Sr. Director:
Durante la jornada de hoy, más de mil quinientos profesionales rendirán el Examen Único Nacional de Conocimientos en Medicina (EUNACOM) a lo largo de todo el país. La ley 20.261 establece que cualquier médico titulado con posterioridad al 19 de abril de 2009, deberá haber obtenido un puntaje mínimo en este examen para postular a programas de especialización financiados por el Estado o que se impartan total o parcialmente en instituciones de salud dependientes del Estado. El mismo criterio operará para postular a cargos o empleos de médico-cirujano en los servicios de salud públicos, así como en los establecimientos de atención primaria de salud municipal, entre otras entidades.
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Para la Universidad de Chile y particularmente para su Facultad de Medicina, este examen se ha transformado en una medición con un alto grado de rigurosidad. Sin embargo, estimamos que los niveles de calidad de los médicos que Chile necesita se basan, además de los conocimientos que poseen, en las cientos de horas que cada uno de ellos destina a su formación en los distintos campos clínicos, en la calidad del cuerpo académico que los guía, en la base científica, ética, humanista y social con la que se estructura su currículum y en el desarrollo de investigaciones en las que participan aún siendo estudiantes, entre otros muchos factores.
Muchas de estas variables hasta hace poco no eran mensurables y carecían de indicadores objetivos que dieran cuenta de su estado en cada una de las instituciones que imparten esta carrera. Hoy, cuando los procesos de acreditación de las carreras de medicina son parte de un cuerpo legal que obliga a las universidades a someterse a ellos, podemos decir que el sistema tiene una herramienta cada vez más consolidada para garantizar los estándares de calidad necesarios para la formación de médicos y médicas.
Por otra parte, la relación directa entre acreditación de la carrera de medicina y el EUNACOM que se ha establecido gracias a la obligatoriedad de rendir la parte práctica de este examen para todos aquellos médicos formados en escuelas no acreditadas, resulta también una importante señal de preocupación por la calidad de la formación que se imparte en las universidades.
Aún cuando por el momento sólo las carreras de medicina de la P. Universidad Católica de Chile y de la Universidad de Chile están acreditadas por los siete años que se contemplan como máxima certificación por parte de CNA Chile, confiamos en que esta herramienta, en conjunto con el Examen, contribuirá a trasparentar y por cierto a mejorar los estándares bajo los cuales se forman las personas cuya misión es ni más ni menos que proveer salud a los chilenos y chilenas.
Dra. Cecilia Sepúlveda
Decana
Facultad de Medicina, Universidad de Chile |
