de creciente cansancio y disnea, debido a que bajan los niveles de saturación de oxígeno. Su etiología puede ser congénita, en que la persona tiene desde su nacimiento alteraciones en la producción de surfactantes o fosfolípidos que rodean a los alvéolos; o adquirida, ya sea por causas externas –la aspiración de alguna sustancia en polvo, por ejemplo- o por problemas de autoinmunidad, como fue el caso de la adolescente chilena.
“Nuestra paciente comenzó con este problema como a los 12 ó 13 años, y luego de llegar al diagnóstico, debió viajar a Estados Unidos a someterse a un primer lavado pulmonar total, con el doctor Wood, porque es un procedimiento que aún no hacíamos en este país, debido a que es una enfermedad extremadamente rara”, añade el especialista.
Esta enfermedad aún no tiene otro tratamiento, pero investigaciones internacionales han mostrado a manera experimental algún beneficio en el uso de un medicamento llamado factor estimulante de colonias de granulocitos y macrófagos (FEC-GM), el cual se sabe que falta en algunos pacientes con proteinosis alveolar, “pero no funciona igual en todos los individuos afectados”, agrega el doctor Herrera.
Procedimiento pionero
El lavado pulmonar total consiste en llenar cada uno de los pulmones con suero fisiológico a toda su capacidad, para luego retirarlo y que, de esa manera, salga el material lipoproteico que está obstruyendo los alvéolos. Para ello, el paciente es intubado con un tubo de doble lumen –es decir, de doble entrada-, pues uno de los pulmones debe seguir ejerciendo su función respiratoria mientras el otro se somete al procedimiento.
Luego, a través de esa intubación se conectan dos cánulas: una para hacer entrar el suero fisiológico y llenarlo, y otra para darle salida y vaciarlo. Con el suero fisiológico ubicado a 40 centímetros de altura por sobre el paciente, se hace entrar el líquido por gravedad, y cuando el pulmón se llena, se vacía mediante el mismo efecto. Este procedimiento se repite varias veces, hasta que el suero que sale aparece limpio.
“En nuestra paciente hicimos esta intervención en dos tiempos: primero lavamos el pulmón izquierdo con 15 litros de suero, y un par de días después lavamos el derecho, que como es más grande debimos usar 18 litros”.
El doctor Herrera y el doctor Wood. |
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El doctor Herrera cuenta, con satisfacción, que dos horas después del procedimiento, la joven de 15 años ya tenía niveles de saturación cercanos al 97%; es decir, normales, “cuando había ingresado a pabellón con niveles de saturación de 82%, lo que le impedía hasta caminar, porque se cansaba constantemente”.
Pero añade que esta intervención no habría sido posible sin la generosa colaboración del doctor Wood, quien vino especialmente a Chile a enseñar esta técnica a los especialistas del Hospital Luis Calvo Mackenna y a ayudar a su joven paciente. “Ahora estamos capacitados para aplicarla y para incluirla en nuestras actividades formativas”, sentencia el doctor Herrera.
¿Cuánto tiempo duran los efectos beneficiosos de este procedimiento?
Depende de cada paciente. Se han visto casos en que es necesario repetirlo mensualmente y otros cada dos o tres años. Pensamos que nuestra paciente, y así se lo dijimos a sus padres, deberá hacerse este lavado una vez al año, más o menos, pero eso está por verse, porque se han documentado casos de personas en las que esta patología remite espontáneamente.
¿Se puede aplicar en otros casos?
Se hace algo similar, pero con mucho menos líquido –sólo alícuotas de 20 a 60 centímetros cúbicos, por ejemplo- pero con el objetivo de sacar pequeñas muestras para diagnóstico o remover sustancias tóxicas. Esta intervención es pionera en Chile, es primera vez que se hace un lavado pulmonar total en nuestro país.
El doctor Herrera finaliza añadiendo que darán a conocer esta técnica durante la realización del Tercer Curso Internacional de Vía Aérea Pediátrica, que se efectuará entre el 27 y 29 de septiembre próximos en nuestro país, encuentro que contará con la participación del doctor Robert Wood y otros expertos de su país y de Suiza.
Cecilia Valenzuela
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