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Nº 80 - 19 de enero de 2009

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PULSACIÓN SEMANAL
 
 

Biblioteca Central abre sus
puertas a la integraciÓn

  • Dos jóvenes con Síndrome de Asperger están realizando una pasantía laboral en sus dependencias.

Una iniciativa pionera de integración se está realizando en la Biblioteca Central de la Facultad de Medicina: durante todo enero de 2009, dos jóvenes con Síndrome de Asperger están realizando una pasantía de práctica laboral, con el fin de evaluar sus habilidades y desenvolvimiento en el ámbito del trabajo.


Camilo Aranda, durante su jornada de trabajo en la Bibliotecs Central.

Según explica Carmen Loewenstein, directora de Biblioteca Central, fue contactada por María del Carmen Aguilera, directora del Centro Leo Kanner –institución que ya ha realizado diferentes actividades con la Escuela de Terapia Ocupacional de nuestro plantel- para solicitarles la posibilidad de realizar esta actividad, en el marco de un proceso de integración para jóvenes con este síndrome y que han sido seleccionados de acuerdo a sus intereses y aptitudes, para que logren una práctica y puedan llegar a hacer de ésta un oficio.

Los jóvenes seleccionados por el centro rehabilitador fueron Camilo Aranda, de 22 años, y Pablo Toledano, de 28, quienes participan en los talleres de habilidades sociales que imparte.

Así, desde comienzos de mes y con una carta de compromiso a modo de contrato, Camilo y Pablo trabajan durante tres tardes semanales en distintas secciones de la Biblioteca Central –con el fin de que conozcan su funcionamiento global y detectar en cuál demuestran más habilidades y gusto por la labor-, supervisados por Jorge Aguayo, bibliotecario coordinador de Servicio al Público de esta unidad. Una vez finalizada la primera etapa de esta pasantía, a fines de enero, será evaluada y se programará su extensión desde marzo en adelante.

Ambos jóvenes coinciden en que les ha gustado mucho trabajar en la Biblioteca Central , lugar en el que se sienten bien tratados y entretenidos y, además, “porque a ambos les gusta mucho leer”, explica Carmen Loewenstein.

Las micros y EEUU

El Síndrome de Asperger es un trastorno del desarrollo cerebral que se presenta en un rango de tres a siete personas por cada 1.000 niños de 7 a 16 años, y que tiene mayor incidencia en los varones. La persona que lo presenta tiene un aspecto normal, capacidad normal de inteligencia, con frecuencia habilidades especiales en áreas restringidas, pero tiene problemas para relacionarse con los demás y, en ocasiones, presentan comportamientos inadecuados.

La persona Asperger presenta un pensar distinto: lógico, concreto e hiperrealista. Su discapacidad no es evidente, sólo se manifiesta al nivel de comportamientos sociales inadecuados, lo que les trae problemas a ellos y sus familiares.

Pablo y Camilo señalaron estar muy contentos por la práctica laboral que han realizado; no les cuesta llegar y ya conocen perfectamente todo el lugar. Camilo, en especial, se dice muy satisfecho porque le gusta mucho atender a las personas, y porque ninguno de los dos se siente tratado de manera especial.

En todo caso, el sueño de Camilo es ser chofer de micro o voceador de estaciones y combinaciones en el Metro, pues la locomoción colectiva es su pasión, conoce muchos recorridos y la frecuencia de los buses en algunos de ellos. Por eso, a veces “tengo atados con los guardias del metro y con los asistentes de ruta de las micros, porque ellos nunca han andado en locomoción colectiva, no saben dónde están parados, sólo repiten lo que les han dado en un papelito para memorizar”.

En cambio, Pablo aún no tiene claro en qué le gustaría desempeñarse en el futuro; sólo sabe que jamás le gustaría visitar Estados Unidos porque tiene “una gran aversión a su cultura imperialista y neocolonialista, que hace que, por ejemplo, todos deban saber hablar inglés. Aunque a veces me contradigo, porque tomo Coca Cola y como comida chatarra”.

Finalmente, Carmen Loewenstein y Jorge Aguayo piensan que ésta ha sido una muy buena experiencia, “porque siento que todos podemos aprender de todos. Ellos son muy distintos entre sí, tienen una buena disposición para trabajar”, explica Jorge. “Y ha sido enriquecedor aportar de otra manera con nuestra experiencia, todo el personal está muy motivado de interactuar con ellos. De hecho, el 23 de enero la directora del Centro Leo Kanner nos dictará una charla para conocerlos y comprenderlos mejor, y estamos muy interesados”, sentencia Carmen.

Cecilia Valenzuela