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Nº 189 - 8 de agosto de 2011

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Doctora Paola Morales
Científica chilena estudia cómo se
repara el cerebro tras la asfixia perinatal

  • La falta de oxígeno al momento de nacer afecta el desarrollo del SNC, produciendo alteraciones motoras y cognitivas. Existen mecanismos, sin embargo, que pueden prevenir o compensar estos déficit. Esta académica del Programa de Farmacología investiga para generar el conocimiento que permita modularlos y, así, proponer una terapia eficiente.

Doctora Paola Morales

Y es que, según explica, “la asfixia al momento del nacimiento interrumpe el desarrollo y produce cambios en el sistema nervioso que se manifiestan como déficit atencional o parálisis cerebral, o pueden constituirse como un factor de riesgo para enfermedades psiquiátricas tales como la esquizofrenia. Esto se explica porque la ausencia de oxígeno en este momento clave impide que se genere la cantidad de energía requerida para desencadenar y mantener toda la maquinaria metabólica que permite la existencia misma de la actividad nerviosa. Cuando el bebé está expuesto a este estrés hay una muerte neuronal considerable en estructuras claves, como son el hipocampo o los ganglios basales”.

El hipocampo, señala, está encargado de los procesos de aprendizaje y memoria. La función de los ganglios basales está relacionada con la planificación motora; “entonces estos niños crecerán con déficit motores y cognitivos”.

Estimular procesos endógenos

De acuerdo con la doctora Morales, “se han descrito dos regiones cerebrales que producen nuevas neuronas después del nacimiento e incluso en etapas adultas, como son el giro dentado en el hipocampo, y la zona subventricular aledaña a los ventrículos laterales del cerebro”. Esta última se diferencia de la primera porque genera continuamente neuronas en mayor proporción que el hipocampo, con una cualidad adicional: son migratorias. “Estos neuroblastos nacen, viajan hacia el bulbo olfatorio y en el camino van diferenciándose a interneuronas”. Pero cuando hay alguna injuria o daño en el sistema, estos neuroblastos se desplazan al área afectada para reparar los neurocircuitos perjudicados, diferenciándose según la función del área comprometida. “Eso es lo que queremos conocer: cómo se produce la neurogénesis, cuáles son los mecanismos que se activan para ello en condiciones de asfixia perinatal y cómo se podría regular este proceso para, a futuro, planificar una posible terapia”.

En su primer proyecto –un Fondecyt de Iniciación-, la académica determinó que el Factor de Crecimiento Fibroblástico 2 (FGF-2), modula la neurogénesis inducida por la asfixia mediante la activación de la vía de las MAPKinasas.

Su actual investigación apunta a desentrañar el rol regulador de la dopamina, como neurotrasmisor, en la producción de nuevas neuronas. “La dopamina es muy interesante porque participa en los procesos cognitivos y motores”. De hecho, añade, se ha demostrado que la producción de dopamina se ve afectada por la asfixia perinatal, aumentando en algunos casos la producción de receptores dopaminérgicos y disminuyendo en otros.

Rol de la dopamina

Las células dopaminérgicas se encuentran en el mesencéfalo, en las áreas llamadas sustancia nigra y tegmental ventral. “Las de la sustancia nigra inervan circuitos relacionados a los ganglios basales –una de las zonas más vulnerable a asfixia perinatal-, y las segundas se relacionan con el circuito meso límbico, que regula procesos motivacionales involucrados, también, en las adicciones. Se ha visto que hay una modulación desde estas neuronas dopaminérgicas al hipocampo o a la zona subventricular.

La dificultad, agrega, es que diferentes estudios son contradictorios respecto de si la neurogénesis se ve estimulada o inhibida por la dopamina, y si es que la relación que existe es directa entre dopamina y receptor, o hay una intervención de otro factor, “como son las proteínas RGS, que regulan a la proteína G, la cual funciona asociada a los receptores”. Es decir, la dopamina podría estar interactuando directamente sobre las células troncales o progenitoras de nuevas neuronas, o indirectamente, incrementando factores tróficos, como el FGF2.

Por eso, señala, es que el estudio busca ahondar en la caracterización de estos procesos. “Sabemos que con la asfixia perinatal la producción normal de neuronas se incrementa en las dos regiones neurogénicas que hemos visto. También hemos probado que hay factores que participan de esta modulación, como son los FGF2. Ahora queremos conocer el rol de la dopamina en la estimulación de la neurogénesis. Pero no bastará con saber esto: a futuro tendremos que conocer si estas nuevas neuronas efectivamente viajan a las zonas dañadas; si allí se diferencian e integran a los circuitos correctos, como sí hemos encontrado que sucede en el hipocampo”.

Conociendo estos mecanismos endógenos, finaliza, “podríamos generar terapias muy promisorias para prevenir un efecto nocivo de la asfixia a largo plazo”.

Cecilia Valenzuela