| En la industria alimentaria  suelen desecharse residuos provenientes del arroz, tomate, manzana, tuna y  amaranto que son destinados directamente a la basura o que sirven para reforzar  la dieta de los animales. Sin embargo, los especialistas advierten que estos  ingredientes podrían ser empleados por el ser humano. 
                    
                      |  Dr. Francisco Pérez y Amaya Oyarzún, estudiante   del Doctorado de Nutrición y Alimentos de la U. de Chile.
 |  En este marco, la Universidad de Chile  se adjudicó un proyecto Innova CORFO mediante el cual está estudiando la  formulación de un ingrediente patentable con potencial funcional en la  prevención y control de la obesidad y diabetes. En la iniciativa trabajan  investigadores de las facultades de Medicina, Ciencias Químicas y  Farmacéuticas, Ciencias Agronómicas y del INTA. Asimismo, se han involucrado  dos empresas del ámbito alimentario: Asemafor Ltda. y Prinal SA. El académico del Departamento de  Nutrición de la Facultad  de Medicina, Dr. Francisco Pérez, explica que la pomaza, es decir, las cáscaras  y pepas del tomate y manzana, generan varios miles de toneladas de residuos  cada año. El afrechillo de arroz, en tanto, tiene muchos antioxidantes. “Es la  cáscara del arroz que se raspa porque la mayoría de la gente prefiere comerlo  blanco y no integral. Otro tanto pasa con el afrechillo de amaranto, una  especie de cereal menos usual en Chile, que es utilizando ampliamente en  Centroamérica”, apunta. En cuanto a la paleta de tuna,  durante la cosecha se suele botar la planta, ya que sólo se usa el fruto, sin  embargo ésta puede transformarse en harina, que es conocida como nopal, la cual  tiene un alto porcentaje de fibra soluble e insoluble y de mucílagos, muy  útiles para el tránsito intestinal y como factor de saciedad. “Con este proyecto caracterizamos  residuos que hoy se desechan y además estamos analizando sus propiedades  bioactivas, ello con el fin de generar un prototipo que incluya la mezcla ideal  de todos estos componentes. A partir de esa información la industria  alimentaria podrá determinar si incorpora el prototipo en un galletón,  cereales, pan u otro producto”, resalta el doctor Pérez. 
                    
                      |  Amaya Oyarzún
 |  El académico agrega que en la Facultad de Medicina,  utilizando un modelo animal de obesidad inducida, se estudiaron las propiedades  que tenía cada residuo analizando sus posibles aportes a dos patologías  vinculadas con el estrés oxidativo: obesidad y Diabetes Mellitus tipo 2. “Así  se pudo constatar que el nopal aumenta el perfil de saciedad e incrementa el  consumo de agua, mientras que los componentes bioactivos del tomate, manzana,  amaranto y arroz también mejoraron los parámetros que nosotros medimos:  glicemia, insulina y perfil de lípidos”, dice el doctor Pérez. Resultados preliminares                     El investigador adelanta que el  residuo con mejor impacto es el afrechillo de arroz, mientras que el afrechillo  de amaranto si bien mejora el perfil lipídico eleva la glicemia. “La tesista  del Programa de Doctorado en Nutrición y Alimentos, Amaya Oyarzún, ha estado  trabajando arduamente para desarrollar un prototipo con las dosis adecuadas de  cada componente. En la actualidad está transfiriendo la información a porcentajes  reales de cada componente bioactivo, para trabajar junto a la empresa la  proporción que tendrá la mezcla ideal”, comenta.  En los siguientes meses el  prototipo se someterá a un estudio piloto en seres humanos, tras ser revisado por  el comité de ética correspondiente. “No debemos olvidar que la idea de estos  proyectos es generar un producto que pueda ser patentado y comercializado”,  señala el doctor Pérez. Cecilia Coddou |