“Pluralidad ideológica, religiosa y convivencia” fue la temática del sexto debate 2008 organizado por la Facultad de Medicina y que se realizó el 30 de septiembre. En la oportunidad, participaron como panelistas el profesor Carlos Pérez, académico de la Escuela de Filosofía de la Universidad Arcis; el sacerdote Jorge Costadoat, s.j., director del Centro Teológico Manuel Larraín, y el profesor Luis Riveros, director académico del postítulo en Economía y Finanzas de la Facultad de Economía de la Universidad de Chile y ex rector de la corporación; todos, moderados por el doctor Ennio Vivaldi, vicedecano de nuestro plantel.

Doctor Ennio Vivaldi, profesor Carlos Pérez, profesor Luis Riveros y sacertote Jorge Costadoat.

El doctor Vivaldi destacó que los conceptos centrales a tratar en el encuentro caracterizan el real espíritu de la Universidad de Chile, “pues la pluralidad de ideas diversas enriquece tanto a la comunidad como a cada una de las personas que la integran. Asimismo, alertó acerca de la actual “falta de conciencia para mantener las diferentes ideologías más allá de los pragmatismos primarios”.

Abrió los fuegos el profesor Pérez, quien dijo de sí mismo que hace “lo posible por ser marxista, de aquel marxismo que cree en el humanismo absoluto, donde el hombre es responsable de todo y se promueve su autonomía frente a cualquier religión o regulaciones seculares, como podría ser la ciencia”. De este modo, señaló que en el país es necesario concretar un programa liberal, según el cual el Estado se separe de todas las iglesias en una necesaria secularización para un mayor pluralismo, fustigando las actuales políticas que entregan financiamiento público a universidades privadas de origen religioso.

Lo público como espacio de libertad

Posteriormente, el padre Costadoat profundizó respecto de la crisis de la cristiandad, según la cual la Iglesia Católica viene perdiendo poder en el mundo desde hace 500 años, “por la dificultad que representa desenvolverse en una sociedad pluralista, partiendo de la base de que son ellos quienes tienen la verdad”, agregando que hoy se entiende que a mayor diversidad de grupos, con diferencias reconocidas, el país se enriquece. Así, cree que al dejar las posibilidades abiertas al diálogo hay un aporte a la fe católica desde las otras religiones, “pues lo divino es aquello profundamente humano, y la convivencia es mayor que la verdad y los credos”.

El profesor Luis Riveros se refirió a las contradicciones que se producen en una sociedad de la información que ha visto aumentada la educación de sus miembros y, por lo tanto, del debate en una clara tendencia de apertura, respecto a la ideologización mantenida en el tiempo y a la concentración del capital y de la propiedad. Otras paradojas se manifiestan, añadió, en la libertad de enseñanza vinculada al dominio económico de determinados grupos religiosos o partidistas. “Pero lo más preocupante está en la decadencia de lo público, especialmente en materia de educación, pues significa un retroceso en los espacios de libertad. El debate de ideas y el pluralismo requiere de una ciudadanía preparada, porque si no, se concentran sólo en las élites”, sentenció.

Todos los panelistas coincidieron en que la postura concordante se refiere al humanismo como punto de encuentro para una mejor convivencia, ante lo cual las preguntas abordaron la neutralidad como camino posible, lo que fue frontalmente descartado por los expositores, pues todas las personas tienen posiciones interesadas respecto de los bienes propios y comunes, conociendo los límites para no perjudicar al otro.

Cecilia Valenzuela