“Cuando íbamos a almorzar algunas personas que conocemos hace años y que son muy cercanos nos hacían bromas relacionadas con la edad, así que un día les comentamos que estábamos formando la Asociación de Ancianas de la Facultad de Medicina. Aunque fue un chiste esta idea nos dio pie para que iniciáramos la ASOAMFA: Asociación de Amig@s de la Facultad, organización que nos ha brindado muchas satisfacciones”, comenta María Isabel Campos, secretaria del Programa de Virología del ICBM, que en abril próximo se acogerá a retiro.
Algunas integrantes de la Asociación de Amig@s de la Facultad de Medicina. |
La secretaria, quien ha trabajado en la facultad durante 30 años, señala que esta agrupación sin fines de lucro, abierta y pluralista nació con el fin de “mantener lazos de amistad entre los funcionarios activos que próximamente jubilarán”. Sin embargo, explica María Isabel Campos, el grupo se ha ido ampliando porque incluye personal de colaboración ya retirado y personas que aún no abandonarán el plantel pero que vieron en ASOAMFA una excelente oportunidad para interactuar y recrearse con sus colegas.
La asociación, iniciada el año 2009, se reúne una vez por mes e incluye funcionarios de distintos campus. “La palabra jubilar viene de jubilate, que significa alegría y liberación. Por eso entendemos la etapa que estamos experimentando como una opción para disfrutar y compartir más tiempo con la familia, así como para cumplir sueños y anhelos postergados y, por qué no, asumir nuevos desafíos”, resalta.
Las principales gestoras de la iniciativa, Ximena Fuentes y María Isabel Campos, están satisfechas de los resultados porque las cerca de 20 personas que se reúnen no sólo intercambian experiencias, sino también se informan de temas concretos y útiles. “Marianela Verdugo, funcionaria retirada y asistente social, nos ha proporcionado orientación, basada en su propia experiencia, sobre los trámites que habrá que hacer, las ofertas de las AFP y otras opciones sobre las que deberíamos estar al tanto una vez que nos jubilemos”, apunta María Isabel Campos.
Uno de los principales consejos, dice, es incorporarse a alguna caja de compensación, agrupación comunal o entidad que ofrezca cursos y alternativas para mantenerse activo, desarrollando actividades atractivas según los intereses de cada persona.
Es que, comenta María Isabel Campos, “la facultad es nuestro segundo hogar, así que todas las vivencias que hemos experimentado quedarán en el recuerdo como una hermosa etapa, en la cual ofrecimos con amor nuestra capacidad de servicio, así como también recibimos valiosas herramientas que nos ayudaron en nuestra realización humana y profesional”.
Para el futuro ya tienen ideado establecer un grupo en facebook y seguir reuniéndose en forma periódica en la facultad u otro lugar. También esperan organizar paseos y apoyar a quienes se jubilarán en los próximos años.
Cecilia Coddou |
