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Nº 141 - 22 de junio de 2010

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Tema fue abordado durante conferencia orientada a funcionarios
Más de 50 síntomas esconderían el estrés

  • Genera nerviosismo, cansancio, irritabilidad y cuando se hace crónico puede provocar patologías serias.  Así lo dio a conocer la terapeuta ocupacional Sandra Mella, durante charla organizada por el ICBM.

El jueves 17 de junio el Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) llevó a cabo la segunda conferencia anual destinada a los funcionarios de la Facultad de Medicina, en la cual abordó un tema de gran interés: Estrés y Bienestar, que fue desarrollado por la académica de la Escuela de Terapia Ocupacional, Sandra Mella.


Dr. Arturo Ferreira junto a la profesora Sandra Mella.

La magíster en Integración Social de Personas con Discapacidad explicó que el estrés, entendido como una presión externa, produce en las personas un estado de nerviosismo, cansancio e irritabilidad que puede generar trastornos muy serios.

Justamente, el doctor Arturo Ferreira, subdirector de Investigación del ICBM, señaló que se ha constatado que el estrés es un inmunosupresor muy potente cuando se hace crónico, aumentando la fragilidad de los individuos y su susceptibilidad ante las agresiones del medio.  “Tenemos que aprender a manejar el estrés y entender que si un problema no tiene solución no nos queda otra que convivir con él”, recalcó.

La terapeuta ocupacional destacó que la forma en que los estresores afectan a un individuo dependerá de sus rasgos de personalidad, de la intensidad y del significado que se le asigne a estos estímulos, ya que no todos reaccionan igual ante ellos.

“Si un sujeto es sometido a situaciones de gran tensión por un largo período sufrirá de intranquilidad, angustia y fatiga. De hecho, el estrés se expresa en ansiedad, agotamiento, irritabilidad, bajo desempeño, reducción de la eficiencia a la hora de planificar actividades y tomar decisiones, sueño de mala calidad, baja autoestima y gran preocupación”, apuntó la profesora Mella.

Añadió que entre los estresores emergentes más usuales se incluye la falta de tiempo, la superposición de roles y tareas, la mayor competitividad, los estilos de vida poco saludables, el bombardeo sensorial e informativo, la disminución de las horas destinadas a descansar, el aumento de las patologías, las exigencias continuas ante nuevos desafíos, las condiciones ambientales en el trabajo y la inseguridad laboral, entre otros.

Más de 50 síntomas


La académica de la Escuela de Terapia Ocupacional, Sandra Mella, exponiendo sobre Estrés y Bienestar a los funcionarios.

En cuanto a los signos y síntomas, la académica destacó que se han descrito alrededor de 50, incluidos: dolores de cabeza frecuentes, bruxismo, dolencias en cuello y espalda, mareo, sudoración, boca seca, resfríos permanentes, diarrea, dolor de estómago, dificultad para respirar, ataques de pánico, aumento o disminución del apetito, insomnio, llanto repentino, aislamiento social y aumento de tabaquismo.

“Tenemos que prevenir el estrés crónico identificando las fuentes que lo provocan, encontrando la manera de evitarlo o de reducir su impacto, aprendiendo a reconocer en forma temprana sus síntomas y hallando las vías de manejarlo”, dijo.

En ese punto la terapeuta ocupacional señaló que vale la pena elaborar una lista con lo que nos produce estrés, así como evitar a quienes nos deprimen con sus comentarios o comportamientos. También se hace necesario entrenar la asertividad, aprender a gestionar el tiempo y a relajarse. Igualmente, es importante buscar vías de descarga,  equilibrio personal y respeto por los ritmos individuales.

“Vale la pena hacer cosas distintas, hay que mantener las redes sociales, fomentar la creatividad, cuidar la salud, alejarse de los problemas y de las situaciones o personas conflictivas, es importante reír, amar y darse permiso para concretar nuestros sueños”, acotó.

Cecilia Coddou