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Nº 164 - 24 de diciembre de 2010

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En el uso de novedoso avance para el desgaste del “manguito rotador”
Expertos en cirugía de hombro se capacitan

  • La labor conjunta entre el Programa de Anatomía y Biología del Desarrollo del ICBM y la Sociedad Chilena de Ortopedia y Traumatología resultó en el primer taller de entrenamiento para la instalación de la prótesis “Aequalis Reversa”, producida por la empresa francesa Tornier.

El encuentro organizado por la empresa Bioimplantes Chile, que convocó a 15 inscritos pertenecientes a diferentes centros asistenciales del país, se realizó el 17 de diciembre de 2010 y fue impartido en dependencias del Instituto de Anatomía de nuestro plantel por el doctor Raúl Águila, presidente del Comité de Hombro y Codo de la SCHOT, para lo cual debieron trabajar sobre material cadavérico.


El doctor Raúl Águila durante la capacitación en esta nueva prótesis.

Según explicó, esta nueva prótesis –cuyo creador, el doctor Pascal Boileau, visitó recientemente el país para dictar charlas de perfeccionamiento- está especialmente diseñada para resolver los problemas que genera el desgaste natural o corte de los tendones del hombro, específicamente la zona llamada “manguito rotador”, lo que impide la movilidad y rotación del brazo. Las prótesis tradicionales utilizan los mismos tendones para su funcionamiento por lo que, en este caso, su instalación no es viable. “Por ello, este nuevo implante es muy útil, puesto que se basa en el funcionamiento a nivel muscular”, añade, “devolviendo la movilidad al paciente y mejorando ostensiblemente su calidad de vida, porque termina con el dolor invalidante que sufrían”.

Y es que el desgaste de tendones, explica, puede suceder durante el proceso de envejecimiento, “pero puede que algunas personas, por factores genéticos, tiendan a una mayor pérdida o a su corte”. Esta situación redunda en un dolor insoportable, “que no permite hacer nada ni día ni noche, así como la pérdida del movimiento, no se puede subir el brazo ni rotarlo, por lo que no puede hacer actividades normales como el aseo personal o la preparación de alimentos. Y si pensamos que esta disfunción es más frecuente en personas de la tercera edad, que muchas veces viven solos, se perjudica enormemente su autovalencia y calidad de vida”.     

Cecilia Valenzuela