“Donde se guarda la memoria surgen los sueños”. Ese es el fundamento de la nueva revista Hipocampo, publicación creada por un grupo de estudiantes de Medicina que será lanzada el viernes 3 de octubre de 2008 y que se gestó gracias al apoyo del Fondo Azul de la Universidad de Chile.
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Tiene como objetivo integrar nuevos horizontes, “hacer un observatorio de salud social, profundizando en temas que hemos abordado frontal o tangencialmente durante nuestra formación, con la meta de fortalecerlos desde una mirada universitaria”, dice Izkia Siches, presidenta del Centro de Estudiantes de Medicina Occidente y una de las integrantes de su comité editorial y autores de los artículos, junto a Yerko Fuentealba, Danae Sinclaire, Roberto Estay, Catalina Maturana, Rafael Benavente, Rosario Ruiz Tagle y Nicolás Silva. Así, cuenta con secciones dedicadas a atención primaria, participación usuaria, medioambiente, campos clínicos, columnas de opinión y notas de actualidad y contingencia. En el primer número cuentan con el aporte del doctor Ennio Vivaldi, vicedecano de la Facultad de Medicina y vicepresidente del Senado Universitario, quien ahonda en el tema del Examen Médico Nacional, y del doctor Ramiro Molina, refiriéndose a la píldora del día después. Este proyecto contará con tres números, cada uno con un tiraje de 500 ejemplares “que se repartirán mano a mano, porque queremos que llegue a sectores como el Ministerio de Salud, el Colegio Médico, profesionales de la Atención Primaria, los Cuadernos Médico Sociales, medio en el que estamos invitados a participar en su próxima edición”, explicó Izkia. De esta manera, esperan despertar el entusiasmo e interés de diversos sectores que podrían colaborar en la mantención de este nuevo medio de comunicación, para asegurar su continuidad anual.
La elección de su nombre, finaliza, apunta a la zona del cerebro en la que reside la memoria, “aludiendo a lo que se nos ha inculcado como proceso de país, que antes se construía de manera distinta. Por eso, la primera portada está dedicada a la construcción abandonada del Hospital de Ochagavía, aludiendo a la necesidad de continuar estos procesos”.
Cecilia Valenzuela |
